El abuso sexual en los niños puede conducir graves consecuencias en los menores. Hasta ahora existían pocas publicaciones e investigaciones acerca del abuso sexual infantil en Guatemala y en algunos países se comenzó no hace más de una década a aportar información y recursos a este dramático asunto. Sin embargo, los datos ya existentes son suficientes para constatar la gravedad del problema tanto por su extensión como para las trágicas consecuencias, a corto y largo plazo, para muchas de las víctimas.
Esto genera una cierta frustración entre los profesionales porque se sabe que sin la ayuda profesional adecuada muchas víctimas sufrirán las consecuencias del abuso sexual toda su vida y algunas de ellas podrían repetir estas conductas convirtiéndose en agresores en el futuro. Por ello es importante que los profesionales de la salud mental atiendan a los síntomas que estos menores presentan para intervenir en su recuperación.
Los padres de familia deben tener una atención muy especial al notar cualquier tipo de característica anómala que el niño manifieste y en la que pueda verse afectada su integridad física y emocional. (Niños Maltratados , 2000)
El abuso sexual infantil puede surgir en un ambiente familiar y/o en un contexto privado, donde en ocasiones es difícil que sea observado en el momento que se produce por personas ajenas, siendo probable que los menores se sientan impotentes para exteriorizar el abuso.
Algunos niños pueden presentar señales manifestadas en su conducta, como aislamiento, depresión, angustia, miedos, culpa, vergüenza, enuresis, encopresis, y agresividad en relación con otros niños, estas conductas emocionales la mayoría de victimas lo pueden presentar, es frecuente que consulten por síntomas inespecíficos que muchas veces corresponden a somatizaciones; esa es su forma de afrontar ya que no pueden expresarse como los adultos quisieran, de manera que la indagación es difícil y se logra con el tiempo. Un importante número de autores considera que el abuso sexual lleva a conductas sexualizadas en muchos niños esto se refiere a la presencia de prácticas o conductas que él infante no espera a su edad.
Asimismo puede mostrar un interés especial por los asuntos sexuales o manifestar un conocimiento atípico del sexo, bajo rendimiento escolar, poco interés por socializar, como también la confusión por la atracción por el mismo sexo. Uno de los métodos que puede emplearse con el niño puede utilizarse la terapia de juego, la cual se basa en que el paciente pueda utilizar la autoexpresión de una forma natural de sentimientos y problemas. Esta terapia puede ser directiva o no directiva, es decir en la cual el terapeuta asume la responsabilidad de guiar e interpretar, o bien puede ser no directiva, en esta última el terapeuta deja que sea el niño el responsable de la interacción del juego, en algunos casos el paciente puede involucrar al terapeuta dentro del juego.
La terapia de juego no solo permite la libertad de expresión del niño, sino también accede conocer la proyección a través de los distintos tipos de juguetes que pueden indicar el relato de forma específica del suceso. Es importante que el espacio de la clínica sea cómodo y seguro, los juegos deben ser aptos para la edad del paciente, no deben representar agresividad ni que puedan poner en peligro su seguridad. Parte de la psicoterapia, es importante detectar en los niños quienes son víctimas de abuso sexual, ya que esta problemática perpetúa en la familia, estos pacientes son llevados a psicoterapia con la finalidad de poderles brindar una ayuda cuyo fin sea el apoyo para sobrevivir a este tipo de violencia. Ante la difícil situación por la que pasan algunos niños por el abuso sexual, es necesario denunciar estas situaciones ya que no es justo para ninguna persona vivir este delito y callarlo, porque el silencio puede generar más víctimas.