viernes, 7 de febrero de 2020

: Vagabundo tras la libertad



Vagabundo tras la libertad









Manuel R.

El pasado día 6 de enero, recordando tanta festividad, reproduje en mi muro de Facebook, una carta a los Reyes, escrita hacía 10 años. No era una carta al uso, sino una declaración de deseos a esos Reyes nada Magos, pero sí "Reyes Malosextremeños". Malos de solemnidad, actitud y aptitud.



Como nota introductoria, comenzaba expresando lo siguiente:

6 de enero, 11:40´:
Aunque han pasado 10 años de esta carta "A los Reyes Malos", lo que se expone en ella sigue siendo miserablemente actual. No ha caducado la dejadez, mirar a otro lado, ninguneo, falta de apoyos, sensibilidad, coherencia y apoyo a alumnado con necesidades educativas específicas, auxilio ante la marginación, discriminación y acoso a quienes sufren este terrorismo consentido por Educación y afines y un largo etc. 10 años donde se les escribió a 3 presidentes autonómicos, con repetición al actual; a tres consejeras de Educación y otras relacionadas; a multitud de directores generales y altos cargos, para finalmente dar con la callada como respuesta: Demasiados Reyes Malos, pajes y acompañantes poco ilusionantes

https://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/12/una-de-reyes-malos.html



Recordaba una breve cronología de actuaciones, en este caso hacia mi hija, solicitando una vez más que se atendiese a ella y a todos esos niños que, por un motivo u otro son marginados, excluidos, discriminados y acosados. En el caso de mi hija que se le atendiera en sus necesidades educativas específicas por su enorme inatención y sobre todo que se le respetara en todos los órdenes, ya que ella se vio obligada a dejar sus colegios por el temible acoso escolar padecido. Exilio obligado, puro y duro.

Como expresaba en la introducción, han pasado 10 años de esa carta denuncia y ella, a pesar de haber perdido su infancia y adolescencia, hace ahora un par de años y después de realizar los estudios desde 6º de Primaria a Bachillerato en casa, tuvo que verse obligada a dejar de nuevo un Instituto, donde intentaba estudiar presencialmente una FP de grado superior de Técnico en Educación Infantil, dado que de nuevo el clima, marginación y exclusión, tanto de supuestas compañeras como de parte del profesorado y relacionados, hicieron acto de presencia. Algunas personas conocéis de primera mano mis actuaciones, ya que la denuncia está interpuesta e incluso me habéis asesorado.

Como he venido realizando, hasta que hiberné mis blogs por distintos motivos, de vez en cuando invitaba a leer y, en el mejor de los casos a dar a conocer estas míseras realidades (de mi hija y de tantas y tantas víctimas de deplorables actos de este calado) a quien entendía partícipe, solidario y/o víctima de estas tropelías, porque al igual que muchas otras familias víctimas de esta falta de auxilio, apoyos y terrorismo permitido, entiendo que sucesos tan lamentables como estos, son enterrados por el silencio cobarde de quienes realizan, consienten y miran a otro lado. Ocultamientos y olvidos perpetrados que dan lugar a la no existencia de estos terribles casos con el paso del tiempo. Como dice una de esas muchas madres, Mª ANTONIA, que perdió a su hijo LOLO; una de las demasiadas víctimas mortales de este terrorismo consentido -me niego a olvidar-. Yo apuntaría más, "no hay derecho a enterrar a un hijo que fue inducido a suicidarse por estos motivos, como tampoco hay que enterrar su recuerdo, su paso por una obligada breve biografía rota y aniquilada; la realidad de estos miserables hechos y no la suposición, disfraz, ocultamiento y toxicidades de hechos, que sólo favorecen a depredadores y al entramado cómplice correspondiente".

Puedo entender que en la red deambulen demasiadas historias y que nos lleguen demasiadas para leer con la debida atención, sin más. Soy consciente que a menudo se lee la breve introducción y se mira la foto sin más, obviando la verdadera información que a continuación viene en forma de enlace.

Puedo entender además que no haya un compromiso por determinados hechos o situaciones y que publicaciones que lleguen no sean leídas o tomadas en consideración.

Puedo entender que quienes no han sufrido en sus adentros (en las carnes puedo asegurar que duele menos) situaciones de marginación, exclusión, discriminación y acoso de ellos o de sus hijos, realmente no entiendan o se desentiendan de tanto dolor ajeno.

Puedo entender la falta de compromiso por la generalizada falta de empatía social y demasiado postureo y apariencia fictia hacia problemas de terceros que, parece ser, "no nos incumben, no son problemas nuestros", aunque aparentemente demos a entender una preocupación manifiesta en todos los órdenes; apariencias que, de vez en cuando, son descubiertas por la inconsistencia, incoherencia, egocentrismo e incluso cierto narcisismo ocultado.

