MareaVerde |
- Calendario de acciones Marea Verde Madrid para la semana del 13 al 19 de mayo de 2019 y próximas convocatorias
- 24-5-19: Segunda Huelga Global por la #JusticiaClimática
- "Propuestas educativas partidos Comunidad de Madrid" (vídeo resumen del debate organizado por FAPA Rivas)
- La asignatura de religión tiene un coste para el Estado de 700 millones anuales (Redacción - Diario de la Educación)
- Los colegios privados y concertados han duplicado sus ingresos en 13 años (Daniel Sánchez Caballero para EL DIARIO)
- Colocada la placa dedicada al Grupo Escolar LOPE de RUEDA en la fachada del actual CEIP Nª Sª de la Almudena
- 12-5-2019: 80 Marea Blanca "¡Tu voto decide!" (12:00 h, de Preciados a Puerta del Sol. Madrid). #Sanidad100x100Pública
- "Al debate político le sobra belicosidad" (Manuel Menor)
- Malos tiempos para leyes y pactos educativos (Jaume Carbonell para ELDIARIODELAEDUCACION.COM)
Posted: 12 May 2019 02:51 AM PDT
Del 23 de marzo al 1 de septiembre de 2019: Madrid, ciudad educadora. Memoria de la Escuela Pública 1898-1938 (Museo de Historia de Madrid) Lunes 13 13-5-19: Madrid, Ciudad Educadora: "La Renovación hoy. Renovar más que innovar..." con Julio Rogero y Pedro Uruñuela (19:00 h, CentroCentro, Plaza de Cibeles 1A. Madrid)
Martes 14
Miércoles 15 Día de la camiseta
Jueves 16
Viernes 17Sábado 18
Domingo 19
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Próximas convocatorias
21-5-2019: Asamblea Plataforma CentrosPúblicosYa (18:00 h, CC "El Rompeolas". Coslada) |
Posted: 12 May 2019 02:39 AM PDT
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Posted: 12 May 2019 02:36 AM PDT
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Posted: 12 May 2019 01:56 AM PDT
ELDIARIODELAEDUCACION.COM publica esta noticia
Hace unos días se presentó la campaña Por una Escuela Pública y Laica: Religión fuera de la Escuela, impulsada por esta ONG con el apoyo de decenas de organizaciones sindicales y sociales de todo el Estado, y con la que se quería volver a pedir a los partidos que luchen por la "plena laicidad del sistema educativo". En la rueda de prensa de presentación de esta campaña se dio esta cifra, resultado de sumar las cantidades que aportan las diferentes administraciones públicas. Según Francisco Delgado, responsable de educación de Europa Laica, la campaña pretende que los partidos políticos se comprometan a conseguir la plena laicidad del sistema, lo que implica "sacar la religión confesional de la enseñanza de forma inmediata" y "no financiar con dinero público el adoctrinamiento religioso en ningún centro escolar ". Además, plantea "potenciar la red pública de enseñanza, evitando, de forma progresiva desviar fondos públicos hacia intereses privados" y derogar los Acuerdos con la Santa Sede por "ser la base legal de los privilegios que continúa reclamando la Iglesia, especialmente dentro del ámbito educativo ". En este sentido, los representantes de Europa Laica critican que el compromiso de derogación de estos acuerdos haya desaparecido de los programas electorales para los comicios del 28A del PSOE y de Unidas Podemos, cuando ambos partidos llevaban esta demanda en las anteriores elecciones y votaron a favor de una proposición no de ley en este sentido en el Congreso. Como ha explicado el profesor Jaume Trilla en algún artículo publicado en este diario -y en su reciente libro La moda reaccionaría en educación-, estos acuerdos obligan al Estado a que todos los planes de estudio de todos los centros de educación infantil, primaria y secundaria (Bachillerato y Formación Profesional) incluyan la enseñanza de la religión católica "en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales". Sobre la pérdida de puestos de trabajo de los profesores de religión -en el caso de que se lograra la laicidad del sistema educativo-, Alberto Carrillo, del sindicato de docentes STES, afirmó en la rueda de prensa que "son trabajadores del arzobispado que imparten catequesis en las aulas, cuando deberían hacerlo en los templos". La campaña cuenta también con el apoyo de CEAPA y la FELGTB, así como de los Cristianos y Cristianas de Base. Su representante, José María Ramírez, defendió una educación en la que no se prive al alumno de tener un pensamiento crítico en vez de que se le adoctrine como sucede en los colegios religiosos, según manifestó. |
Posted: 12 May 2019 01:53 AM PDT
ELDIARIO.ES publica esta información
El negocio de la educación marcha. Y no solo en la Universidad. Las cifras que manejan los colegios privados en España crecen año tras año: los ingresos de los centros se han casi duplicado desde el curso 2004-2005. Y no precisamente porque haya muchos más colegios o alumnos. Los beneficios también crecen.
