El cultivo de fresas (fresa, fresas, fresón, fresones, frutilla, frutillas, fresal, fresera, amarrubia, madroncillo, mayueta), es un cultivo ideal para macetas, además es muy divertido, ya que empiezas a ver los resultados muy rápido. A las pocas semanas ya verás flores y fresas creciendo, como casi en el 90% de los cultivos solo precisas 3 cosas: tierra de buena calidad mezclada con compost, agua y sol. Un detalle importante sobre todo en el caso de las fresas es que la maceta tenga un buen drenaje, ya que de quedar estancado el agua puede que se le pudran las raíces y con los frutos debemos cuidar que no toquen la tierra en la medida de lo posible para que no se pudran. Una excelente solución es utilizar plástico que es lo que hacen los agricultores, de esta forma evitan el encharcamiento de agua y que las fresas toquen la tierra. Hace un tiempo aparecieron unos novedosos sacos para cultivar fresas (aunque también sirven para más plantas como hierbas aromáticas y hasta me atrevería con lechugas y otras plantas de hoja). Estos sacos se cuelgan, se llenan de tierra y luego se realizan huecos para colocar las plantas, tienen además la ventaja de ahorrar espacio y se venden a partir de unos 10 euros. Los sacos son de rafia. Hoy por hoy gracias a que los comercios están tratando de reducir las bolsas de plástico convencionales, muchos comercios ofrecen por muy poco dinero bolsas de rafia para la compra. Se produce a partir de fibras textiles sintéticas, principalmente, de polipropileno (PP) trenzado, son muy durables y no hay problemas en usarlas para uso alimentario, cultivo etc. Entonces, como no me gusta comprar cosas nuevas, cuando puedo reutilizar, me decidí a construir mi propio saco para cultivar fresas utilizando una bolsa de rafia. El método es muy similar al de cultivar frutillas en botellas plásticas. Bueno, la construcción no fue difícil es un material simple se puede cortar y coser como si se tratase de simple tela, a los pocos minutos tenía el saco listo. Aunque quedaba muy bonito era muy grande y tenía que tener en cuenta el peso de la tierra, el agua y las plantas por lo que decidí partirlo y obtener 2 sacos más pequeños; aproveche las correas de la bolsa original para colgar el saco de cultivo. Así que resuelto el tema del tamaño, empece con la tarea de llenarlo de tierra. Como comenté antes, el drenaje es importante, por lo que junto con la tierra y el compost, puse algo de fibra de coco que va muy bien para el drenaje, pero de no tener no se preocupen, ya que se puede usar desde paja hasta piedras pequeñas o trozos de macetas rotas. Una vez lleno el saco, con un cúter (cutter, trincheta) realice unos corte en forma de «V» invertida, en los lugares donde pondré las pequeñas plantas de fresas. Para colocar las plantas simplemente ahueque un poco la tierra con los dedos hasta hacer lugar suficiente para introducir la planta, una vez en su lugar podemos hacer presión en el saco con los dedos para asegurar la planta en el saco. Colocadas todas la plantas en los agujeros, las últimas las puse en la parte superior y cubrí la tierra con abundante fibra de coco, ya que la tierra no debe dejarse expuesta, para que el sol no la dañe. La tierra descubierta es una mala práctica agrícola. En la naturaleza la tierra siempre se encuentra cubierta por césped, hojas o plantas. Una vez completada la plantación regué con abundante agua, comprobando que el saco se comportaba de maravilla. Al igual que sucede al cultivar frutillas en botellas plásticas, a los 15 días las plantas lucían como si hubiesen nacido en la bolsa, y al mes empieza a llenarse de fresas y a visitar las abejas. Se ve que, como a los niños y las niñas, les encantan las fresas. El proyecto ha resultado todo un éxito. Funciona perfectamente. El coste es de menos de un euro. Algo sencillo de hacer que nos reportara unas fresas deliciosas este verano. Nota importante sobre nuestras frutillas en bolsas Las fresas precisan sol pero no muy directo, ya que si no se le queman las hojas, y riego abundante a diario que la tierra no se reseque. Si es necesario abonar, se puede hacer introduciendo el abono en el agua de riego y si se quiere aprovechar los estolones (hijos) que se generan en los meses de más calar, se puede realizar un nuevo agujero e introducirlo allí. Otra opción es cortarlo y ponerlo con un poco de agua un par de días hasta que se vea algo de raíz y luego ponerlo en un nuevo saco. Apunte final: el fruto se recolecta cuando esta totalmente rojo. Este post es autoría de Ecocosas puedes ver la entrada original en Como cultivar fresas en una bolsa de rafia reciclada |
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