MareaVerde |
Posted: 27 Apr 2017 10:34 AM PDT
Madrid destina 100 millones en tres años a colegios que segregan por sexos, la mitad de ellos del Opus
Actualmente hay 18 centros concertados religiosos que ofrecen educación separada para niños y niñas y que reciben financiación pública en la Comunidad de Madrid
Nueve de estos centros están directamente vinculados con el Opus y en estos tres años han recibido en total 51,2 millones de euros
La Comunidad de Madrid ha invertido en los tres últimos años 98,5 millones de euros en financiar colegios concertados que segregan por sexos a sus alumnos. Según informan desde la Consejería de Educación, actualmente en esta región hay 18 centros que ofertan educación diferenciada para niños y niñas y que reciben fondos públicos. Todos son religiosos, la mitad de ellos vinculados al Opus Dei y el resto a fundaciones con raíces católicas.
En 2015 el Gobierno regional destinó 34,8 millones de euros a este modelo educativo, en 2016 desembolsaron 37,7 millones y hasta agosto del 2017 prevén gastar 25,9 millones; 98,5 millones de euros en total. La Comunidad de Madrid ha facilitado estas cifras tras una solicitud de información de eldiario.es al portal de transparencia regional.
A pesar de que esta redacción pidió las cantidades invertidas desde el año 2009, el Gobierno regional solo ha aportado –tras una reclamación presentada ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno– la información "referida al periodo asumido por esta dirección general (ejercicios 2015, 2016 y hasta agosto de 2017)". Ya en el año 2012, Comisiones Obreras denunció la opacidad de la administración regional para acceder a estos datos.
Entre los 18 colegios que ofertan educación segregada las cantidades recibidas son dispares. El polémico colegio Juan Pablo II de Alcorcón recibió en estos tres años 6,7 millones de euros (2,3 en 2015; 2,5 en 2016 y 1,8 hasta agosto de este 2017). Este colegio ha acaparado titulares, entre otros casos, por la investigación abierta por la Comunidad de Madrid para comprobar si ofrece talleres de ganchillo solo para alumnas y limitan las visitas al estadio del Real Madrid solo para sus alumnos, tal como informó la Cadena Ser.
En este centro la docencia de Primaria y Secundaria se imparte en aulas diferentes y reservan los espacios comunes para que sean compartidos por alumnos y alumnas, lo que denominan "educación diferenciada mixta". Abrió sus puertas en el curso 2010/2011 y pertenece a la Fundación Educatio Servanda. Esta organización gestiona otro centro, con el mismo nombre, en Parla. Por él han recibido durante estos tres años 2,4 millones de euros. Sumando lo recibido por estos dos centros, esta fundación ha gestionado durante este periodo 9,1 millones de euros de dinero público.
51 millones para colegios del Opus
De los 18 colegios, el centro que más financiación pública ha obtenido es elTajamar. Durante el periodo en el que la Consejería ha facilitado información, este centro ha obtenido 12,3 millones de euros (4,6 en 2015 y 2016; y 3,1 hasta agosto de este año). Este colegio masculino está ya enraizado en la educación segregada de la capital y fue inaugurado en 1958, "secundando así un deseo expreso de San Josemaría Escrivá de Balaguer (fundador del Opus Dei)", explican en la página web oficial.
De acuerdo a la información suministrada por el Gobierno regional, dos colegios también vinculados al Opus Dei siguen de cerca al Tajamar en financiación pública: Las Tablas Valverde y Fuenllana. Cada uno de ellos ha recibido 9 millones de euros en total durante estos tres años. A este último solo asisten chicas y es una "obra corporativa" –recogen en su web– del Opus Dei.
Por su parte, el primero, Las Tablas Valverde, separa a los estudiantes en edificios según el género. Este colegio pertenece a Fomento de Centros de Enseñanza, una organización educativa que desde sus inicios solicitó a la prelatura de Escrivá de Balaguer "que le ayudara a mantener viva su identidad cristiana" en las escuelas que gestionan en todo el país. Esta compañía también coordina el colegio concertado masculino Los Olmos, que ha percibido 3,7 millones de euros durante los años en los que el Gobierno regional ha facilitado la información.
Entre las "obras corporativas" del Opus Dei financiadas en Madrid con dinero público también se encuentran los colegios femeninos Los Tilos con 4,9 millones de euros y Senara con 4,2 millones en estos tres años; y los masculinos Andel con 5,7 millones de euros y Retamar con 463.624 euros también en el mismo periodo. En el caso de este último, es un colegio privado que solo cuenta con concierto para un módulo de Formación Profesional de grado medio. Sin embargo, los otros tres centros ofrecen educación concertada en Primaria y Secundaria, en algún caso también en Infantil, Bachillerato y FP.
