jueves, 9 de enero de 2020

: Aula propuesta educativa



Aula propuesta educativa


Posted: 26 Dec 2019 08:13 AM PST


A medida que investiga por qué su hijo está teniendo problemas para leer, puede encontrarse con una serie de palabras y conceptos con los que no está familiarizado. Estos son términos clave para ayudarlo a entender las dificultades de su hijo con la lectura.

1. Decodificar

Decodificar es una habilidad importante para leer. La decodificación involucra hacer coincidir las letras con los sonidos que producen y combinar estos sonidos para formar una palabra. Esto permite que los chicos pronuncien o descifren cómo se pronuncian palabras que nunca habían visto escritas.

2. Palabras familiares a simple vista

Estas palabras son las que se espera que su hijo reconozca sin tener que deletrearlas. En inglés se conocen como sight words o star words. Algunas de ellas no pueden deletrearse y los niños necesitan reconocerlas automáticamente para poder leer bien.

3. Fluidez

La fluidez es la capacidad de leer a buen ritmo y sin cometer errores. Esta capacidad también incluye leer con expresividad, es decir con la emoción y el tono adecuados. Inclusive los niños que decodifican bien y cuyas habilidades para reconocer palabras son buenas pueden tener problemas para leer con fluidez.

4. Conciencia fonológica

Esta habilidad del lenguaje es la base para aprender a leer. Es la capacidad para escuchar y "jugar" con los sonidos del lenguaje hablado, como hacer rimas. Permite que los niños reconozcan las sílabas y se den cuenta si los sonidos son similares o diferentes.

5. Intervención

Generalmente las escuelas tienen un programa o un grupo de pasos para ayudar a que los chicos mejoren en las áreas donde tienen dificultad. Esto se conoce como intervención, y suele incluir diferentes niveles de ayuda. Las escuelas podrían usar los términos intervención educativa o intervención académica.

6. Evaluación

Cuando los estudiantes están teniendo problemas con la lectura (o con cualquier otra habilidad de aprendizaje), las escuelas podrían realizar una evaluación para averiguar el motivo. Las evaluaciones escolares son gratuitas. Dependiendo de los resultados, un estudiante podría recibir instrucción en lectura y apoyos especiales, como obtener los apuntes de la lección.

7. Dislexia

La dislexia es una condición común que causa dificultades para leer. También puede afectar la ortografía, la escritura y las destrezas matemáticas. La dislexia es causada por genes y diferencias en el cerebro, y no desaparece a medida que los niños crecen. Sin embargo, los estudios muestran que el cerebro puede cambiar con la instrucción apropiada.

8. Instrucción multisensorial

Los niños aprenden de diferentes maneras. Esta técnica de enseñanza les ofrece más de una manera para hacer conexiones y aprender conceptos. Emplea los diferentes sentidos, como el tacto, el sonido y el movimiento. Esta técnica a menudo está incluida en los programas de lectura para los niños que leen con dificultad.

9. Orton-Gillingham

Orton–Gillingham (OG) es un enfoque de enseñanza diseñado para los que tienen problemas para leer. Es muy estructurado y utiliza técnicas multisensoriales para enseñar habilidades lectoras a lo largo del tiempo. Orton-Gillinham es la base de varios programas de lectura que ayudan a los niños que tienen dificultades para leer.
Si su hijo tiene problemas con la lectura, existen muchas maneras en que usted puede ayudar. Descubra técnicas multisensoriales que puede usar en casa. Obtenga recomendaciones de un experto acerca de cómo elegir libros para los chicos que leen con dificultad.
FUENTE:
Posted: 26 Dec 2019 08:04 AM PST

