El próximo 26 de octubre la Escuela Pública ha sido convocada a manifestarse contra las reválidas, la LOMCE y los recortes.
Soy Pública muestra su rotundo rechazo a las reválidas, de rancias y oscuras reminiscencias franquistas, pues constituyen no solo una barrera educativa que expulsa a gran parte del alumnado -en continuidad con las políticas educativas elitistas y segregadoras que se llevan a cabo-, sino que esta medida vuelve a desprestigiar y deslegitimar la propia tarea profesional docente a través de un proceso externo de auditoría llevado a cabo por la lucrativa iniciativa privada -en consonancia con la mercantilización y privatización del sistema educativo en este país.
Con todo, estas reválidas son solo una parte del problema:
- Están desmantelando la Escuela Pública y acabando con la democracia en los centros al imponer directores.
- Arrasan con la inclusión y la cooperación en la escuela pública, mientras recortan, elaboran rankings y promueven la educación privada a través de los conciertos.
- Están pervirtiendo el papel emancipador de la educación al elaborar currículos sesgados al servicio de la ideología neoliberal y religiosa, en detrimento de otras materias...
...Y un largo etc.
Las agresiones a las que se está sometiendo a la Escuela Pública merecen una contestación continuada, unánime y contundente por parte de todos. Sería bueno que la comunidad educativa en pleno se uniese a la propuesta de paro y movilización el día 26 de octubre. Es tiempo de acción conjunta y decidida, de mostrar nuestra indignación ante estas medidas que socavan profundamente los pilares de la educación pública.
La movilización de ese día hemos de entenderla solo como un primer paso de lo que debería ser un proceso de movilización continuado para conseguir nuestros objetivos: la Escuela Pública que queremos para todos y todas.
Es necesaria la perseverante movilización de toda la comunidad educativa, que no puede estar supeditada en ningún caso a las timoratas propuestas e intereses acomodaticios de los sindicatos mayoritarios. En estos delicados momentos en los que nos jugamos el futuro de la Escuela Pública, la comunidad educativa ha de mantenerse más unida y decidida que nunca a actuar para revertir este proceso político que pretende devastar lo público y acabar con la justicia social en nuestro país.
Solo la conjunta, convencida y constante lucha reivindicativa de la propia comunidad educativa nos dará los frutos esperados.