ATENDIENDO NECESIDADES: Atención Temprana, Logopedia y Discapacidad
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Posted: 28 Jan 2013 10:38 AM PST
PROPUESTA DE INCLUSIÓN DEL ALUMNADO CON NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO EDUCATIVO EN EDUCACIÓN INFANTIL
1. JUSTIFICACIÓN
La Ley Orgánica de Educación (LOE) 2/2006, de 3 de Mayo, establece en su Título II, Capítulo II (artículos 80 al 83) la compensación de desigualdades en la Educación. La Educación Compensatoria se puede definir como aquella que apoya la inserción tanto educativa como social de los alumnos que presentan Necesidades Especificas de Apoyo Educativo en centros ordinarios del sistema educativo español. Partiendo de esta ley, se pretende dar cabida en las aulas ordinarias a todo el alumnado, en especial al discapacitado leve; concretamente se propone la inclusión de un alumno que presenta autismo en grado leve a través de actividades musicales.
Las ventajas que proporciona la inclusión del alumnado discapacitado en los centros escolares ordinarios son importantes. Por un lado, se atiende a las diferencias individuales de cada uno de los miembros; por otro, a diferencia del modelo integrador, no hace necesario que los alumnos salgan del aula ordinaria ya que el apoyo que necesitan lo reciben dentro de ella. El modelo integrador es una manera de entender la diferencia que va dirigido a aquellos alumnos que presentan Necesidades Específicas de Apoyo Educativo. Trata de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de estos alumnos, aunque supone cierta diferencia hacia aquéllos que no son como la mayoría. En este modelo el apoyo que se recibe por parte de diferentes profesionales se realiza fuera del aula ordinaria lo que implica una coordinación adecuada entre los profesores de apoyo y los tutores.
Por el contrario, las escuelas inclusivas proporcionan apoyo y asistencia a todos los alumnos y alumnas del centro (no sólo a aquéllos que presenten NEAE). En definitiva la inclusión anima, valora y atiende a la diversidad de estudiantes (Arnáiz, 2003).
Para crear escuelas y aulas realmente inclusivas se debe ser consciente de que todos los alumnos/as pertenecen a un mismo grupo y que todos pueden aprender, en función de sus capacidades. Para conseguirlo es necesario crear un marco inclusivo que contenga los recursos necesarios para atender a este tipo de alumnado; de no hacerlo así, la inserción en las aulas de los alumnos discapacitados podía ser negativa (Essomba, 2006).
2. CONTEXTUALIZACIÓN
La propuesta se contextualiza en un centro ordinario situado en la periferia de la ciudad. El aula está formada por 20 alumnos de 5 años de edad, uno de los cuales presenta Necesidades Especificas de Apoyo Educativo (en adelante NEAE), en concreto presenta Trastornos de Espectro Autista (TEA), aunque en un grado leve, por lo que su inclusión en el aula ordinaria podría resultar beneficiosa para él. Dicho alumno presenta algunas dificultades en el comportamiento y en la integración con el resto de sus compañeros, hace uso del lenguaje oral, aunque es algo impreciso y en ocasiones se apoya en los gestos para comunicarse con los demás.
Se parte de la idea de que la forma más enriquecedora de integrar al alumnado con TEA en un aula ordinaria es a través de la música, debido a la importancia que ésta posee como de medio de canalización y expresión de las emociones. La música proporciona beneficios en todas las personas y muy especialmente en aquellas que presentan autismo. El primer objetivo a conseguir con estos niños/as es la mejora de la expresión y de la comunicación.
3. TRASTORNOS DE ESPECTRO AUTISTA (TEA)
Este tipo de discapacidad, como todas, no sólo afecta a la persona que las sufre sino a toda la familia (padres, hermanos, abuelos, primos…). Lo principal es afrontar la discapacidad y asumirla, para así comenzar a buscar la forma de mejorar la calidad de vida tanto del niño/a con autismo como de la familia que convive con él.
Tras el diagnóstico, y una vez que la familia ha asumido la situación, lo primero que deben hacer es tratar de normalizar su forma de vida, es decir, no han de descuidar al resto de los miembros de la familia ni tienen que renunciar a sus deseos, sueños o intereses. En palabras de Alonso (2009), "una familia normal haciendo cosas normales de cada día es el mejor ambiente de aprendizaje que se puede proporcionar a un niño con autismo" (p. 206).
La importancia de un diagnóstico adecuado y temprano permitirá que se establezca el tratamiento más beneficioso para cada caso y permite ayudar a las familias lo antes posible a tratar a sus hijos/as. Además, hace posible que éstas puedan acceder a los servicios de apoyo existentes para estos casos, posibilita una educación más adecuada a las necesidades concretas del niño/a y permite que se puedan realizar revisiones frecuentes, con el fin de valorar las mejoras o el empeoramiento que se va produciendo en su desarrollo. Normalmente el diagnóstico del niño con autismo se realiza entre los tres y seis años de edad y debe ser realizado por especialistas (Alonso, 2009).