Puedo entender, básicamente que no hay tiempo ni es llamativo para cada uno determinadas informaciones. Al fin y al cabo, ¿Quiénes no hemos ido volando y saturados en demasiadas tareas de este nuestro día a día ajetreado para pararnos en todo?

Puedo y quiero entender que seamos libres para elegir leer, informarnos, creer en lo que nos interese, hacer apología de nuestra peculiar filosofía, opinar, reflexionar y apoyar creencias políticas, religiosas o de otro carácter.

Puedo entender todo eso y mucho más. Sin embargo, no puedo entender como cínica e hipócritamente individuos y demasiadas ONG´S que presumen de luchar por derechos sociales y humanos pueden criticar a quienes exponen situaciones tan injustas y míseras; más aún sirviéndose de falacias y mentiras, tergiversando hechos y usando, cual caprichoso puzle, determinadas cosas puntuales pero fuera de todo contexto, con tal de destruir incomodidades que señalan a incoherentes y dudosas actuaciones.

En mis muchos años en defensa de mi hija y de casos particulares con los que he intentado implicarme, me he encontrado en la inmensa mayoría de las ocasiones con barrigas llenas que ante la posibilidad de que se pongan en peligro determinadas prebendas han medrado por activa o pasiva; e incluso me han criticado y vertido descrédito y aislamiento, a través de bulos y rumores sobre mi persona y familia; arma frecuentemente empleada por aventajados aprendices de un tal Goebbel, ministro de propaganda nazi del III  Reich.

He comprobado como entraban en juego el desentendimiento, la inacción por incomodidad del tema o incluso por posturas políticamente incorrectas, doble vara de medir según el caso; excepcionalidades cuando el amiguismo y compadreo entraban en juego; demasiados Judas en supuestos templos a favor de los derechos humanos y, en definitiva, la hipocresía y cinismo sencillamente por medrar y temer perder posiciones privilegiadas. Una cosa es aparentar y otra es secundar lo que se dice… y es que las apariencias engañan.

Consúltese

https://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/07/la-rampa-del-silencio-complice.html



Como comenzaba en esta publicación, el pasado día 6 de enero, recordando tanta festividad, reproduje una carta a los Reyes, escrita hacía 10 años. No era una carta al uso, sino una declaración de deseos a esos Reyes nada Magos, pero sí "Reyes Malos extremeños". Publicación de la que hice partícipe en este caso a 41 personas que entendí, estaban relacionadas con los derechos humanos, trastornos diversos como el TDA/H, TEA, diversidad funcional y cómo no con familiares víctimas de este cáncer socioeducativo, consentido por activa o pasiva por demasiadas instituciones, denominado ACOSO ESCOLAR.

Sin embargo, me hizo mucho daño la entrada de una persona que hasta ese momento la tenía como "amiga o al menos conocida". Sinceramente no daba crédito a lo que decía. Cual elefante en una cacharrería, abrió la puerta de mi muro con un portazo sumamente agresivo, mientras soltaba impertinencias fuera de tono y de una osadía extrema, más aún cuando su iracunda actitud reclamaba que no hubiese hablado de su hija y otras falacias. Resultaba complicado tratar de ver la correspondencia con mis críticas y denuncias al Sistema educativo extremeño en este caso, por el sufrimiento no sólo de mi hija, sino el de miles de niños en esta y todas las comunidades autónomas de este país, dicen primermundista. Venía a decir que yo había entrado en su espacio insultando. Desconozco si enviar una foto con el enlace a esa publicación a un supuesto "amigo" es sinónimo de ataque. No entendí nada. Como agravante, esta impresentable difamadora viene autoproclamándose por activa y pasiva, defensora de los derechos humanos, siendo habitual verla hablar de la Convención de los derechos Humanos y sus logros. Supongo, por el ejemplo dado que defenderá selectivamente a quien ella considere oportuno, porque en el caso que exponía, lejos de comentar apoyos y denuncias de este esperpéntico sistema educativo nuestro, se lanzó cual can cabreado a ladrarme sin ton ni son, aduciendo absurdamente que de su hija no hablaba, entre otras muchas sandeces. Tras amenazarme con echarme a sus abogados, cosa frecuente, dado que no es la primera vez ni la última que usa este tipo de amenazas con quien osa desdecirla, no tuve más remedio que indicarle que adelante. No seré yo quien medre a tanto impresentable, independientemente que en este caso viniese acompañada y apoyada por otro impresentable que llegó a amenazarme, sino además por una persona que le guste o no, debería estarme bastante agradecida.

Continuará…
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