Del blog amigo Valles y Cumbres:
En esta entrada intentaremos explicar qué es el cheque escolar y analizar qué efectos tiene de cara a los alumnos, las familias, los docentes y el Estado, para acabar reflexionando sobre la hipotética implantación de este mecanismo en España.
Según Wikipedia "el cheque escolar es un sistema de financiación educativa que consiste en que el Estado entrega a los padres una cantidad de dinero (o un bono canjeable) por cada hijo en edad escolar, cantidad con la que se abonarían los gastos del centro educativo donde aquellos eligiesen matricularlo, según su conveniencia particular". En otras palabras, las familias reciben del Estado una especie de "vale", que contiene el dinero necesario para la escolarización de su hijo. Los padres entregan ese "vale" en el colegio que libremente escojan, lugar donde se canjearía.
Argumentos a favor
Los partidarios del cheque argumentan que de esta manera se activa la competitividad entre centros, y por tanto aumenta la calidad educativa: ningún colegio ni instituto podrá 'relajarse' en la lucha por conseguir más matrículas, hecho que también motivaría a los docentes para conseguir mejores resultados en los exámenes externos (como las reválidas o las pruebas CDI). Se desecha la idea de que el Estado sea quien garantice la Educación: ganará quien resulte más económicamente rentable.
Otro argumento que esgrimen sus seguidores es la libertad de elección que conllevaría su implantación, puesto que los padres podrían escoger de entre todas las opciones a su alcance, rebajando así el riesgo de adoctrinamiento por la propia Administración. Los centros tendrían mayor autonomía para diseñar sus propios proyectos educativos, enfocados a resultar atractivos a las familias. Además, se cree que aumentarían los docentes emprendedores que se asocien para crear nuevos centros donde ofertar sus ideas pedagógicas, estimulando así la economía del país. Siguiendo con las razones de carácter económico, el cheque escolar es visto como una medida con la que el Estado se ahorraría gran parte del dinero que actualmente invierte en Educación, optimizando costes y cediendo protagonismo a la empresa privada.
Por último, se considera que garantizaría la libertad religiosa al posibilitar la creación de centros específicos -siempre sujetos a la demanda-, y también resolvería el problema lingüístico ya que las decisiones de los políticos sobre el uso de idiomas en clase no serían vinculantes y tendrían que plegarse al movimiento de los mercados.
Antecedentes del cheque escolar
Esta teoría educativa tiene su origen en la obra de Milton Friedman, uno de los padres del liberalismo económico que abogaba por la no intervención del Estado dejando toda la sociedad en manos de los mercados (Educación, Sanidad y Servicios Sociales incluidos). Margaret Thatcher, ex-primera ministra del Reino Unido y férrea defensora de la privatización y el recorte de prestaciones sociales, impulsó el funcionamiento del cheque escolar durante su mandato, que acabó siendo retirado pocos años después por considerarse inadecuado. También Augusto Pinochet utilizó las teorías de Friedman en su dictadura, aunque las masivas movilizaciones y revueltas sociales chilenas de 2011 y lo que llevamos de 2012 en defensa de un sistema educativo justo y accesible también son consecuencia de la implantación de estas mismas ideas.
En la actualidad
El cheque escolar funciona en varios países: Australia, Nueva Zelanda, Chile, 5 regiones italianas, Suecia, Dinamarca y en algunos estados de Estados Unidos. Si exceptuamos a los países de nuestras antípodas (con culturas y economías bastante diferentes),ninguno de los estados que utiliza el cheque escolar destaca en sus resultados académicos. El caso de los países nórdicos es especial, puesto que combinan el cheque con una gran inversión en gasto público y una sólida intervención del Estado en materia educativa; además si comparamos su realidad escolar con el resto de vecinos escandinavos (Finlandia, Noruega, Islandia) se observa que los modelos de Educación estatal de éstos y los resultados que cosechan son admirados y envidiados en el resto del mundo. En cuanto al uso del cheque en Estados Unidos -cuna mundial del capitalismo y el neoliberalismo-, si bien en ciertos casos ha obtenido buenos resultados combatiendo la segregación racial en centros-gueto, no parece que los 46 millones de pobres que viven en ese país (prácticamente la totalidad de la población española) sean un buen indicador de igualdad de oportunidades y del poder de la promoción social que debe ejercer la Educación.
