Este es el relato, en primera persona, de una de las personas que se han visto coaccionadas y represaliadas hoy, 20 de noviembre, por ejercer su derecho al voto con su camiseta verde. Una profesora, C. D., que es -además de una excelente profesional- una de mis mejores amigas, alguien de quien aprendo cada día y cuyo compromiso es responsable, en gran parte, de mi pasión por la enseñanza. Para ella, hoy más que nunca, todo mi cariño y mi admiración. Así resumía, hace unos minutos, su experiencia, un sucesos INADMISIBLE en un país supuestamente democrático:
Recién llegada de votar en el C.P. Pedro Duque. Sí, acudí con mi camiseta verde. Esperando a votar en el salón principal (había cola) fui abordada y rodeada por dos policías nacionales y tres municipales pidiéndome la documentación por entrar con esa camiseta. Tratada como una delincuente, con las miradas del resto de ciudadanos (el colegio estaba a tope) me obligaron a quitarme la camiseta y me tomaron los datos. Yo exigí que me enseñaran la Instrucción donde aparece eso (me consta que es así para los que están en las mesas pero no para los votantes) y ellos no la tienen. Claro que no, fueron dos personas JÓVENES apoderados del PP los que me miraron de arriba a abajo y acto seguido fueron corriendo a buscar a la policía para que actuaran (tengo testigos de esto). Antes me habían visto los policías al entrar y no hicieron nada, que es lo normal. Me voy de allí con mi hermana (qué haría sin ella) con unos sentimientos de abuso de poder y de manipulación política tal que me entristecen y solo me conducen a pensar en lo que nos espera después de hoy... Seguiré luchando y denunciaré estos hechos. No nos van a parar.
C. D.
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