Posted: 26 Dec 2019 08:00 AM PST

Posted: 26 Dec 2019 07:58 AM PST


Escuchar de manera activa conlleva una serie de habilidades relacionadas con la empatía, el interés o la concentración hacia lo que nos están contando. Explicamos en qué consiste y cómo aplicarlo con el alumnado o los hijos gracias a los consejos de la psicóloga Rocío Rivero.
Oír no es lo mismo que escuchar. Según las definiciones de ambos conceptos en la RAE, oír es, literalmente, "percibir con el oído los sonidos" mientras que escuchar es "prestar atención a lo que se oye". El segundo de los términos se puede aprender a través de la 'escucha activa', una práctica que trata de enseñar a los seres humanos a realizar dicha acción desde la compresión y que requiere una serie de habilidades que se pueden entrenar en el aula o en familia, como la atención, la participación, la empatía o la concentración.¿En qué consiste la escucha activa?
Esta forma de comunicación interpersonal, que fue creada por el psicólogo estadounidense Carl Rogers en la década de los cuarenta, se centra en aprender a escuchar. Para ello y según explicó el propio Rogers: "Escuchamos no sólo con nuestros oídos sino con nuestros ojos, con nuestra mente, corazón e imaginación". Es decir, este tipo de técnica se basa en una serie de comportamientos por parte del oyente que preparan a la persona para escuchar y para concentrarse en el mensaje de su interlocutor realizando un vínculo especial con sus emociones. 
La escucha activa requiere de atención, intención y también de la capacidad para no juzgar al otro. Rogers declaraba que la tendencia natural del oyente de evaluar al que está hablando o de aprobar o desaprobar lo que está diciendo lo consideraba como una de las principales barreras en una comunicación interpersonal de éxito. 

¿Cómo se puede aplicar en el aula?

Rocio Rivero es psicóloga y muchos de los centros educativos en los que trabaja ponen en práctica la técnica de la escucha activa entre los estudiantes por los beneficios que aporta en distintos aspectos académicos y personales. "La escucha activa favorece la asimilación de contenidos porque obliga al estudiante a estar atento no solo al mensaje, si no también a los gestos y a las emociones de la persona que nos lo está transmitiendo. Y cuando conectamos un contenido con las emociones, el proceso de aprendizaje mejora ya que se fija en la memoria". 
Rivero también establece una serie de aspectos positivos en el propio desarrollo personal de estudiante: "El alumnado que practica la escucha activa es más respetuoso con los demás, desarrolla un buen grado de empatía con la persona a la que está escuchando y tiene más seguridad en sí mismo porque siente que lo que cuenta es interesante para sus compañeros". 
La experta aconseja introducir esta técnica en el aula a través del juego o establecer una serie de indicaciones para comprobar que el alumnado está atendiendo realmente. "Hay que hacer hincapié en que los estudiantes miren a la persona que está hablando para enterarse bien de lo que está diciendo y cómo lo está diciendo. Por ejemplo, podemos pedirles que tomen notas porque serán ellos quienes tengan que exponer un tema al resto de compañeros". 
En el caso del alumnado de Infantil se puede hacer uso del dibujo. "Tras escuchar lo que se le dice, tendrán que dibujar algo relacionado con ello, además de una carita con la emoción que han sentido o creen haber sentido mientras el docente les hablaba". 

Mensajes 'activos'

La escucha activa se fomenta a través de características basadas en el interés, la no interrupción y el entendimiento hacia el interlocutor. Para aplicarla en el aula o en casa, Rivero propone colocar un tablero en la pared con mensajes como los siguientes:
  • 'No se puede interrumpir al que habla'
  • 'Cuando alguien habla, el resto escuchamos sin juzgar'
  • 'No puedo estar hablando todo el tiempo. Tengo que dejar tiempo para los demás'.
  • 'Cuando no entiendo algo lo pregunto y no me quedo con la duda'.
Posted: 26 Dec 2019 07:50 AM PST



El neurodesarrollo hace referencia a un proceso dinámico entre el ser humano y su interacción con el medio externo, que finaliza por la maduración del sistema nervioso y el desarrollo de funciones cerebrales. Durante éste, transcurren dos periodos críticos para el cerebro, la vida intrauterina y el primer año de vida.
Para conocer si el desarrollo es correcto, se realiza una evaluación por medio de hitos esperados para la edad del menor. Los profesionales del área suelen poner gran atención en la edad en la que se adquiere cierto hito. Sin embargo, es más importante conocer la secuencia de eventos adquiridos, que fijarse exclusivamente en la edad de un solo logro. Otro punto que se observa durante la evaluación es el perímetro cefálico, el cual debe ser el apropiado con respecto a la edad del menor.
Por otro lado, los trastornos del neurodesarrollo hacen referencia a una condición neurológica que se inicia en la infancia temprana y la cual afecta al crecimiento, desarrollo y al funcionamiento del cerebro en el área personal, social, académica y/o laboral de la persona afectada. Normalmente, suelen empezar en edad escolar, pero en ocasiones no se identifica hasta la edad adulta.