En 2005, los 10.550 colegios entre concertados y privados puros ingresaron 6.698 millones de euros por los dos millones escasos de alumnos que tenían, según la encuesta de financiación y gastos de la enseñanza privada del Instituto Nacional de Estadística.
En el curso 2017-2018, el número de centros había caído hasta los 8.984, pero el de alumnos había subido alcanzando los 2,4 millones de estudiantes (un 20% más). Y los ingresos se multiplicaron casi por dos hasta llegar a los 12.475 millones de euros, según un informe de DBK. Esta cantidad supone un cuarto de los 47.000 millones de euros que se gastaron (o invirtieron) en Educación no universitaria en 2017 (34.850 millones de euros las administraciones públicas, 12.000 millones las familias).
Entre concertados y no, los colegios privados ganaron 280 millones de euros en 2015, excluida la educación infantil. Sumando a esta cifra (aunque el dato tenga un par de años) los 146 millones que ganaron 23 universidades privadas el curso pasado se puede concluir que el sector produce más de 400 millones de euros de rentabilidad por curso.
Los fondos que obtienen los centros privados llegan básicamente por dos fuentes: Estado y familias. Ambas partidas tienen un comportamiento diferente para los centros concertados y los que no lo están. Estos últimos reciben toda su financiación básicamente de las cuotas de las familias que acuden a ellos.
Los primeros reciben un 70% de sus ingresos de las administraciones, que les pagan por cada alumno. Esta partida ha pasado de 4.353 millones de euros en 2005 a 5.859 millones de euros en 2015, una subida del 34,6%, por encima de la subida del número de estudiantes, que lo ha hecho en un 20%. El restante 30% lo ingresan los concertados de las familias "para actividades docentes y servicios complementarios".
4.866 millones para la Iglesia
La mayor parte de este pastel se la llevan los centros concertados (privados, pero sostenidos con fondos públicos), que son mayoría entre los privados. En concreto, según DBK, estos obtuvieron el 82% del total (10.025 millones de euros) y representan el 80% de los colegios totales, excluida la educación infantil, etapa que no se concierta por no ser obligatoria. Los restantes 2.400 millones de euros correspondieron a entidades privadas sin concertar.
Como sucede en la educación universitaria (aunque en menor medida en las etapas superiores), la Iglesia es destinataria de buena parte de este montante. Según sus propias cuentas oficiales, a través de la organización Escuelas Católicas los obispos controlan 2.591 centros que atienden a 1,5 millones de alumnos y por los que ingresan del Estado 4.866 millones de euros anuales. Un trozo del pastel que se vio reforzado cuando la LOMCE blindó la escuela concertada y dio más peso a la Religión en el currículum (aunque la asignatura está en mínimos en los últimos cursos) y al que no están dispuestos a renunciar.
Desde los centros concertados siempre se ha dicho que el módulo (la cantidad de dinero que reciben por alumno) es insuficiente y no cubre los gastos: que le cuestan al Estado menos que los centros públicos y bajo ese argumento justifican las famosas cuotas (ilegales como tal por ser una educación considerada pública y que por tanto no debe costar dinero a las familias), que se califican de voluntarias y se disfrazan, en ocasiones, de donaciones, que sí están permitidas.
