Nuevo artículo publicado en De mi casa, ¡al mundo! |
Posted: 19 Apr 2015 02:23 PM PDT
La educación es un tema que personalmente me preocupa mucho. Estoy convencida de que es la base más importante para el desarrollo del hoy y del mañana, y donde más esfuerzos deberíamos invertir como sociedad inteligente que decimos ser.
A estas alturas estarás de acuerdo conmigo en que la educación actual, al menos en España, está anticuada, obsoleta y no respeta el verdadero ritmo de los niños. Lo afirmo como maestra interina que ha recorrido muchos centros educativos, como psicóloga especializada en infancia y como madre.
Por otra parte, una educación respetuosa y de calidad debería estar al alcance de todos, es un derecho fundamental de los niños, que desde mi punto de vista va más allá del código que marque una Constitución.
Es tan evidente que la educación va por un mal camino que mejorarla no es un capricho, es una necesidad, y hay que hacerlo ya.
No podemos esperar más.
Sé que no está todo perdido. Afortunadamente, un pequeño sector del colectivo de maestros de escuelas públicas está iniciando un cambio, te hablé de ello en el artículo de 40 escuelas públicas españolas con pedagogías alternativas, pero no es suficiente.
Ha llegado el momento de que los padres, las familias, asumamos nuestra parte de responsabilidaden este asunto, nos empoderemos y alcemos la voz, colaboremos, aportemos para conseguir una escuela pública (o concertada) que apueste de verdad por las pedagogías innovadoras, respetuosas y de calidad.
Pero, ¿por dónde empezamos? ¿Qué podemos hacer desde nuestro lugar de familias?
Como sé que la educación de tus hijos te importa, y quieres mejorarla, lo que tengo que contarte hoy te servirá…
Esta semana tuve la suerte de pasar un buen rato de té y charla con tres mujeres inspiradoras. Tres maestras muy preparadas que están convencidas de que el cambio es posible y luchan cada día por ello, no sólo desde su puesto de maestras en las escuelas públicas donde trabajan, sino que han ido un paso más allá y han constituido recientemente una fundación, Fundació Es Niu, con el principal objetivo de acercar una nueva mirada sobre la educación, y ofrecer recursos en esta dirección a toda la comunidad educativa.
Con ellas me planteé hablar de cuatro temas urgentes:
Fueron cerca de dos horas intensas, en las que disfruté y aprendí mucho. Hablamos de los obstáculos, pero también de los caminos posibles, de soluciones…
Sandra Icasuriaga, Esther Zarrias y Jana Suau acaban de regresar de un viaje intenso a Reggio Emilia en Italia, al que por cierto me invitaron y me quedé con las ganas, donde han podido empaparse de una de las mejores propuestas educativas para primera infancia.
Pero hace pocas semanas estuvieron también en Roma en un congreso europeo Montessori, y los dos últimos años se han formado en la metodología de ambientes preparados de los Wild. Además tienen formación en pedagogía Waldorf y trabajan con materiales de Pikler.
Son buscadoras de nuevos caminos, muy comprometidas con su labor de maestras que acompañan en los procesos de vida y de aprendizaje a los niños.
Afirman que hay que evitar que la infancia pase desapercibida. Su lema es "educación consciente, educación coherente".
"No basta con ser consciente de lo que pasa (de las necesidades reales de los niños) es preciso como adultos tomar las riendas y ser coherentes, actuar en consecuencia, aunque esto nos suponga un trabajo extra y sea más duro" comenta Esther.
Charlar con ellas fue un auténtico placer y el primer tema que saqué en nuestro encuentro fue...
¿Hacia dónde tiene que dirigirse el cambio?
Entre todas estuvieron de acuerdo en que hay 4 aspectos fundamentales:
(1) Cambiar el rol del maestro/a
Hay que acabar con esa figura vertical y jerárquica, del maestro como autoridad conocedora de todo que explica a una masa ignorante.
El maestro/a debe transformarse en un acompañante de los procesos de vida y de aprendizaje del niño.
(2) Cambiar la mirada hacia el niño/a
El niño no es un folio en blanco, ni una tabula rasa que hay que llenar de conocimientos, tiene muchas potencialidades y simplemente necesita un compañero con el que se sienta seguro, que tenga una actitud de acompañamiento, de respeto por sus ritmos y procesos, para que así pueda desarrollar esas potencialidades.
