CUANDO
LA DISCAPACIDAD LLAMA A LA PUERTA
Cuando la discapacidad (Diversidad
Funcional) llama a la puerta no pregunta
si el color de tu ropa recién puesta es ROSA o AZUL, no entiende de género.
No discrimina por sexo, ni de religión, ni
de raza, ni el color…No entiende, simplemente arrasa. Tampoco entiende de que
tendencia o pensamiento político es el lugar donde se mete, ni cuál es la
situación económica. La Discapacidad
llama a la puerta sin previo aviso, no diferencia y te pasa factura a los 0
años, a los 2 a los 6 a los 18 a los
30 y así sucesivamente. Se puede presentar en forma de célula
tridimensional, enfermedad vírica…a modo de accidente vascular, accidente de tráfico,
tiene muchas versiones. Las personas del
entorno , la vecina, el tendero… solo perciben su presencia cuando la ven a través
de algo que se puede palpar, tocar, visualizar, una silla de ruedas, por
ejemplo, unos rasgos físicos diferentes, un bastón blanco…… y se horrorizan y se oye entre susurros, “Que
pena” “Pobrecito” “Que carga”. Que equivocados estáis vecina, tendero; no sabéis
que una Discapacidad, la discapacidad se presenta en cualquier momento, en
cualquier lugar y tiene muchas caras, no te lamentes, míralo de diferente
manera, aprende a mirar.
Hay muchas personas que se descartan automáticamente
de la adquisición de responsabilidades, como si de un juego se tratase, antes
de que las cartas estén repartidas, es decir, sin esperar a que florezca el
crecimiento y llegue a tener las condición de ser humano, hacen ¡PLAS! Y segregan.
¡Qué peligro tienen!
Pero eso no va conmigo, con nosotros, yo no
quiero descartarme, de ver a los niños y niñas crecer, que me besen, que me
babeen, que me muerdan en definitiva sentirlos, vivirlos.
Por eso a mí, y desde esta asociación, no nos va nada eso de las mordazas y el qué dirán,
y desde la LIBERTAR que me otorga vivir en Democracia, decimos: NO ME RESIGNO.
No me resigno a que me segreguen.
No me resigno a que a mi amiga María le amenacen
con retirarle la patria potestad de su hija,
si no consiente a enviarla a un
colegio de Educación Especial, cuando no está de acuerdo con hacerlo.
No me resigno, a consentir que una Comunidad Autónoma pretenda que un Decreto
Ley este por encima de una Ley Orgánica, y/o por encima de los Derechos Humanos.
No me resigno, a que se me juzgue por lo que
NO sé hacer o decir en vez de por mis capacidades.
No me resigno, a que mi hijo o hija se le
niegue la inclusión en un centro educativo “NORMALIZADO” ni que se le ofrezcan las respuestas
educativas que merece y que como miembro de este pueblo soberano le
corresponden.
No me resigno, a que otros niños y niñas se
pierdan la posibilidad tan maravillosa de conocer a otros niños y niñas por el
hecho de no estar incluidos en esta comunidad educativa.
Y no me resigno a que por decreto ley, por
ley, por sectarismo, por ideologías manifiestas, se eliminen de un plumazo años de estudios, de planteamientos, teorías y
hechos de los mejores investigadores e investigadoras de la evolución y
crecimiento sobre el ser humano, Piaget, Montessori, Vigotski, entre otros, y
que me impongan un Currículo a años luz de la realidad.
Y no me resigno a que Vds. que me miran, y
que tienen hijos e hijas en edad educativa se resignen a ver cómo nos vapulean
y nos someten.
No me resigno a no tener una escuela INCLUSIVA, la Diversidad es un hecho estamos ahí,
les guste o no les guste.