La última escuela vinculada a esta prelatura es el Centro de promoción rural de la mujer EFA Valdemilanos, que ha recibido 858.494 euros en la etapa temporal citada. Según explica la web oficial del Opus Dei, estas Escuelas Familiares Agrarias (EFA) comenzaron "alentadas por el impulso" de Escrivá de Balaguer. Así, sumando las cantidades percibidas por estos nueve centros, los madrileños abonaron 18,7 millones de euros en 2015 a centros directamente vinculados con el Opus Dei; 19,3 millones en 2016 y 13 millones hasta agosto del 2017; en total, 51,2 millones de euros.
Cinco colegios más en cuatro años
Según la Consejería de Educación, en el curso 2010/2011 había 13 centros de de este tipo y se han concertado entre 2011 y 2014 cinco colegios más que segregan. "Hay que recordar que durante el actual Gobierno de Cristina Cifuentes no se ha concertado ningún nuevo centro de ningún tipo, ya sea o no de educación diferenciada", apuntan desde este departamento. Según El País, en 2006 solo había seis colegios con educación segregada.
Teniendo en cuenta estas cifras, es evidente que, por un lado, durante los gobiernos de Esperanza Aguirre y de Ignacio González el número de centros que impartían este tipo de educación aumentaron y, por otro lado, que han surgido nuevas fundaciones –también católicas– que han comenzado a aglutinar la gestión de centros concertados que imparten educación segregada.
Una de ellas es la Fundación Arenales, que actualmente coordina cuatro colegios de este tipo y comenzó a funcionar hace tan solo ocho años. "En el 2009 iniciamos el colegio Alborada, en Alcalá de Henares. La acogida fue extraordinaria y un año después el colegio ya tenía 850 alumnos. Nos dimos cuenta de que había una fuerte demanda de este tipo de enseñanzas y así continuamos después en Carabanchel y Arroyomolinos", explicaba su presidente, Alfonso Aguiló en una entrevista publicada en la web de la Fundación. Aguiló, que durante once años se encargó de gestionar el colegio Tajamar, también dirige la Confederación Española de Centros de Enseñanza.
Según la información remitida por la Consejería, el centro que ayudó a impulsar este proyecto, Alborada, recibió 2,8 millones de euros en 2015; 3 millones en 2016 y obtendrá 2,1 millones hasta agosto de este año, un sumatorio total de 8 millones de euros. Asimismo, han recibido 4,6 millones de euros en estos tres años por el que tienen en el madrileño barrio de Carabanchel; 5,6 millones de financiación pública por el que gestionan en Arroyomolinos; y 2,9 millones durante el mismo periodo por el colegio Mª Teresa, localizado en Alcobendas.
Esta redacción ha intentando, sin éxito, ponerse en contacto con esta Fundación para recabar información sobre el tipo de educación que imparten y sus vinculaciones con movimientos eclesiales. "El colegio Arenales ha optado por la educación diferenciada en algunas etapas. Se trata de un modelo que tiene buenos resultados académicos, amortigua los estereotipos de género y fomenta el liderazgo de la mujer", apuntan en el portal online de uno de los centros. Además, Aguiló reconoce en esta web su pertenencia al Opus Dei, pero asegura que en estos colegios "no hay vinculación institucional con el Opus Dei ni con el Camino Neocatecumenal".
Más allá de fundaciones que aglutinen varios centros de este tipo, de acuerdo a la información facilitada por la Comunidad de Madrid, uno de los colegios que más financiación recibe es el Edith Stein con 6,7 millones de euros en estos tres años, y también imparte docencia mixta segregada en Primaria y Secundaria. Adscritos al grupo Chesterton Education, imparten su modelo educativo "desde una sólida y clara identidad cristiana y con un fuerte sentido de pertenencia a la iglesia católica".
Colegio cedido a exdirigentes de la Comunidad
Este grupo, según publicó en 2009 El País, fue promovido por "dos exaltos cargos del Gobierno regional, José Javier Fernández Santamaría, exdirector gerente del Canal de Isabel II, y Alejandro Sanz Peinado, exdirector general de Deportes, son presidente y consejero, respectivamente, de la empresa que dirige el centro". En aquel momento, la Comunidad aseguró que "no incurrían en incompatibilidad" al haber pasado dos años desde que ocuparan cargos públicos.
El colegio Monte Tabor, una "iniciativa del instituto secular de padres de Schoensttat", también obtiene seis millones de euros. En su web destacan que "la relación con Dios y con la Virgen María es el eje vertebrador de la vida escolar". Por último, el centro Stella Maris con 4,2 millones de euros, gestionado por los Discípulos de los Corazones de Jesús y María, ofrece también educación segregada mixta.
Según explicaron en la respuesta emitida a esta redacción desde la Consejería de Educación, "las cuantías que se indican han sido calculadas en función del número de unidades concertadas de cada centro y de los módulos económicos de financiación de los conciertos aprobados por las Leyes de Presupuestos".
