Esto supondría pagar sólo un euro menos que si los padres llevaran a los niños al comedor escolar.
Así consta en una circular enviada a los centros, en la que han fijado el precio estimativo que podrían cobrar los centros a los niños que acuden con 'tupper'.
Estos 3,8 euros se desglosan en 2,50 euros por la vigilancia y 1,30 euros por la gestión del comedor -en este concepto se puede incluir la energía (luz y gas), la utilización del menaje o el servicio de limpieza-.
Con esta recomendación, la familia en condiciones ordinarias que decida optar por la fiambrera en lugar de pagar el comedor escolar se ahorrará una media de un euro, pues la Consejería de Educación y Empleo ha fijado este año en 4,80 euros el precio del menú escolar en los centros educativos públicos.
El Consejo explica que su Junta de Portavoces ha elaborado estas recomendaciones "ante la negativa de la Consejería de retirar la utilización del servicio de comedor escolar mediante comida aportada por las familias" y añade que aunque éstas se lleven a los ConsejosEscolares, cada centro puede tomar las decisiones que más se adecuen a sus características.
Además, desde el Consejo de Directores señalan que en una reunión mantenida con la Dirección General de Educación Infantil, Primaria y Especial de la Comunidad de Madrid, se les informó de que los consejos escolares "deben tener regulado" el tema del 'tupper' "por si surge algún caso".
En cuanto a las condiciones organizativas y de funcionamiento, según estas recomendaciones, los alumnos deberán traer la comida en recipientes termo aislantes, que vendrán guardados en bolsas termo aislantes y todos los elementos deben ir correctamente identificados con el nombre del alumno.
Respecto al menú, para asegurar una alimentación "equilibrada, saludable y variada", el centro podría entregar al alumno el menú mensual y las familias deberán traer la comida que indica el menú para cada día.
Además, los alumnos que sean usuarios con comida transportada traerán siempre su comida deben ser alumnos habituales del servicio y no se admitirán alumnos esporádicos en esta modalidad. En cuanto al cobro de recibos, los centros aplicarán la misma gestión que al resto de usuarios.
Por otro lado, se recomienda que los alumnos de Educación Infantil no traigan tartera, y se limite el uso a los alumnos de Educación Primaria. También aconsejan no publicar o enviar circular masiva sobre las condiciones de este servicio y dársela solo a las familias que lo soliciten.
Los padres también tendrían que firmar un documento con las normas, en el que asuman la responsabilidad higiénico sanitaria de la elaboración, transporte e ingestión de la comida, eximiendo al centro y al director/a de cualquier responsabilidad y el procedimiento de recepción, almacenaje y devolución de los recipientes lo decidirá cada centro en función de su organización del servicio.
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