(3) Preparar el ambiente educativo
Si el adulto está con una actitud de acompañamiento y de disponibilidad emocional sana y el entorno y el ambiente en el que se mueve el niño está bien preparado, el niño por sí solo aprende. Está más que comprobado.
(4) Unir familia y escuela
Se hace necesario unir dos bandos que hasta hoy suelen ir por separado, familia y escuela deben ir a una.
Hay que acabar con la lucha de poderes y unir fuerzas. Derrumbar las barreras por parte de las escuelas de no dejar que los padres se entrometan y mejorar, por otro lado, la confianza de las familias respecto a los maestros.
Familia y escuela son los dos elementos socializadores más importantes de los primeros años de vida del niño, y si no hay unión, y cada uno va en una dirección, el niño lo percibe y se pierde de sí mismo.
Si todos estos puntos están tan claros y no sólo las pedagogías alternativas defienden estas tesis desde hace años, sino que ya la ciencia lo abala con multitud de estudios cada vez más numerosos…
¿Por qué cuesta tanto el cambio?
Probablemente por el tipo de educación que hemos recibido todos.
Estamos tan acostumbrados dese pequeños a que exista una figura de autoridad por encima de nosotros que nos controla y nos da el visto bueno para hacer cualquier cosa, que nos cuesta alzar la voz.
Esto es lo que les sucede a los niños también, y está más que demostrado.
Cuando aceleramos los procesos y enseñamos algo a un niño antes de tiempo, como podría ser la lectoescritura, generamos un estrésen él que no le permite estar seguro y en consecuencia deja de ser autónomo.
El niño acaba estando eternamente pendiente del adulto para saber lo que tiene que hacer en cada momento. Espera recibir las instrucciones, y así no crea las conexiones por sí mismo.
Esto es lo que nos ha pasado a casi todos...
En realidad puede ser más fácil vivir así, sin asumir nuestra responsabilidad en lo que pasa a nuestro alrededor y simplemente acotando órdenes.
Además, no es ningún secreto que al sistema patriarcal en el que vivimos no le interesa tener ciudadanos capaces de ser críticos, de pensar, de alzarse…
Y por otra parte, hay mucho miedo a meter la pata. Miedo al fracaso. Siempre la culpa es para la metodología. A excepción del libro, que no garantiza nada, pero está respaldado.
Si desde los tres años los niños trabajan con libros y fichas y luego acaban con dificultades de aprendizaje o fracaso escolar, que es lo que está pasando, nadie se plantea nada. En cambio si los niños llegan a primaria sin saber leer y escribir y en la etapa de infantil has utilizado una metodología innovadora como podría ser trabajar por ambientes, entonces la culpa es del método.
Y con todo esto que me estáis contando, me viene una pregunta a la cabeza…
¿De verdad la Administración marca tanto el currículum y no es posible hacer cambios en las metodologías o es una excusa del colectivo de maestros, que somos poco autónomos y estamos acomodados?
Todas están de acuerdo: Es una excusa.
El currículum que marca la Administración determina unos objetivos y un contenido que hay que impartir, pero no te dice cómo, cada centro puede buscar sus propias estrategias.
Y algo que hemos descubierto hace poco y hemos contrastado es que ni siquiera las evaluaciones y las notas son obligatorias, más que en 6º de primaria, cuando hay un cambio de etapa educativa. Esto es una realidad, hemos hablado con centros educativos públicos donde no ponen notas más que en el último año antes de pasar al Instituto.
Además, existe algo, que a veces se nos olvida, llamado libertad de cátedra, es decir, ejercer la docencia con absoluta libertad.
Entonces, podemos hacer algo. ¡Qué gran noticia!Y…
¿Cuáles son los primeros cambios imprescindibles que debería hacer cualquier escuela media española?
4 propuestas básicas e imprescindibles serían:
(1) Tener una línea de centro definida
Es imprescindible que todo el equipo docente de un colegio vaya a una, con la misma mirada,la misma metodología, el mismo sistema de evaluación (que no tiene por qué ser numérico y con exámenes),…
(2) La formación de los maestros/as es fundamental
Pero una formación contemporánea, consciente, coherente.