Recurso ante transparencia
La Comunidad de Madrid se negó en un primer momento a facilitar las cantidades exactas que aporta a estos centros alegando que "la elaboración de un informe específico requeriría un tratamiento que obligaría a paralizar el resto de la gestión de los sujetos obligados a suministrar la información, impidiendo la atención justa y equitativa de su trabajo y el servicio público que tienen encomendado".
Sin embargo, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, previo recurso de esta redacción, no compartió la argumentación de la Consejería y consideraron que la información solicitada debe figurar en los documentos emitidos por la intervención General de la Comunidad de Madrid "al llevar a cabo la intervención previa del reconocimiento de obligaciones o propuestas de pago a los centros concertados anualmente". A pesar de que esta redacción solicitó información desde el año 2009, la Comunidad ha remitido los datos de los tres últimos años.
Comisiones Obreras denunció en un informe publicado en 2012 por Carmen Heredero, coordinadora del Observatorio de Igualdad de Género, la opacidad de la administración regional para permitir acceder a estos datos. En él destacaron "la falta de atención analítica de las instituciones educativas madrileñas" ante este tema, también reclamaron "la publicación en las estadísticas educativas del Gobierno de la Comunidad de Madrid, de los datos que den cuenta del fenómeno de la educación diferenciada".
Recientemente, en la publicación oficial sobre el sistema educativo regional, editada por la Consejería de Educación, tampoco facilitan el número de este tipo de centros y los estudiantes que estudian en ellos.
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Posted: 27 Apr 2017 10:04 AM PDT
EL DIARIO.ES publica este artículo
El Ejecutivo aún ultima la prueba de la Lomce de 4º de ESO y los requisitos para titular, lo que no ha gustado al Consejo Escolar del Estado
El examen pasa de ser obligatorio y tener siete partes a una prueba escueta que solo harán algunos alumnos seleccionados por cada comunidad autónoma
Las exigencias para tener el graduado también se han decidido relajar a dos meses de terminar el curso, el primero que no tendrá selectividad sino EBAU
Quedan dos meses para que acabe el curso, el primero de implantación completa de la Lomce y un año cuajado de enmiendas al diseño educativo que montó el exministro José Ignacio Wert. En los últimos meses, el Gobierno ha firmado reales decretos que modifican a otros en una montaña de cambios de última hora hechos sobre retoques anteriores. Uno sobre el otro, empezando por la suspensión de las reválidas anunciada por Rajoy en noviembre y acabando en los cambios en los requisitos para titular en ESO, todavía en fase de proyecto.
Si eres estudiante de instituto, te afectan todas estas modificaciones in extremis. Estas son las claves para no perderte en lo que pasará en este peculiar final de curso.
Si soy estudiante de 4º de la ESO, ¿tengo que hacer la prueba de la Lomce?
No. No todos tendrán que presentarse a la prueba. Solo los seleccionados por cada comunidad autónoma, que se encargará de elaborar sus propias preguntas sobre unos estándares comunes. José Ignacio Wert concibió esta evaluación como una especie de Selectividad pero en Secundaria, cuyo aprobado era imprescindible para sacarse el título de ESO. El actual ministro de Educación Íñigo Méndez de Vigo corrigió a su antecesor en el cargo y decidió con el respaldo de los gobiernos regionales que la prueba solo la hiciera una muestra de alumnos y alumnas de cada región y que no tuviera efectos académicos, solo diagnósticos. Es decir, que si te toca hacerla, no contará ni para tu expediente ni tampoco condicionará tu paso a Bachillerato o un ciclo de Formación Profesional.
¿Se sabe ya qué estudiantes serán seleccionados para hacerla y cuándo?
A estas alturas de curso, aún no. La orden ministerial que desarrolla estas pruebas no está aprobada todavía pese a que está previsto que se realicen entre mayo y junio. Se encuentra en fase de borrador, por lo que las comunidades no tienen confirmado cómo deben hacer su selección de centros y alumnado para la evaluación, cuyo diseño aún no está cerrado, además. El resultado de los cambios de última hora es que a un mes de la prueba los estudiantes que tienen que hacerla no lo saben.
Este borrador de orden ministerial, que se aprobará en las próximas semanas, no recoge ninguna indicación ni cuantitativa ni cualitativa sobre cómo debe ser la muestra, más allá de que sea "suficiente". Con estas directrices, las comunidades pueden excluir de su selección a los estudiantes con necesidades educativas especiales o incorporación tardía al sistema, lo que no ha gustado al Consejo Escolar del Estado, que dice en un dictamen bastante crítico también aún en fase de borrador que esta posibilidad puede "alterar" la capacidad de diagnóstico real del examen para hacer "comparaciones homogéneas". El Ministerio justifica que para evaluar cómo funciona el sistema –el objetivo último de estas pruebas, según la Lomce– no hace falta incluir a estudiantes que siguen programas personalizados.