Se apuesta por la música como instrumento para que el alumnado con TEA se comunique, descubra nuevas formas de expresión, utilice el lenguaje e interaccione con los demás compañeros/as, puesto que las habilidades musicales son innatas. La música es una actividad que las personas con autismo pueden llegara realizar de manera independiente lo que refuerza su autonomía y autoestima; permite que estos niños/as aumenten su atención o respeten el turno de sus compañeros a la hora de hablar o realizar alguna tarea. La utilización adecuada de la música ayuda a desarrollar la autoestima, la confianza en sí mismos, la comunicación y la expresión. Gracias a ella se pueden tratar dificultades de la propia discapacidad como son la ansiedad o la depresión (Alonso, 2009).
Hasta el momento no se ha encontrado la manera de curar el autismo, aunque sí existen tratamientos que mejoran la calidad de vida de estos niños/as. Es fundamental que se produzca una estrecha colaboración entre los especialistas y las familias puesto que éstas son las que mejor conocen a su hijo/a. Entre los diferentes tipos de tratamientos, se puede destacar:
4. LA MÚSICA, EL CANTO Y LA DANZA COMO RECURSOS INCLUSIVOS.
En esta propuesta se exponen actividades musicales con un fin integrador y rehabilitador, que pueden ser realizadas en la educación como una forma de que los niños y niñas en riesgo de exclusión social se sientan integrados en el aula. En lo que concierne a los alumnos discapacitados, la música les aporta diversos beneficios, puesto que la capacidad o la habilidad musical es algo innato que la discapacidad no elimina.
Como señala Comenius Komensky "No hay nada en la inteligencia que no haya pasado primero por los sentidos…" (Citado en García, 1989, p. 2). En esta línea se enmarca esta propuesta, ya que cuanto más desarrollemos nuestros sentidos, mayor será nuestro conocimiento de mundo exterior. Ésta es, según los especialistas, una de las principales funciones de la música: la de enriquecer al ser humano.
De forma complementaria a la música también se pueden utilizar otros recursos como el canto o la danza para ayudar e incluir en el aula al alumnado con TEA. Como indica Poch (1999) el canto "es la única expresión musical para la cual el ser humano no precisa nada externo a sí mismo" (p. 167). Tiene la ventaja de que se puede realizar en cualquier lugar, sin utilizar ningún tipo de instrumento, solo la voz. Expresa una amplia gama de emociones, sentimientos o pensamientos que no podrían ser expresados por ningún instrumento musical.
Otro recurso que puede ser utilizado en el aula y que, al igual que el canto, sirve para manifestar el estado de ánimo más profundo, es la danza. Para poder hacer uso de ella únicamente necesitamos los elementos que nos brinda nuestro propio cuerpo. La danza, el movimiento corporal, constituye un tipo de lenguaje no verbal a través del se muestran aspectos de nuestra personalidad, difíciles de apreciar de otro modo, liberamos las tensiones y nuestros sentimientos más profundo. (Poch, 1999, I).
En la actualidad cada vez se acuden en más ocasiones a la utilización de técnicas como la musicoterapia y la danzaterapia, para corregir problemas o trastornos. En la mayoría de los casos se producen notables mejorías, sobre todo en casos de niños con autismo, debido a las características que posee la música respecto a la entonación y al ritmo (Pascual, 2006).
5. PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Antes de que el docente comience con el desarrollo de las actividades, es necesaria una fase preparatoria para que los alumnos se adapten a un aula en la que existen infinidad de elementos que despiertan los sentidos. Una vez adaptados, es esencial que se encuentren motivados hacia las actividades, ya sea a través de la propia música, a través de cuentos, gestos, palabras, marionetas, instrumentos musicales, etc. (Mateos, 2004).
Con el fin de atender adecuadamente a la diversidad del alumnado presente en nuestra aula se exponen a continuación algunos ejemplos de actividades que pueden ser llevadas a la práctica. Con ellas se pretende además de incluir al alumnado con NEAE, fomentar la creatividad y la imaginación de los discentes.
EL CUENTO MUSICAL
LA CASA MUSICAL
IMITAMOS LOS SONIDOS
DIBUJO LO QUE SIENTO
AUDICIONES RECOMENDADAS
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alonso, J. R. (2004). Autismo y síndrome de Asperger: guía para familiares, amigos y profesionales (2ª Edición). Salamanca: Amarú.
Arnáiz. P. (2003). Educación inclusiva: una escuela para todos. Archidona (Málaga): Algibe.
Essomba, M. Á. (2006). Liderar escuelas multiculturales e inclusivas: equipos directivos y profesorado ante la diversidad cultural y la inmigración. Barcelona: Grao.
González, S., Blasco, C., Rodríguez, E., Arenas, M. (2008). La aplicación de la Ley de Dependencia en Andalucía. Sevilla: Consejo Andaluz de Relaciones Laborales.
García, E. (1989). Musicoterapia y enriquecimiento personal. Revista interuniversitaria de formación del profesorado, 4, 91-107.
Pascual P. (2006). Didáctica de la música para Educación Infantil. Madrid: Pearson.
Poch, S. (1999). Compendio de musicoterapia (Vols. I y II). Barcelona: Herder.
Mateos, L. A. (2004). Actividades musicales para atender a la diversidad. Madrid: ICCE.
7. REFERENCIAS LEGISLATIVAS
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. BOE núm. 106 de jueves 4 de mayo de 2006.
Por Beatriz Morillas Carrillo
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