Los laicos ganan más
Sin embargo, esta infrafinanciación no impide a los centros privados obtener beneficios. En el curso 2004-2005 los concertados obtuvieron un resultado corriente total (ingresos menos gastos) de 183 millones de euros de beneficio, excluida la educación infantil. Incluyendo los privados sin concertar, el beneficio del sector educativo no público ascendió a 285 millones de euros. De este total, la Iglesia, concertada o no, obtuvo 129,5 millones, siempre según los datos del INE; los colegios laicos ganaron 156 millones de euros.
Diez años más tarde, los beneficios de los centros privados subieron un 53%. Los centros privados ganaron el curso 2014-15, último curso del que hay datos en el INE, un total de 280 millones de euros, excluida la educación infantil. La Iglesia sí perdió por el camino, al caer su beneficio hasta los 89 millones de euros. A los laicos les fue mejor y obtuvieron casi 200 millones de euros en ganancias.
El resto de los propietarios de centros privados son en general muy diversos, según explica DBK en su informe. "La estructura empresarial presenta una alta atomización, gestionando la mayor parte de las entidades un solo centro", señala, aunque también destaca algunos grupos empresariales propietarios de varios colegios.
Entre estos últimos aparecen por ejemplo el Grupo Inspired, un gigante educativo británico con presencia en todo el mundo, que ha comprado los colegios San Patricio; fondos internacionales como Providence Equity Partners, que adquirió Nace Schools (con centros por todo el mundo, nueve de ellos en España); los suecos IES, que tienen cuatro colegios; o la International School Partnership, que maneja los siete centros Laude que hay en nuestro país, según detalla Víctor Núñez, consejero delegado de Éxito Educativo, en este post.
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Posted: 12 May 2019 01:59 AM PDT
Antonio nos envía esta información
Hoy, 86 años después de su inauguración como Grupo Escolar LOPE de RUEDA, la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de Madrid y la Junta Municipal de Retiro han colocado una placa en la fachada del actual CEIP Nª Sª de la Almudena recordándolo. Además de los Concejales Mauricio Valiente y Nacho Murgui, han estado presentes en este acto representantes de los partidos, sindicatos, asociaciones y colectivos integrantes de la Plataforma para la Restitución de los nombres originales de los Colegios Públicos inaugurados en 1933 y 1936 en Madrid: UGT, CCOO, PSOE-M, IU. PODEMOS, Amesde, Fundación Ángel Llorca, Acción Educativa, Plataforma contra la impunidad del franquismo, Memoria en Acción y FAPA Giner de los Ríos. José Luis Gordo, presidente de la Fundación Ángel Llorca, nos ha presentado el documental sobre Estrella Cortich, que fue Directora del Grupo Escolar LOPE de RUEDA en 1934, y que con la Guerra se tuvo que ir a Barcelona colaborando con Ayuda Infantil de Retaguardia. En 1938 colaboró desde Francia en la evacuación de varios centenares de niños españoles. Luego en diciembre de 1939 llegó a México donde trabajó en las Escuelas del Exilio y colaboró también en la Resistencia contra Franco, Este documental ha sido elaborado por la Fundación Ángel Llorca con guión de Carlos Menguiano y coordinación y locución de Ana Llorente Javaloyes. En el acto han intervenido con sus dulzainas, guitarras y tambores Pedro Millán & FRIENDS y los Amigos de La escuela de Dulzainas de Aluche, cuyas canciones y jotas han puesto la nota musical. A todos ellos muchas gracias. Después del acto de hoy, colocando esta placa, nos queda: - colocar las siete placas restantes de los otros Colegios Públicos madrileños