Las clases de los colegios, institutos y facultades de toda España se han visto hoy afectadas por la huelga general en educación (desde la guardería a la Universidad), la segunda en un año contra los recortes presupuestarios (que se elevan a 6.700 millones desde 2010) y, esta vez, también contra la inminente reforma de la legislación escolar. Bien por la ausencia de profesores, bien por la de alumnos, el paro se ha hecho notar, eso sí, dentro de una horquilla amplísima: desde el 13% de respaldo entre los alumnos del colegio público Portugal de Madrid, por ejemplo, hasta casi el 94% en la escuela Joan Marquès Casals de Terrassa, en Barcelona. En la Universidad, también va por facultades, aunque en algunas, como la de Sevilla, la actividad se ha paralizado casi por completo.
La jornada ha terminado este jueves por la tarde con manifestaciones en ciudades de toda España, algunas de las cuales ya había reunido durante la mañana a miles de personas en varias localidades gallegas, en Valencia, Murcia o en Barcelona. En esta última se inició la marcha a las 12.30 horas desde plaza Universidad y finalizó dos horas más tarde en plaza Sant Jaume, fuertemente rodeada de agentes antidisturbios de la policía. Se han manifestado 10.000 personas, según la Guardia Urbana, y 100.000, según los sindicatos.
En Galicia, una veintena de manifestaciones convocadas en defensa de la educación pública expresaron desde las 11.30 horas su rechazo "contundente" a la reforma escolar. Y en Valencia, unos 4.000 estudiantes han recorrido desde mediodía las calles de la ciudad. Se han producido tensiones entre la policía y los manifestantes cuando alguno de estos últimos han lanzado objetos contra oficinas de varias entidades bancarias. Una vez terminada la manifestación, se efectuaron tres detenciones.
"Percibimos que se ha paralizado la actividad educativa"
Gonzalo Martín (21 años), alumno de Arquitectura. / J. A. A.
La Plataforma por la Escuela Pública (FETE-UGT, CC OO, STES, CEAPA y el Sindicato de Estudiantes) adelantó a las 10 de la mañana que el porcentaje del profesorado superaría el 65%, según sus cálculos, pero unas horas después lo elevaron: el 72% de los docentes de colegios, institutos y universidades públicas han secundado el paro, calculan los sindicatos, y el 25% en la concertada. Sin embargo, el Ministerio de Educación ha asegurado que, según los datos recopilados de las comunidades, no llega al 20%. Por su parte, el Sindicato de Estudiantes señala que el 90% de los alumnos han secundado el paro. En la anterior huelga general educativa, en mayo de 2012, los sindicatos dijeron un 65% y Educación, un 19%.
"Lo que percibimos es que se ha paralizado la actividad educativa. O no hay profesores o faltan los alumnos", ha declarado Francisco García, de CC OO. "Evidentemente, el seguimiento no es igual en la escuela infantil, menor, que en la Universidad, pero es un rotundo éxito", ha añadido José Luis Pazos, portavoz de la federación de padres CEAPA. Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes, ha recordado que esta es la octava huelga de alumnos de este curso. "Sabemos que el seguimiento está por encima del de octubre o febrero y eso que ahora coincide con los exámenes finales. Eso demuestra que los estudiantes priman sus intereses académicos y su futuro a su presente".
Dos semanas de protestas
La huelga de hoy ha sido la culminación de dos semanas de protestas durante las que se han sucedido centenares de encierros, vigilias y todo tipo de movilizaciones. Ha habido manifestaciones en una treintena de ciudades, concentraciones (caceroladas ante el Parlamento andaluz, en Sevilla, o frente a la Consejería de Educación en Alicante) y también algún altercado. Dos policías locales han resultado heridos leves tras un enfrentamiento con un grupo de estudiantes que pretendía incendiar contenedores y neumáticos en la avenida dels Tarongers de Valencia y cortar la vía del tranvía. En Madrid, un grupo de alumnos ha cortado el tráfico durante unos minutos y ha habido momentos de tensión con la policía, pero no ha habido altercados.
Entre los manifestantes estaba Gonzalo Martín, estudiante de Arquitectura de la Complutense de 21 años. "Estoy aquí contra la subida de tasas, para defender la enseñanza pública y el acceso universal a la educación", explicaba. "Estamos notando ya los recortes, se están cerrando laboratorios, talleres…", añadía.
