miércoles, 17 de junio de 2020

: Educación Preescolar





Educación Preescolar




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La Disfunción de la Modulación Sensorial hace parte del Desorden de Procesamiento Sensorial, la modulación sensorial se refiere específicamente a la capacidad del cerebro para responder adecuadamente a sensaciones del entorno y mantener un apropiado nivel de activación y alerta.
Los síntomas de la disfunción de modulación sensorial pueden con frecuencia presentarse como parte de las manifestaciones del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y a menudo se considera que son una de las características más comunes de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Sin embargo, este desorden puede presentarse por sí sólo sin que coexista con algunos de los anteriores diagnósticos, inclusive algunos niños pueden ser erróneamente diagnosticados con TDAH o TEA.
Cuando un niño tiene una pobre modulación, él o ella, pueden reaccionar quizás de forma hipersensible lo que conduce a una respuesta defensiva, hipo reactiva, la búsqueda de sensaciones o fluctuar entre estos estados.
Una dificultad con la modulación sensorial implica un conflicto en la forma como el niño regula su respuesta a las sensaciones. Otras categorías del Trastorno de Integración Sensorial (TIS) incluyen: Desorden de Discriminación Sensorial y los Desórdenes Motores de origen Sensorial.
Se distinguen tres tipos principales de desórdenes de modulación sensorial:

1. Actitud defensiva o hipersensibilidad sensorial

Es una respuesta exagerada del sistema nervioso a los estímulos sensoriales, como por ejemplo niños que fácilmente presentan malestar ante el movimiento, por lo general, presentan hipersensibilidad a la información vestibular (la sensación de movimiento), el sistema nervioso entra en un modo de lucha-huida, incluso así no exista un peligro real.
Una de las manifestaciones más comunes en los niños es el detestar usar cierto tipo de ropa, negarse a ingerir alimentos con alguna textura en especial, evitar actividades tales como movimientos de balanceo o la aversión a que los toquen.

Síntomas

  • En bebés: extremadamente quisquillosos, se sobresaltan fácilmente, puede parecer que no les gusta que los toquen, dificultad para la transición entre el alimento materno y el biberón o viceversa, retraso en el desarrollo de habilidades motoras.
  • hábitos alimenticios exigentes.
  • A la hora de vestir: no les gustan las etiquetas, costuras y ciertas telas.
  • Dificultades con el auto-cuidado: les disgusta el cuidado del cabello, el recorte de las uñas, el aseo de la cara o bañarse.
  • Baja tolerancia a la frustración, mal humor, irritables, inquietos.
  • Crisis emocionales o pataletas frecuentes que están fuera de proporción con la situación
  • Fácilmente abrumado en ambientes ruidosos como fiestas de cumpleaños, comedor escolar, restaurantes o supermercados.
  • Disgustos con toques ligeros, pueden resistirse a «ensuciarse» al pintar con los dedos o jugar con plastilina
  • En adultos: pueden ser irritables, de mal humor, les molestan los ruidos, a otras personas pueden parecer desconcentrados, exigentes con los alimentos y la ropa, aún pueden presentar aversión táctil y molestarse por la iluminación (especialmente la fluorescente), se mantienen alejado de los ambientes «ruidosos», pueden preferir estar solos.

2. Hiposensibilidad sensorial

Es una falta de respuesta o respuesta insuficiente al entorno sensorial, en ocasiones los niños con esta dificultad parecen estar soñando despiertos o desconcentrados con respecto a lo que sucede a su alrededor, también pueden presentar falta de coordinación y tener dificultades con el desarrollo de las habilidades motoras.
Presentan baja respuesta a los estímulos externos, pueden no darse cuenta que son tocados o movidos, suelen participar en juegos o actividades sedentarias y con frecuencia no notar sonidos u objetos visuales que son evidentes para los demás.

Síntomas

  • En bebés: lentitud para reaccionar a sonidos e imágenes, retraso en el desarrollo de habilidades motoras, pueden presentar dificultades en la transición a los alimentos sólidos y pueden parecer desordenados o presentar babeo.
  • Antojos alimentarios: en particular alimentos salados.
  • Puede introducir demasiada comida en su boca.
  • Pueden no notar su cara sucia, las manos, o ropa arrugada.
  • A menudo parecen estar soñando despiertos o desconcentrados sobre lo que está ocurriendo.
  • Preguntan mucho «qué» incluso aunque tengan buena capacidad auditiva fina.
  • Pueden presentar sobrepeso.
  • Alta tolerancia al dolor, pueden no darse cuenta de cortes y contusiones.
  • Bajo tono muscular, pueden desplomarse, quedarse atrás, tendencia a apoyarse en la sillas o escritorios.
  • Caminar de puntillas o paso torpe
  • Torpeza
  • Pobre desarrollo de las habilidades motoras finas.

3. Exploradores sensoriales

El sistema nervioso de los exploradores sensoriales necesita de estímulos intensos para que las sensaciones sean registradas adecuadamente en su cerebro, por tanto, este tipo de niños está constantemente en la búsqueda de emociones intensas.
Se caracterizan porque ansían correr, saltar, el juego brusco, las luces brillantes, la música alta y por llevarse a la boca objetos no comestibles aunque ya sean mayores de dos años de edad, este subtipo particular es el que más fácilmente puede ser confundido con TDAH o inclusive con síntomas de un autismo leve.
Esto debido a que también pueden presentar retos con la modulación del sentido vestibular, lo que implica un retraso en el desarrollo del habla, el cual puede ser confundido con uno de los síntomas más comunes del autismo.

Síntomas

  • En bebés: les gusta el movimiento y los juegos bruscos, son más felices cuando están ocupados y los ambientes estimulantes.
  • Prefieren los alimentos salados, condimentados, difíciles de masticar como los caramelos duros o crujientes.
  • En constante movimiento, pueden golpearse en paredes o el piso a propósito.
  • Pueden caminar en puntapiés, o pueden correr o saltar por todas partes en lugar de caminar.
  • Dificultad para quedarse quietos en el asiento
  • Tocar todo, puede llevarse todo a la boca.
  • Juego brusco
  • Poca capacidad de atención

Tratamiento

Cuando un niño presenta dificultades con la modulación, su cerebro no puede interpretar adecuadamente los estímulos ambientales y como consecuencia su cerebro se torna desorganizado.
Lo cual se verá reflejado en su comportamiento el cual se tornará desordenado, muchas de sus manifestaciones son un intento de organizar los estímulos ambientales, tales como correr en círculos, saltar o cualquier otro tipo de "comportamientos hiperactivos".
Ignorar el problema no aporta nada a la solución, un niño con trastorno de integración sensorial necesita comprensión y ayuda. El negarse a participar o la incapacidad para realizar ciertas actividades no siempre es porque él o ella no quieren, simplemente puede ser que él o ella no pueden.
El tratamiento del TIS por lo general incluye terapia ocupacional, buscar ayuda de un profesional capacitado en el tema es la mejor opción de obtener la ayuda que su hijo necesita.
Se requiere más información sobre el Trastorno de integración Sensorial puede leer mi artículo sobre el tema:
Referencia:
Kranowitz, C. S. (2005). The Out-of-Sync Child: Recognizing and Coping with Sensory Processing Disorders.New York, NY: Penguin Group
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