que no conservan su nombre original: Pablo Iglesias (hoy CEIP Isabel La Católica), Joaquín Sorolla (hoy CEIP Rufino Blanco), Tirso de Molina (hoy CEIP Ermita del Santo), Emilio Castelar (hoy IES Jaime Vera), Alfredo Calderón (hoy CEIP Padre Poveda), Rosario de Acuña (hoy C.C. San José de Calasanz) y Ramón López Rumayor (hoy CEIP Palacio Valdés). - hacer un acto público conjunto sobre la colocación de todas las placas en los 9 Colegios, - entrevistarnos con el próximo Consejero o Consejera de Educación de la Comunidad de Madrid para plantearle las propuestas de nuestra Plataforma de los Colegios Públicos de 1933 y 1936, - anular los efectos de las Órdenes Ministeriales de 1938 y 1939 que mandaron quitar los nombres de algunos Colegios públicos, - anular todos los expedientes de depuración franquistas a todos los maestros y maestras. Hoy podemos celebrar que, 85 años después, Estrella Cortich ha regresado al Distrito de Retiro, a su Grupo Escolar LOPE de RUEDA. |
Posted: 12 May 2019 01:41 AM PDT
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Posted: 12 May 2019 01:40 AM PDT
Manuel Menor nos envía este artículo
Como en muchos patios escolares, en vez de convivencia y lealtad abunda la idea del "triunfo" defensivo y ofensivo, dominador y excluyente.
Los patios de recreo, igual que los alrededores de muchos colegios, escuelas e institutos, tienen, en general, bastantes problemas. Pese a que siempre ha habido un profesorado interesado en que contribuyeran a una educación integral del alumnado –como muestran iniciativas visibles en la exposición Madrid, ciudad educadora, 1898/1938- , no es infrecuente que sigan siendo reducidos y no hayan sido pensados sino como espacios residuales, no-lugares incoherentes y agresivos, y todavía distan mucho de acoger algo más que canchas polideportivas en que el fútbol o el baloncesto los ocupen al completo. En consecuencia, tampoco es extraño que estos lugares tan principales de la vida de nuestros niños y niñas sean, en demasiados casos, muy poco inclusivos. Demasiado homogéneos para la diversidad social existente, ni están pensados para todos y todas ni, menos, para quienes tengan alguna incapacidad o minusvalía.
Aspectos importantes como presencia de la Naturaleza, agua, tierra o arena, variedad de juegos y participación colaborativa en la producción y conservación de estos espacios, suelen igualmente estar ausentes. Pero en este momento, al revés de lo que ha venido siendo displicentemente común, suscitan la atención de muchas asociaciones de madres y padres, ayuntamientos y, también, de arquitectos y paisajistas. El proyecto MICOS, del Ayuntamiento de Madrid, es de especial interés para entender esta dinámica, paralela a la de algunos movimientos didácticos, preocupados por que las aulas prosigan con esquemas que hacen poco educativo el tiempo de muchos niños y niñas en la escuela.
¡Cómo está el patio!
No hace falta volver a ellos para saber cómo han venido funcionando, y más cuando los casos denunciados en el Teléfono de acoso escolar entre noviembre de 2017 y octubre de 2018 superan los 5.500, y los patios de recreo y las cercanías de muchos centros han sido testigos predilectos. Lo atestiguan referencias autobiográficas de algunos escritores recordando, a veces muy duramente, malos tragos de la infancia escolar. Y cualquier lector, a poco que no se le hayan olvidado los últimos meses de unos u otros actores políticos, ni las sesiones de los debates televisivos previos a las elecciones del 28A, podrá advertir que la mala educación aprendida en aquellos patios escolares de antaño sigue encontrando ocasión para mostrarse en público como lo más natural.