En España
En nuestro país existen varias corrientes que defienden la implantación de este sistema. Es de sobra conocida la devoción que Esperanza Aguirre tiene por las políticas de Thatcher (acción privatizadora, reducción de poder de los sindicatos y resto de movimientos estratégicos extremadamente neoliberales); de hecho ya ha dado los primeros pasos en el sector educativo madrileño al reducir la Escuela Pública a menos del 50% del total (en España la media es del 79%), implantar el Bachillerato de Excelencia o su delirante programa bilingüe, en un claro esfuerzo por segregar y desmantelar el sistema público. El propio ministro de Educación J.I. Wert, de corriente no menos neoliberal que la anterior, ya dejó claro su apoyo sobre el particular. También mantuvo hace poco una reunión secreta -no dio información ni se publicó nota de prensa alguna- con representantes de la Educación chilena entre los que no faltaban miembros del Opus Dei, de la orden de los Legionarios de Cristo o algunos relacionados con el régimen pinochetista.
El PP no es el único partido que preconiza este sistema: en los últimos tiempos tambiénUPyD coqueteó con el cheque, aunque finalmente no fue incluido en su programa electoral del pasado 20-N. Reproducimos una pequeña parte de un documento colgado en su web, utilizado en la elaboración de dicho programa, y que puede servir como declaración de intenciones de dicho partido:
- La enseñanza es un sector con comportamientos similares a cualesquiera otro económico. No hay lugar que queda desabastecido de panaderías. Una enseñanza estatal es un modelo tan ineficiente como una minería o una siderurgia estatales.
Finalmente, también existen asociaciones que apuestan abiertamente por el cheque escolar: la más conocida es HazteOír, íntimamente ligada a la Iglesia Católica y a los sectores políticos más conservadores, famosa por organizar manifestaciones anti-aborto y pro-familia, y luchar activamente contra los derechos de las personas homosexuales.
En definitiva
El cheque escolar es un sistema educativo que promete excelencias nunca demostradas con anterioridad. Los argumentos a su favor son casi en su totalidad de ámbito económico, dejando el aspecto educativo en un segundo plano: la competitividad privada no garantiza por si sola una mejora de la calidad de la enseñanza. Al respecto, es llamativo que los países con los mejores resultados del mundo sean los que más y mejor invierten en Educación: Finlandia y Canadá un 7% de su PIB; más sorprendente aún es que, de los países con cheque, Suecia invierte un 6,8% o Nueva Zelanda un 7,2%, etc. Esto demuestra que la liberalización no es la solución, aunque los fanáticos del chequese jacten de que Chile haya reducido hasta el 3,4% su aportación.
Desde este Colectivo siempre hemos defendido a la Administración como la institución que debe garantizar la Educación y su gratuidad, algo que no se aseguraría en absoluto con el funcionamiento del cheque escolar. La enseñanza pasaría a ser mercantilista, y por tanto los niños serían tratados como mercancía; poniendo un par de ejemplos claros, para los centros sería más prioritario construir una piscina que llame la atención de las familias y así conseguir que matriculen allí a su hijo antes que contratar un profesor especialista en Audición y Lenguaje, o desembarazarse de un alumno con problemas que requiera atención para que otro más autónomo ocupe su plaza. En cuanto al profesorado, la precarización se cernería sobre cientos de miles de docentes por el empeoramiento de las condiciones profesionales (competitividad lo llaman) y la evaluación por resultados, lo que facilita la explotación laboral. Se da por supuesto que el encarecimiento progresivo (más allá de lo que contenga el cheque) es inevitable, expuesto a los acuerdos internos de la patronal y otras jugadas no controladas ya por el Estado. ¿Y qué decir de los resultados académicos? La lucha entre centros sería encarnizada, llegando al extremo de lo ocurrido en Inglaterra con el escándalo de los exámenes falseados para ocupar los mejores puestos. Ya ni hablamos de lo que sucedería con la escuela rural, incapaz en la mayoría de los casos de ser económicamente rentable: la desaparición sería su única opción, como hemos comprobado en el documento de UPyD.
Por todas estas razones la Escuela Pública debe seguir existiendo. Dicen que el cheque escolar garantiza la libertad de elección, pero eso es algo que ya existe: tenemos una Pública con los recursos necesarios para acoger a TODOS los alumnos, sea cual sea su nivel o necesidad, y colegios privados por los que las familias pueden optar si así es su deseo. Manifiestan que la escuela concertada es más barata: desmontemos ya ese malintencionado mantra replicando una y mil veces que el concierto educativo es un timo por el que se paga y después se repaga y copaga con creces. El neoliberalismo económico, que también podríamos llamar "dejad que los mercados hagan lo que les plazca", nos ha llevado a esta situación de crisis-estafa que sufrimos el 99% de la población, y ahora nos intenta confundir de nuevo con un arrebato consumista ("toma, te lo regalo, puedes gastártelo donde quieras"). ¿También vamos a permitir que nos quiten nuestra Educación Pública?
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