Tipos de dificultades de aprendizaje

Por su parte, APA (American Psyquiatric Association) define las dificultades del aprendizaje como un trastorno del neurodesarrollo, que perjudica las áreas básicas del aprendizaje (lectura, escritura y/o matemáticas). Por ello, se dividen en tres tipos:

Dislexia

La Dislexia, que es la dificultad para leer, debido a una falta de reconocimiento de letras. Posiblemente, sea debido a problemas para conectar o asociar el sonido con la letra correspondiente. Los niños suelen tener errores ortográficos al escribir. No obstante, al contrario de cómo se piensa, no todos los niños con dislexia escriben letras al revés, ni todos los que escriben al revés tienen dislexia. Es decir, se puede tener dislexia y no escribir invertido, así como se puede escribir invertido y no necesariamente tener dislexia.

Disgrafía

La Disgrafía, es la dificultad para poner por escrito los pensamientos. Normalmente, se observan alteraciones ortográficas, gramaticales, de puntuación y de caligrafía.

Discalculia

La Discalculia, se refiere a la dificultad para usar los números y los signos matemáticos, así como los cálculos. Ya que, existen problemas en la memorización de las reglas matemáticas, de comprensión del concepto numérico, razonamiento y resolución de problemas matemáticos.
Se debe agregar que, la severidad de las dificultades del aprendizaje es variable. Por lo tanto, se considera leve si existe alguna dificultad en una o dos áreas académicas. Mientras que, en una severidad moderada hay problemas significativos que requieren de una enseñanza específica y servicios de apoyo extra. Finalmente, se consideran severas aquellas que se presentan en varias áreas académicas y que requieren enseñanza especializada intensiva.

El cerebro y las dificultades de aprendizaje

Con respecto a las estructuras cerebrales, se debe mencionar que, en la actualidad, con las nuevas tecnologías y los estudios del conectoma humano (mapa de redes o circuitos neuronales) se ha observado que el cerebro trabaja en conjunto para realizar una tarea.  Indiscutiblemente, ello se ve reflejado en el aprendizaje, por lo que a continuación se mencionan algunas zonas y estructuras implicadas:
  • Hipocampo, implicado en el recuerdo de información y experiencias (memoria).
  • Amígdala, encargada del aprendizaje y memoria emocional.
  • Tálamo, vinculado con el aprendizaje de información nueva (principalmente verbal).
  • Lóbulo temporal, correlación con las emociones y el lenguaje.
  • Lóbulo frontal y corteza prefrontal, relacionados con funciones de orden superior, control de impulsos, planeación, razonamiento, entre otros.
En realidad, ninguna funciona de manera independiente, pero cada zona tendrá una mayor o menor implicación dependiendo de la tarea.

Las dificultades de aprendizaje en niños

De manera general, se pueden observar ciertas características en los niños que podrían indicar alguna dificultad del aprendizaje. En primer lugar, en el área académica se perciben dificultades para aprender el abecedario, retraso en la adquisición del lenguaje, vocabulario limitado, uso del lápiz de forma no convencional, problemas para organizar y/o organizar tareas, confusión de símbolos matemáticas, números y/o letras. En segunda instancia, las características comportamentales pueden ser, dificultad para respetar turnos, comprender bromas, así como inquietud motora, agresividad o retraimiento y evitación. En cuanto a componentes más cognitivos, se perciben problemas de memoria, conceptualización, abstracción, organización y planificación, orientación espacial y atención.

El diagnóstico clínico, clave en la detección de dificultades de aprendizaje

Conviene subrayar, que lo anterior nunca sustituirá el diagnóstico clínico, por lo que se debe de confirmar en base a los criterios del DSM-V (especificando el grado y área de dificultad). Así pues, el diagnóstico se basa en la evaluación cognitiva, educacional, del habla y lenguaje, así como la médica y psicológica. Por su parte, la intervención en el ámbito educativo debe adaptarse a las características individuales de cada niño, para potenciar sus fortalezas y trabajar en sus dificultades. No obstante, el plan de tratamiento suele abarcar más de un área de trabajo y es recomendable contar con un equipo multidisciplinario. Finalmente, queda mencionar que la falta de intervención puede causar problemas en la vida diaria de la persona fuera del ámbito educativo. Por lo tanto, habrá un mayor riesgo de una pobre salud mental, desempleo o deserción escolar.

Leticia Agustina Martín

FUENTE:
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