Lo sucedido en esa secuencia, aunque dulcificado un tanto tras los resultados electorales, no dejará de tener su reflejo en el Congreso de Diputados que se constituya el 23 de mayo. Los elegidos cambiarán su fisionomía aproximadamente en un 80%, pero lo que pudo oírse en el transcurso de la noche electoral –amplificado en los comentarios de algunos medios- augura frecuentes motivos de desencuentro y, por ende, la repetición de no pocas peleas estériles, de corte muy similar. Intervenciones habrá en ese hemiciclo, sobre todo antes de los telediarios, con maneras broncamente transgresoras y espléndidamente reivindicativas para llamar la atención. Algunas formaciones políticas se orientarán, más que a convencer, a vencer y, a ser posible, derrotar al oponente. El éxito de la Herística, o técnicas "para tener siempre razón", está garantizado; igual que los expertos en digresiones nominalistas, en sofisticados cambios semánticos y en sofismas ajenos a la búsqueda de soluciones para los problemas colectivos.
VOX populi
En la noche del 28A, los comentarios de Ortega y Abascal a propósito de su "hazaña" de haber conseguido llevar por primera vez al Congreso a 24 diputados, dejó amplias señales de que el estilo político como competición dura, y no como dialogo para limar diferencias, va a ser frecuente en la Legislatura que está a punto de iniciarse. Su homólogo en Valencia habló explícitamente de la "guerra que iban a dar en las Corts" autonómicas, supuestamente igual a la que ya libran en Andalucía. En la celebración de la plaza madrileña de Margaret Thatcher –al lado de Colón-, definieron, con una puesta en escena que recordaba películas del Oeste, cuál sería el papel de sus diputados patriotas y cuáles sus objetivos –siempre "accidentales"- en una batalla que, por el tono, parecía arengar a los asistentes a "reconquistar" valores perdidos. En un imaginario de "resistencia", cada uno de los diputados electos sería como "un torbellino" contra "la izquierda", a la que se le habría "acabado la fiesta"; incluso los resultados del PSOE, serían "una victoria efímera". Y tras la posición a batir, no faltaron alusiones da los supuestos que defienden sus amigos de "Hazte oír y, también, el grupo de obispos más próximos a sus tesis.
Las guerras púnicas
El lenguaje político –y en particular, el electoral- no abandona el lado bélicamente competitivo con que fue forjado, en que "vencer", "ganar" y "ser derrotado" aluden a un combate en que resuenan las estrategias defensivas y ofensivas de las legiones romanas. No se ha constatado que el Arte de la guerra –bastante anterior en el tiempo, y de muy distinto origen cultural- hubiera sido incorporado, aunque tenga afinidades. Sí está claro, en cambio, que se le ha superpuesto el lenguaje apologético del "triunfo" en que los eclesiásticos fueron adiestrados para imponer, sobre todo desde el siglo IV d. C., su monoteísmo frente a otras creencias que estigmatizaron como "paganas". Añádasele la secularización que Maquiavelo preceptuaba en El Príncipe y se tendrán los hábitos a cultivar para mantener el poder. La idea del combate, en todo caso, es visible en cómo los jesuitas estimularon a quienes deberían ser propagadores contrarreformistas: su Ratio Studiorum -formulada entre 1584 y 1599, y todavía imitada en la primera mitad del siglo XX- estipulaba la ficción combativa entre "Romanos" y "Cartagineses" para aprender cualquier disciplina. Cada bando tenía su cursus honorumparticular, en la pretensión de animar a los más estudiosos a intensificar el aprendizaje derrotando a un contrario. Esta simulación bélica –que, como disciplina, todos los presentes en el aula habían de admitir- se repetía en algunas "academias" públicas y, sobre todo, en la estructura didáctica de muchos temas a estudiar como "defensa" de alguna tesis prefijada como verdadera. Era un sistema altamente competitivo por la exclusividad que solían tener los colegios, pero dejaba fuera a cuantos no veían atractiva la fórmula pedagógica, ni lo que hubiera que estudiar preceptivamente como saber a memorizar y reproducir sin más. Sin embargo, cuando la LOMCE pregonó en 2013 la competitividad como objetivo educador, muchos colegios actuales de jesuitas se habían convertido a metodologías colaborativas que han roto las dinámicas ensimismadas, para lograr aulas con aprendizaje más sólido y atractivo por descubrimiento.
