Autismo con dignidad
Por tercera vez os pido que nos sumemos a enviar cartas y mails a la Real Academia de la Lengua para que modifiquen la definición de "autista" en el diccionario, pues con ello amparan su uso peyorativo.
Autismo sin mitos
Estaría genial que inundemos las redes sociales y nuestro entorno con mensajes que asocien autismo con calificaciones positivas:
Autismo es esfuerzo, es tesón, es constancia, es superación, es minuciosidad, es sensibilidad, es ¡logros!
Autismo sin usos peyorativos
Este es el modelo de carta que podemos usar -que cada uno sea libre de hacer las modificaciones que considere-, y al final os dejo las direcciones:
Estimado Sr. (a quien lo dirijamos):
Sabido es el uso y abuso de los términos "autismo" o "autista" no solo asociados a connotaciones negativas, sino también con el ánimo de descalificar e incluso insultar a otras personas. Leemos o escuchamos "fulanito es autista", "este gobierno es autista" o "el autismo de menganito" para referirse a personas que son incapaces, que no hacen su trabajo, que no escuchan, que mangonean, que cometen un error tras otro, que no sienten, que ignoran, que…
Soy madre de adolescente autista (aquí cada uno presenta su situación). Mi hijo me demuestra cada día sus sentimientos, sus ganas por ser uno más, su implicación por hacer de este mundo un lugar mejor. Es un chico que lleva años esforzándose el doble para mostrar que el autismo no es sinónimo ni de incompetencia, ni de aislamiento ni de incapacidad. Pero muchos se empeñan en el mito y usan la condición de mi hijo para descalificar a otras personas y sus gestiones. "¿Es que yo no valgo, mamá?", me pregunta, y yo pienso en lo injusto del lenguaje.
El autismo abarca personas con un amplio espectro, con más o menos necesidades de apoyos. Pero ninguna de ellas está aislada en otro mundo y sus esfuerzos por comunicarse –con o sin lenguaje- son merecedores de todo el respeto. Son luchadores natos. Y con esos usos peyorativos se atenta contra su dignidad, además de obstaculizar la inclusión en una sociedad que debería valorar la diversidad de todas las personas.
Muchos enviamos cartas o dejamos mensajes al cuerpo de una noticia cada vez que se produce ese abuso. En ocasiones, logramos la reflexión e incluso la rectificación. Pero ¡ay, madre!, con la Real Academia de la Lengua hemos topado, y nos tiran metafóricamente el diccionario a la cabeza con su desfasada definición de autismo. Un golpe que duele.
El hecho de la RAE siga manteniendo estas definiciones no solo provoca un daño innecesario, sino que además no se ajusta a la realidad. A finales del 2009 iniciamos una campaña con envío masivo de cartas, y hubo una modificación en el 2014, con estos resultados:
· Definición de autismo: 1. m. Repliegue patológico de la personalidad sobre sí misma.2. m. Med. Trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social, caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados.
· Definición de autista en su acepción 3. adj. Dicho de una persona: Encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad.
Ustedes con esta nueva acepción 3 estaban dando carta blanca a su utilización de forma peyorativa, fomentando los mitos y creencias que rodean a esta condición de la neurodiversidad. Ocho años han pasado, ocho años sintiendo el estigma, la exclusión, el menosprecio. Ahí sigue la palabra autista como arma arrojadiza contra una persona o una institución que no escucha a nadie, es insensible a las demandas ciudadanas o carece de sensibilidad con los individuos o la colectividad. No solo están amparando el convertir en "políticamente correcto" un uso que ni siquiera advierten que pueda ser figurado o metafórico, sino que además la traslación es falsa: autismo es esfuerzo, es tesón, es constancia, es superación, es minuciosidad, es sensibilidad, es ¡logros!
Considérelo, por favor: llamar autista a una persona con ánimo descalificador conlleva una discriminación hacia la comunidad autista. Estoy segura que conoce la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (2006), a la que España se sumó con entusiasmo y que obliga a todos, pero de un modo especial a las instituciones, a velar por la consecución de los objetivos. Un uso inadecuado del lenguaje puede suponer una violación de la Convención. Si además le recuerdo el lema de la Academia: "Limpia, fija y da esplendor", coincidimos entonces en la necesidad de "limpiar" el lenguaje de todo aquello que, por muy arraigado y popular que sea, implique un tratamiento contrario a la dignidad de las personas autistas. De ahí que exijamos que se elimine la tercera de las acepciones que figuran en la edición impresa de 2014, sobre cuya inclusión tal vez no se hubiera reflexionado suficientemente.
Escribo esta carta con el convencimiento de que se harán eco de nuestra demanda. Confío en que pronto podamos dirigirnos de nuevo a la Academia Española para expresar nuestra alegría por haber reconsiderado y reconocido la dignidad de la comunidad autista.
Reciba un cordial saludo,
firma
Dónde enviar las cartas
Asunto: Que la Real Academia no ampare usar autista como insulto
Mandamos carta a:
Excmo. Sr. D. Santiago Muñoz Machado
Director de la Real Academia Española
Calle de Felipe IV, 4
28014- MADRID
Mandamos mails a:
Equipo de comunicación: comunicacion@rae.es
Directora de comunicación: olivia.piquero@rae.es
Prensa: mdelrio@rae.es
Webs y redes: mdiaz@rae.es
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