El diagnóstico precoz y etiológico del síndrome demencial en la práctica clínica sigue siendo la evaluación neuropsicológica mediante el estudio del perfil cognitivo del paciente y el análisis cualitativo y cuantitativo de las funciones, tanto deficitarias como preservadas. Sin embargo,
un artículo
propone una batería neuropsicológica de evaluación cognitiva para
detectar deterioro cognitivo leve en cualquiera de sus formas clínicas y demencia, y para discriminar entre los principales perfiles del síndrome demencial en función de su clasificación topográfica y etiología (frontotemporales, temporoparietales, subcorticales, corticosubcorticales y multifocales).
La batería que se presenta se compone de una combinación de tests neuropsicológicos en su mayor parte baremados en población española y dirigida a poner de manifiesto aquellos perfiles propios de cada enfermedad; por ejemplo, denominación y compresión de órdenes, versión NEURONORMA del test de recuerdo selectivo y facilitado de Buschke, test de paisajes, dígitos directos e inversos, test del reloj, etc.
Los autores creen que la aplicación de este protocolo de evaluación cognitiva en una consulta especializada de evaluación neuropsicológica tiene un enorme potencial. Su aplicación es relativamente fácil y rápida, pero su interpretación ha de realizarse por un neuropsicólogo experto. Sólo así es posible su utilidad para ayudar en la detección de demencias iniciales, discriminar entre diferentes tipos de demencia, clasificar la gravedad de un cuadro demencial, contribuir al pronóstico, orientar la rehabilitación y servir como medición de base para ponderar cambios.
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