La inclusión
Esperemos que -como las metodologías educativas y los patios escolares- el lenguaje y maneras que predominen tras la inminente "contienda electoral" que se inicia el día 10 de este mes corrijan los aires frentistas. Para los necesarios acuerdos y consensos respecto a los potentes problemas que esperan atención, será bienvenido un ambiente de conciliación en que lo relevante sea la cuidada atención a los intereses generales de la gente común, por encima de privilegios particulares y de partidismos propensos al simplismo totalitario. Priorizar lo importante por encima de costumbres malhadadas del pasado, en un momento en que el panorama internacional es preocupante, será clave para alcanzar acuerdos en aspectos que los "viernes sociales" de estos últimos meses solo dejaron mencionados. Por ejemplo, en la digna ejecución de la Ley que deroga la LOMCE, que los sindicatos del sector demandan con urgencia. Sería penoso ver políticos mirándose a sí mismos en el Parlamento como guardianes entretenidos del cielo, burocráticamente ajenos –a imitación de muchos teólogos- a los problemas de los mortales.
TEMAS: Lenguaje político. VOX. Patios escolares. Organización del aula. Metodologías educativas. Historia de la educación.
Manuel Menor Currás
Madrid, 01.05.2019
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Posted: 12 May 2019 01:06 AM PDT
Reproducimos este análisis publicado en EL DIARIO DE LA EDUCACIÓN
Las reformas educativas son necesarias para extender el derecho a la educación y promover diversas mejoras, pero hoy existe una saturación y quizás conviene aparcarlas temporalmente. ¿No sería más efectivo impulsar un programa de medidas de choque con carácter urgente? No me atrevo a hacer ningún pronóstico sobre los resultados de esta segunda vuelta electoral donde se dirime el futuro político, social y educativo en la Unión Europea, en buena parte de las comunidades autónomas y en los ayuntamientos. ¿Podrán estos resultados condicionar la política educativa ministerial? Sin duda alguna, pues los acuerdos pueden ser más o menos estables y girar decididamente hacia la izquierda, o bien más volátiles y virar, según los casos, tanto a la derecha como a la izquierda. En ambos escenarios parece, a juzgar por los compromisos previamente adquiridos, que la LOMCE, la reforma educativa más segregadora y conservadora de la democracia impulsada y aprobada casi exclusivamente por el Partido Popular, tenga los días contados. Aunque también existen dudas razonables acerca de su grado de liquidación y de la rapidez con que se produzca. Porque la política da muchos vuelcos y más de una sorpresa. Supongamos que ya no hay LOMCE. ¿Se planteará una nueva ley de educación y se trabajará para lograr un gran pacto de Estado entre los distintos grupos políticos? Sobre el papel poca gente lo cuestiona pero, en la práctica, las diferencias se imponen a las coincidencias y no hay manera de tirarlo adelante. Basta recordar los esfuerzos infructuosos de algún gobierno para lograrlo. ¿Vamos a escribir de nuevo la crónica de un fracaso anunciado? Y algo aún más llamativo: salvo a los aparatos políticos y algunos núcleos muy sensibilizados y comprometidos de diversos colectivos socioeducativos, el grueso del profesorado y de la comunidad educativa milita, respecto a este asunto, en la pasividad e ignorancia pura y dura. ¿Quién se acuerda o se interesó en su día -y apenas ha transcurrido un año- de las comparecencias de numerosas personas vinculadas al sector de la enseñanza? Dinero y tiempo malgastado y sin retorno. Por otro lado, la comunidad educativa anda harta con tanta reforma ¿Cuántas van en apenas cuatro décadas de democracia? ¿Acaso en otros países, y más aún en los que disponen de sistemas educativos más inclusivos y exitosos, se suceden leyes con tanta frecuencia? Más interrogantes. ¿Quiere ello decir que las reformas educativas no son necesarias e inclusivo imprescindibles? Sin duda alguna, sobre todo cuando se articulan debidamente los principios de equidad y calidad, extendiéndose la educación para todos y todas en los diversos niveles. Pero ahora no es el momento, porque existe demasiado