UniDiversidad. El blog de José R. Alonso. |
Posted: 18 Mar 2020 01:52 AM PDT
![]() Para buscar soluciones y frenar inercias en el acuciante problema del cambio climático hace falta, además de voluntad, compromiso e investigación, cerebro. Este artículo, no obstante, no pretende fomentar el buen uso de las neuronas para amortiguar esta emergencia ambiental sino plantear que nuestro mundo postindustrial está influyendo sobre el desarrollo cerebral de nuestros hijos. Sabemos que la contaminación en las ciudades supone uno de los problemas más importantes para nuestra salud. No es algo que nos pille de nuevas. Durante gran parte del siglo XX utilizamos tetraetilo de plomo como aditivo para las gasolinas. Un científico, Derek Bryce-Smith, estuvo entre los primeros que alertaron de la neurotoxicidad de este componente, especialmente para el cerebro de los niños. En la actualidad, las gasolinas con plomo están prohibidas en casi todo el mundo, pero la contaminación ambiental puede ocasionar graves daños en el desarrollo neural, en particular en los más pequeños. ![]() La exposición temprana a la contaminación atmosférica plantea un riesgo significativo para el crecimiento del cerebro debido a la presencia de sustancias tóxicas, tanto de forma directa (partículas diésel, monóxidos de carbono y de nitrógeno, dióxidos de carbono y de azufre, etc.) como por mecanismos indirectos que involucran a los sistemas circulatorio, respiratorio o digestivo. Vivir en entornos muy contaminados, grandes ciudades o cerca de grandes carreteras, está asociado a efectos negativos en procesos cognitivos, conductuales y psicomotrices, sobre todo en los niños. También se ha estudiado la influencia de la polución atmosférica sobre la estructura cerebral. Una investigación llevada a cabo en Estados Unidos (Beckwith et al., 2020) analizó si la exposición infantil a ambientes contaminados relacionados con el tráfico estaba asociada con diferencias en el volumen cerebral y el grosor cortical en el cerebro de los niños. Los investigadores utilizaron técnicas de resonancia magnética para obtener imágenes cerebrales de participantes de 12 años caracterizados por haber estado expuestos a niveles altos o bajos de contaminación atmosférica durante su primer año de vida. Emplearon la morfometría basada en vóxeles, una técnica de neuroimagen que produce representaciones en 3D con buena resolución de distintas regiones cerebrales. En los participantes del grupo de alta exposición a la contaminación se encontró una reducción del volumen de áreas de materia gris situadas en las circunvoluciones pre y post central izquierda, el cerebelo y el lóbulo parietal inferior. ![]() Antes de precipitarnos hacia conclusiones confusas, nos detenemos en el desarrollo neuronal en los niños. La formación y evolución del cerebro humano es un proceso complejo que se lleva a cabo en un periodo largo de tiempo. Durante el embarazo se forman las estructuras básicas del cerebro y comienzan a establecerse los circuitos neuronales que controlarán el movimiento, el habla, la memoria y otras funciones cognitivas. También se desarrollan estructuras que están implicadas en el funcionamiento de otros órganos: control hormonal, sistema neuromuscular, inervación de glándulas, etc. ![]() La exposición a agentes contaminantes del aire producidos por los combustibles fósiles durante el embarazo o la infancia pueden relacionarse con retrasos en el desarrollo cognitivo. ![]() El tratamiento estadístico de los datos indicó que el aumento en el desarrollo cognitivo a lo largo del año entre los niños que asisten a escuelas de zonas altamente contaminadas fue menor que el de los niños que van a escuelas de zonas poco contaminadas, incluso después de ajustar factores adicionales que podrían afectar a los procesos cognitivos. ![]() Estos hallazgos sugieren que, en comparación con la asistencia a escuelas en zonas con muy poca contaminación, los niños que van a escuelas con mucha contaminación pueden tener un incremento menor en el rendimiento cognitivo. La precisión de estos datos puede estar limitada por la influencia de otros factores; es decir, los niños que asisten a escuelas donde la contaminación es alta podrían haber compartido otras características desconocidas que afectaron a su desarrollo cerebral. ![]() Referencias
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