jueves, 6 de agosto de 2015

ACCIÓN: Así hemos bloqueado durante 40 horas un buque de Shell de camino al Ártico





26 activistas resistieron impidiendo el paso del rompehielos de Shell
Greenpeace
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40 horas bloqueando a Shell en su camino al Ártico

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La pretrolera Shell continúa con sus planes para explotar el Ártico. Ayúdanos a seguir estando donde sea necesario para frenar su destrucción del Ártico.

Actúa!
La lucha contra el cambio climático no conoce fronteras. Mientras en Madrid nuestros activistas protestaban contra el 'impuesto al sol' del Ministro Soria, a miles de kilómetros 26 activistas resistían colgados o desde el agua para proteger el Ártico de las prospecciones de petróleo que amenazan esta región única.
Frente esta irresponsable aventura de la petrolera Shell, los 26 activistas subieron de madrugada y permanecieron 40 horas colgados del puente de St. John, en el puerto de Portland, a una altura que impedía la salida del buque Fennica. Este rompehielos es la última herramienta que necesita Shell para comenzar su exploración en busca de petróleo en Alaska. El buque se encontraba en Portland reparando su casco tras sufrir daños precisamente en el inicio de su viaje al Ártico (otro punto negro en el historial de Shell en esta región extrema).
Tras expandirse la noticia y ya con la luz del día se sumaban activistas en kayaks, y muchas personas que, desde la costa, mostraban su apoyo a la protesta y pedían a Obama que retire los permisos que ha concedido para perforar en Alaska.
 

Resistencia pese a las maniobras de Shell y las amenazas de multas
Y pasó la noche y con el amanecer del jueves se podían seguir viendo colgadas las diminutas figuras de los activistas y sus coloridas banderas indicando que la lucha seguía. Pero Shell también movió ficha y, tras una petición urgente y un intento fallido del buque de avanzar hacia el puente, un juez dictaminó que los activistas debían retirarse o enfrentarse a multas de hasta 10.000 dólares por cada hora adicional que permaneciesen en el puente. Ni los activistas del puente ni los del agua se retiraron. 
Finalmente tras 40 horas de intensa y emotiva protesta fueron la policía y la guardia costera las que abrieron el paso al Fennica. Al retirar a los primeros 3 activistas, aprovecharon el mínimo hueco resultante para cruzar el puente y continuar su destructivo camino hacia el Ártico.
Aunque los enormes recursos de la petrolera Shell le permitan seguir adelante con su iniciativa, las protestas de estos últimos meses han demostrado el compromiso de millones de personas en todo el mundo para frenar esta carrera insensata en la búsqueda de petróleo a toda costa. Con ese respaldo que notamos tan cerca, seguiremos trabajando, colgándonos, protestando y denunciando ante las distintas instituciones internacionales y gobiernos para reclamar la protección del Ártico.
¡Ayúdanos a mantener esta lucha por el Ártico!

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