En Madrid ha sido evidente la desproporción del seguimiento de la huelga. "Nunca había habido tan pocos niños en el centro", cuenta el secretario del colegio Emilia Pardo Bazán, un centro en el corazón del étnico barrio de Embajadores. Sin apenas audiencia, los profesores han optado por no avanzar en el temario y la escuela era más una guardería que un lugar de formación. Los pocos niños eran casi todos hijos de inmigrantes sin mucha idea de lo que supone la marea verde.
Aunque a los centros hayan acudido más profesores que en otras protestas, lo cierto es que no han perdido el espíritu combativo, pero el bolsillo pesa. Los docentes han visto reducido su sueldo un 15% tras los dos recortes a los funcionarios y cada vez que van a la huelga les descuentan unos 100 euros. Se pone de manifiesto en el instituto Isaac Newton. Tan solo un 9% de los profesores ha secundado la huelga y un 40% del alumnado, pero el módulo de reprografía es un puro llamamiento a la movilización y los profesores se pasean con la camiseta verde para expresar que rechazan la reforma de la ley y los recortes. "Los profesores empezaron con más fuerza las huelgas, pero no pueden sostener ese ritmo", cuenta Rosa Gómez, su directora.
Con más o con menos conocimiento preciso sobre la dimensión de los recortes y sobre la reforma escolar que impulsa el ministro José Ignacio Wert, lo que estaba hoy completamente extendido entre los manifestantes era la sensación de que tanto la tijera como la nueva legislación rompen una cierta concepción de la enseñanza pública como algo que debe incluir y ayudar a todos, independientemente de su clase social. "Porque no quiero que se desmantele todo aquello que elegí para mi hijo, porque creo sinceramente que la calidad está en la enseñanza pública y que muchos la elegimos porque creemos en ello", decía a primera hora de la mañana Paz Martínez (funcionaria, madre de un alumno de 15 años) a las puertas del instituto público San Isidro de Madrid.
Por un lado esas medidas de ajuste (se permitió aumentar el máximo de alumnos por aula, se incrementaron las horas mínimas de clase de los profesores y se prohibió cubrir las bajas de los docentes hasta pasadas dos semanas) se han traducido en la pérdida de plantillas (unos 60.000 profesionales, calcula CC OO, en los colegios e institutos públicos) y, con ellos, de todo tipo de apoyos y refuerzos para los alumnos con dificultades. En la Universidad, se han endurecido los requisitos académicos para conseguir y mantener las becas y se ha aumentado de manera importante el precio de las matrículas, sobre todo, para los repetidores y en los másteres.
El PP defiende la reforma
A la vez, el Gobierno impulsa una nueva ley educativa con la que asegura que disminuirá el fracaso escolar adelantando los itinerarios distintos para los alumnos, reforzando las materias instrumentales y estableciendo evaluaciones externas, que al final de la ESO y bachillerato serán reválidas: si no se aprueban, no se podrá seguir estudiando. Sin embargo, para buena parte de la comunidad educativa, esa norma es la otra cara de los recortes para hacer un sistema educativo más barato, elitista y que segregue a los alumnos que van peor. Además, se quejan del apoyo a la escuela privada-concertada, a la asignatura de Religión o a las escuelas que separan por sexo.
Los sindicatos ANPE y CSIF, que en 2012 se unieron a la protesta, esta vez no han hecho un llamamiento a sus afiliados. Abogan por agotar el proceso negociador. El ministro José Ignacio Wert lleva este viernes su anteproyecto de Ley Educativa al Consejo de Ministros.
La secretaria de Educación e Igualdad del Partido Popular, Sandra Moneo, ha afirmado hoy que sería una "verdadera irresponsabilidad" no cambiar el sistema educativo actual y ha defendido que la reforma (Lomce) es la "gran oportunidad" para mejorar su calidad, informa Efe. En una rueda de prensa en la Cámara baja, Moneo ha afirmado que respeta la huelga convocada para hoy en la enseñanza pública pero ha dicho no compartir ninguno de los motivos argumentados para secundarla. Ha defendido que la Lomce combatirá "frontalmente" las tasas de abandono escolar temprano, que es "el gran problema" porque uno de cada tres alumnos es "expulsado" del sistema educativo "socialista".
Con información de Manuel Planelles, Ivanna Vallespín y Ezequiel Moltó
la lomce es una mierda
ResponderEliminarlo suscribo.
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