¿De cuántas materias tengo que examinarme? ¿Hay que aprobar?
Si te toca, habrá cuatro exámenes. Y no, no hay que aprobarlo porque los resultados no tienen efecto en la vida académica de los estudiantes. El diseño de la prueba final de Secundaria ya se ha cambiado varias veces desde que Méndez de Vigo es ministro. Inicialmente iba a ser un examen tipo test, homogéneo en todas las comunidades y vinculante para obtener el título. El Gobierno aprobó un real decreto en julio del año pasado en el que aún la prueba tenía el estatus de reválida y constaba de siete partes correspondientes a siete materias.
Una vez paralizadas en el mes de noviembre, el Ministerio aprobó otro real decreto para modificar el anterior y está ultimando la orden ministerial que reduce a cuatro el número de exámenes: Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas, Geografía e Historia y Lengua Extranjera. En las regiones que tienen lengua cooficial, esta formará también parte de la prueba.
¿Quién corrige los exámenes?
La orden ministerial deja en manos de las comunidades autónomas la designación del personal que estará en las aulas durante el desarrollo de la prueba y luego la corregirán. Dice que sean "preferentemente" funcionarios externos al centro, la idea que tenía Wert para unas evaluaciones que se han desmontado casi por completo tras su marcha a París. Madrid, por ejemplo, sí tendrá "aplicadores externos", como confirma la Consejería de Educación.
Pero no todas las regiones lo harán así. El año pasado este punto fue objeto de polémica porque varias comunidades contaron con profesores del propio centro para vigilar las pruebas de Primaria, que se hicieron por primera vez el curso pasado, y el Ministerio les pidió explicaciones por escrito.
Entonces, ¿qué me piden para poder graduarme en ESO?
Para obtener el título no es necesario que apruebes todas las asignaturas ni que la nota media llegue al cinco. Esto último es nuevo, y de hecho aún no es oficial porque forma parte de un borrador de real decreto que está redactando el Ministerio y que supone volver a una situación similar a la que había con la anterior ley educativa, la LOE socialista.
El gran cambio es el relacionado con la nota media, pues la Lomce establece un mínimo de cinco que ahora se va a relajar. El Consejo Escolar del Estado va a pedir al Gobierno que "reflexione" sobre esta decisión antes de incluirla en el real decreto porque genera una "circunstancia anómala": los alumnos y alumnas pueden salir del instituto con un título en el que pone que su nota es un suspenso.
Se mantiene la posibilidad de pasar a Bachillerato con hasta dos suspensas siempre que que no sean simultáneamente Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas. Con la LOE el número podía ascender hasta a tres en "casos excepcionales". El escenario es bien distinto al que tenía en la cabeza Wert y que pasaba no solo por más de un cinco, sino por una reválida obligatoria al final de la etapa que dejaba sin título a los que no la pasaran.
¿Y para obtener el título de Bachillerato?
En el caso de la etapa posobligatoria, la Lomce establece –y el borrador de real decreto, también– que todas las asignaturas cursadas durante los dos años tienen que tener "evaluación positiva", igual que pasaba con la LOE.
¿Para qué sirve el examen que ha sustituido a la reválida paralizada?
Es una prueba muy parecida a la antigua Selectividad llamada Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad (EBAU) a la que solo tendrán que presentarse los alumnos y alumnas que quieran ingresar en un Grado. En algunas comunidades la prueba se ha denominado EvAU (Evaluación de Acceso a la Universidad).
Presentarse no será necesario para obtener el título de Bachillerato, un escenario lejano al planteamiento inicial que nunca llegó a aplicarse y requería a todos los estudiantes el aprobado en la reválida para titular, independientemente de si querían o no continuar sus estudios.
¿Se parece a la antigua Selectividad o es muy diferente?
Respecto a la extinta Selectividad, se mantiene la estructura y la ponderación de la nota, con un peso del 40% (el otro 60% es la nota media de Bachillerato). La evaluación incluye exámenes de las materias troncales del último curso –y no también de 1º como estaba previsto– y de dos específicas de cada itinerario (llamadas "de opción") pero solo de forma voluntaria para subir la nota hasta 14, como ya se estaba haciendo en los últimos años. La calificación de la EBAU tiene que ser superior a cuatro puntos y la media con la nota de Bachillerato, igual o mayor que cinco.
Por el camino se quedan muchas cosas. La más importante: la reválida tipo test para toda España que pensó Wert y que contaba con el rechazo de rectores y comunidades autónomas pasa a la historia, pero también la posibilidad de que las universidades hagan una segunda prueba a los estudiantes que quieran ingresar en sus aulas.
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