cansancio, escepticismo, desafección y divorcio entre lo macro y lo micro: entre que se legisla desde arriba y lo que sucede cotidianamente en el piso de abajo, en la realidad de las aulas. save y el conjunto de la ciudadanía. Y ello requiere crear las condiciones adecuadas para recuperar la confianza y alumbrar consensos y complicidades. Es lo que marca la diferencia entre una democracia participativa que ejerce un seguimiento y control continuo sobre las actuaciones y decisiones de los gobernantes y una democracia formal que se limita a depositar un voto cada cuatro años para elegir a sus representantes. ¿Qué condiciones podrían crearse hoy para recuperar el deseo de participar en un proyecto de reforma educativa? Se me antoja que, en una primera fase, la comunidad educativa agradecería unas medidas de carácter urgente y de amplio consenso que contribuyeran a revertir los severos recursos aplicados a raíz de la crisis, con un presupuesto educativo que alcance el 5% del PIB. Pongamos que hablamos de la reducción de las ratios; de la ampliación de plantillas docentes y de otras figuras profesionales para atender la más amplia diversidad, el fracaso, el abandono escolar prematuro y otro tipo de problemáticas sociofamiliares; de la mayor dotación de becas; de evitar el cierre de unidades públicas, de no conceder más conciertos a la enseñanza y de suprimir los de aquellos centros que segregan por sexos; de la formación permanente del profesorado por parte de las administraciones; de diversos apoyos para la renovación pedagógica; de medidas contra la segregación escolar; de iniciativas experimentales para cambiar el método de acceso a la formación inicial y a la profesión -como ya se está haciendo en algunas comunidades-; de recursos y programas para combatir la violencia de género, promover la educación en valores democráticos y los Derechos Humanos o para la recuperación de la memoria histórica. Para esto no hay que esperar a una nueva reforma educativa, cuyo proceso y aplicación se dilata demasiado en el tiempo. Un gobierno progresista de coalición u otro con gobierno del PSOE en solitario -a la manera portuguesa- con un programa común de legislatura con Unidas Podemos y otras fuerzas minoritarias puede tirar adelante estas medidas: con valentía política y con recursos suficientes. El dinero, obviamente, no lo es todo pero, sin él, no existen milagros (esto sirve para las políticas educativas tanto del Ministerio de Educación como para las de las distintas consejerías de educación de las comunidades autónomas, cada una con sus propias singularidades). La LOE, la ley anterior, podría seguir funcionando de manera transitoria hasta que se crearan las condiciones antes señaladas para emprender una nueva reforma educativa. Algo que requiere tiempo, debate profundo e implicación de los diversos actores educativos y sociales con objeto de conectar la sociedad con la educación y la comunidad educativa con la Administración. El Documento de bases para una nueva política educativa elaborado por el Foro de Sevilla y que cuenta con numerosos apoyos es un punto de partida para tener en cuenta, aunque no es suficiente. Contiene temas que han de entrar en cualquier agenda del cambio educativo como el sentido y la apuesta prioritaria por la escuela pública y el lugar de la escuela privada; la laicidad de la enseñanza; la lucha contra la segregación y por la inclusión educativa; la profesión docente, o la función del currículo. Pero hay otras cuestiones que, por su complejidad, exigen un diagnóstico más en profundidad: las nuevas necesidades del desarrollo humano; el sentido del aprendizaje en una sociedad crecientemente compleja; el grado real de renovación pedagógica y de transformación democrática de los centros; o la educación a lo largo y ancho de toda la vida. Las reformas actuales son básicamente y contradictoriamente escolares, cuando la educación adquiere un progresivo protagonismo fuera de la institución escolar. De ahí la necesidad de vertebrar la educación con todos los ámbitos y recursos que afectan la socialización de la infancia y la juventud. |
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