Una lectura interesante:
De nuevo, como no soy profesor de Religión, sino de Lengua castellana y su literatura, me encuentro en paro desde el día 30 de junio (dejando a salvo los días de vacaciones). No soy profesor de Religión, de manera que el Estado no se gasta 700 millones de euros en pagar mi sueldo, más de 70 millones en la Comunidad Autónoma de Madrid, en la que imparto clases. Como no enseño –si es que se siguen enseñando, porque mis alumnos de 1º de ESO los desconocían en absoluto–, los diez mandamientos o la historia de Jonás y la ballena, que ni les sonaba a los de 3º de ESO cuando salió a colación en el Lazarilloy para qué voy a hablar de las virtudes teologales o cardinales, que ninguno de mis alumnos desde 2008 se ha sabido nunca ni en 3º de ESO ni en 1º de Bachillerato; como no me limito a poner una película y otra y otra más, en definitiva, estoy en paro.
Nunca me había preocupado tanto como este año. Hasta este curso, los institutos donde había dado clase tenían un número residual de chicos en esa optativa, pero este año he presenciado una especie de chantaje exitoso que elevaba el porcentaje de alumnos al 90% o más, un chantaje cometido por medio de excursiones al parque de atracciones o a la bolera o al campo, disfrazadas de convivencias religiosas (no sé yo qué diría San Ignacio de estos retiros espirituales), para que eligieran esa asignatura. Porque, claro, los que no están en Religión, con sus doce o trece años y sus ganas de divertirse, se quedan en el instituto aunque quieran ir, y aunque sea el último o penúltimo día lectivo del curso. Esto es juego sucio, pienso. Y por eso lo digo.
De manera que estoy en paro. Ya no soy profesor de instituto (o no lo soy por el momento) y uno se puede permitir estas licencias, supongo, como ciudadano. Creo que también debería poder permitírmelas en activo, pero no estoy completamente seguro, por desgracia.
Aun así, sigo trabajando, en vacaciones y después de ellas, en las futuras clases que confío en dar, y he creado una web mucho mejor en todos los aspectos que la Wiki con la que hemos contado este año, donde he organizado los contenidos del blog por curso y por materia, y que enlazaré muy pronto a ver qué os parece.
Como nunca entendere porque el estado tiene que pagar a un profesor de religión, la religion es una secta mas grande o mas pequeña mas o menos reconocida, y en un pais laico el proceso de febrilidad de las religiones lo tienen que pagar los que quieran ser febriles con esa religion
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