Compráramos "La desaparación de los rituales. Una topología del presente" de Byung- Chul Han unos días antes del inicio de esta extraña situación, desde entonces volvemos en reiteradas ocasiones a las lúcidas y premonitorias reflexiones de este filósofo coreano afincado en Alemania del que ya habíamos leído otros títulos como " Hiperculturalidad", "La sociedad del cansancio", "La salvación de lo bello" o "La expulsión de lo distinto". Todos ellos caracterizados por la brevedad, concisión y certera disección de la sociedad actual. Sorprende leer sus ensayos escritos hace ya unos años, tan proféticos y tan asequibles incluso para personas que no tenemos una grande formación filosófica.
Si bien cuando lo leímos en marzo nos hizo caer en la cuenta de un riesgo que acechaba a la sociedad actual, ahora tenemos la certeza de que caminamos hacia ese abismo, especialmente en lo que se refiere a la infancia. Si algún día salimos de este túnel, habremos dejado por el camino la mayor parte de los ritos que nos consolidaban como comunidad. Y puede ser dramático, ya que, como él dice, "los rituales le dan estabilidad a la vida gracias a la repetición", " objetivan y proporcionan una referencia del mundo". Ritos de socialización, de celebración, de paso, de cierre o de transición están ahora en riesgo de desaparición.
"Los rituales, como acciones simbólicas, crean comunidad sin comunicación, pues se asientan como significantes que, sin transmitir nada, permiten que una colectividad reconozca en ellos sus señas de identidad. Sin embargo, lo que predomina hoy es una comunicación sin comunidad, pues se ha producido la pérdida de los rituales sociales."