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Habilidades sociales y autismo: lo que necesita saber Habilidades sociales y autismoEl primer día de clase de su niño o niña es un acontecimiento emocionante, pero a la vez puede causar un poco de miedo. Usted seguramente desea que haga amigos, que tenga éxito en sus estudios y que disfrute aprendiendo. Pero, ¿qué ocurre si su niño o niña carece de las habilidades fundamentales para lograr esos objetivos? Los niños y niñas que padecen trastornos del espectro autista (TEA) tienen dificultades de comunicación e interacción social. Sin embargo, la terapia aplicada a las habilidades sociales puede ayudar a que se sientan más a gusto en los diferentes contextos que deberán afrontar. ¡Continúe leyendo para saber todo sobre la relación entre las habilidades sociales y el autismo y cómo usted puede ayudar! Habilidades sociales y autismo Una de las principales deficiencias de las personas que padecen de TEA es la interacción social. Los niños y niñas neurotípicos adquieren rápidamente comportamientos sociales en entornos de grupo. En cambio, los niños y niñas con TEA necesitan que se les enseñe explícitamente lo que deben hacer en cada situación social en particular. Las deficiencias en las habilidades sociales en los niños y niñas que padecende autismo se centran en el ámbito de la pragmática. El trastorno de la comunicación social (TCS) es un diagnóstico similar que a menudo se engloba bajo el nombre del TEA. Algunos de los rasgos más comunes son las dificultades del niño o de la niña para:
La terapia aplicada a las habilidades sociales es vital para el desarrollo general de los niños o niñas que padecen de autismo. Y los estudios demuestran que cuanto antes se inicien estas intervenciones, mejores serán los resultados. Terapia aplicada a las habilidades sociales En el proceso terapéutico pueden participar psicólogos, logopedas, docentes, madres y padres. La terapia aplicada a las habilidades sociales es una combinación de actividades, juegos de rol y juegos en general. El objetivo principal es mostrar a los niños y niñas cómo desenvolverse en diferentes situaciones sociales. Cómo ayudar a los niños y niñas a desarrollar sus habilidades sociales Antes de emprender el camino de la terapia aplicada a las habilidades sociales es necesario que modifique su forma de pensar. Comience por eliminar sus suposiciones y prejuicios sobre las interacciones sociales. Las interacciones sociales suelen ser sencillas para las personas neurotípicas. Pero el hecho de suponer que las habilidades sociales son un concepto sencillo puede ser perjudicial para el crecimiento del niño o niña. En cambio, es mejor aceptar que la persona que padece de TEA aprenderá esos comportamientos a su propio ritmo. Al mismo tiempo, hay que abandonar el pensamiento en términos de lo que es correcto o incorrecto. En lugar de eso, considere las actitudes o acciones como «esperadas» e «inesperadas». Explique al niño o a la niña cuáles son las acciones esperadas y por qué es preciso que las haga. Y no se olvide de explicar por qué las acciones inesperadas pueden confundir a los demás. Por ejemplo, si el niño o la niña tiene dificultades para mantener el contacto visual, no describa esa actitud como «incorrecta», sino queintente explicar que los demás esperan que sus amigos les miren cuando les hablan. ¡Equipare el contacto visual con mantener las amistades y con prestar atención! Actividades para trabajar en casa Las madres y padres neurotípicos pueden tener dificultades para enseñar las habilidades sociales porque a ellos les surgen naturalmente. Sin embargo, introducir las habilidades de comunicación en el hogar es muy sencillo con la ayuda de algunas actividades. Actuar como ejemplo para su niño o niña es una gran manera de enseñarle habilidades sociales. El control de las emociones suele ser un problema para el niño o la niña que padece de TEA. El hecho de explicar sus pensamientos en voz alta puede ayudar a los niños y niñas a establecer conexiones. Si usted se vuelca una bebida sobre suropa, podría decir: «¡Oh nooo!, he arruinado mi camisa favorita. Esto me entristece y, a la vez, me enfada un poco. ¿Intento lavarla o me compro una nueva?». Es decir, el exteriorizar su proceso de pensamiento puede ayudar al niño o a la niña a organizar sus propias emociones. Otras formas de enseñar habilidades sociales en casa son:
Los vídeos modelados y el automodelado en vídeo han dadoresultadosprometedores en los estudios de intervención. En esta actividad, los niños y las niñas visualizan vídeos breves en los que se muestran comportamientos específicos como, por ejemplo, establecer contacto visual o saludar a los amigos. Tras ello, pueden intentar imitar lo que han visto y practicar esos comportamientos. En el automodelado en vídeo, el papel del protagonista lo representa el propio niño o niña. Por ejemplo, puede grabar a su niño o niña mientras participa en un juego de mesa y luego podéis ver el vídeo juntos. Mientras lo visualizáis, podéis hablar sobre cómo aceptar la derrota, sobre la alternancia de los turnos, y otras características. Entrenamiento en habilidades sociales en la escuela La terapia aplicada a las habilidades sociales debe continuar en el aula. Una de las primeras cosas que deben hacer los docentes es crear un entorno propicio. Los niños y niñas que padecen de TEA suelen tener problemas sensoriales. El 98% de los padres y madres declararon que su niño o niña tenía dificultades sensoriales. Por ello, los docentes deben esforzarse por organizar aulas inclusivas. Los espacios de trabajo tranquilos son los mejores, con una iluminación suave y sin distracciones. El hambre y la sed también pueden afectar los niveles de atención en el contexto del aprendizaje. Por ello, mantener un horario constante para la merienda y un fácil acceso al agua pueden evitar la pérdida de concentración. Los compañeros y compañeras mentores son una forma excelente de animar a los estudiantes neurodiversos a socializar. El docente puede formar a un estudiante, a un grupo o a toda la clase para que actúen comocompañeros/as mentores. Los compañeros/as de clase pueden ayudar a modelar el comportamiento adecuado y facilitar las experiencias de aprendizaje a través del juego. Divesos estudios realizados han demostrado que los compañeros/as mentores tienen más éxito con los niños y niñas de entre 3 y 8 años. Y la actividad funciona en ambos sentidos, ya que los compañeros/as que actúan como mentores también disfrutan del proceso. Otras formas de incorporar la formación en habilidades sociales al aula son las siguientes:
El entrenamiento en habilidades sociales en la escuela debe reflejar las actividades en casa y viceversa. Si los padres, madres y docentes crean un plan cohesivo, el niño o la niña podrá alcanzar un nivel funcional de comunicación. El aprendizaje de los fundamentos de la comunicación Como padre, madre o docente, puede resultar frustrante observar a los niños y niñas en apuros en el ámbito de las habilidades sociales. Estas limitaciones les afectan en todos los aspectos de su vida, desde las relaciones sociales hasta los estudios. Su carrera, su salud mental y su vida familiar pueden verse afectadas desde que entran en el mundo de los adultos. Pero las habilidades sociales y el autismo no son irreconciables. A través de una terapia eficaz, los niños y niñas que padecen de TEA pueden aprender habilidades de comunicación. Si usted ha decidido ayudar a su niño o niña a desarrollar sus habilidades sociales, consulte nuestra biblioteca digital sobre el autismo.Allí también encontrará recursos listos para usar, como fichas y hojas de trabajo que le resultarán muy útiles.
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