La formación universitaria es precisamente muy incoherente.
¿En qué debe consistir esa formación específica?
Se hace obligado tener un conocimiento profundo de los procesos de los niños, de su desarrollo, psicológicos, emocionales y saber respetarlos.
Que es precisamente lo que tienen en común todas las pedagogías que yo llamo alternativas como la Waldorf, Montessori, no directiva, activa, holística…
Así es. Además es importante que el maestro/a haga todo un trabajo personal y se conozca a sí mismo, lo que provoca, lo que refleja en su aula…
¿Me ponéis un ejemplo para entender mejor esto?
Por ejemplo, si la maestra se siente mal o tiene un mal día pero en clase pone buena cara, el niño, que percibe su comunicación no verbal, su gesto, su tono, lo vive como una incoherencia y aprende por tanto "que cuando se sienta mal, debe poner buena cara".
No es fácil ser maestro/a, exige mucha responsabilidad, por lo que es muy importante autoconocerse y ser consciente de lo que provocamos en el aula.
En la universidad no existe esta preparación.
(3) Crear una piña con las familias
Romper esa barrera que muchos colegios imponen a las familias.
Abrirles las puertas para que puedan conocer, interesarse por lo que está pasando dentro del centro, cuáles son los problemas, las necesidades, los cambios que quieren hacerse, buscar su apoyo y su confianza.
(4) Suprimir las expectativas respecto a lo que el alumnado debería hacer o conseguir en cada momento
Solemos tener unos objetivos iguales para todos los alumnos, buscamos homogeneizarlos, cuando cada alumno es único y diferenciado, tiene su contexto, su situación familiar, de desarrollo, su propio ritmo.
Es importante hacer una labor previa de observación profunda de los alumnos para ver desde dónde partimos, sin expectativas previas, y a partir de ahí programar los objetivos.
Como decís, las familias tienen un papel muy importante, entonces…
¿Qué podemos hacer los padres para apoyar el cambio?
Muchas cosas, para empezar…
(1) Confiar en las metodologías innovadoras y apoyarlas públicamente
Hay escuelas que tienen un interés en empezar a trabajar con pedagogías respetuosas pero no se atreven, muchas veces por miedo a que los padres no les apoyen.
Es importante que los equipos directivos reciban de forma palpable este apoyo.
(2) Apoyar las iniciativas de cambios que se proponen al Congreso desde múltiples plataformas
Hay muchas cosas que entre todos debemos luchar por cambiar; de la nueva ley educativa, de las ratios, de la obligatoriedad de tener un mobiliario determinado en las escuelas que es anticuado y poco funcional para las necesidades reales de los niños… Son muchas cosas, y aquí tenemos una responsabilidad todos los padres de defender públicamente los intereses de nuestros hijos, porque todo suma.
(3) Interesarse por el equipo educativo, hacer equipo con las otras familias para unir voces
Cuántos padres ni siquiera han tenido una charla con el director/a del colegio de sus hijos en todos los años de escolarización.
Es importante que los padres se acerquen a las escuelas, se interesen, pregunten, hagan equipo con otras familias para saber qué deciden, cómo trabajan desde los claustros, mostrar su voz…
(4) Formar comisiones de padres que participen en el centro
Es necesario que los padres se integren en el día a día del centro y que vean de primera mano tantos las cosas positivas como las dificultades que se generan y cómo resolver las situaciones.
Hay múltiples escuelas que ya lo hacen, Congrés Indians o Martinet en Cataluña son buenos ejemplos de ello, en las que los padres organizan comisiones pedagógicas, de fiestas, de materiales,…
Una de las escuelas que visitamos en Italia recientemente, por ejemplo, los padres hacen 50 horas de trabajo comunitario obligatorio durante el curso. Allí tenían incluso un río y un puentecito de madera que habían construido los propios padres.
Es una forma de hacerse un lugar en la comunidad educativa. Si los padres sienten el colegio como suyo, no lo van a infravalorar, ni a despreciar, se preocuparán por su evolución.
Además, así tienen mucha más fuerza.
(5) Fomentar escuelas de padres
Los maestros necesitan formación urgente, pero los padres también.
Es preciso crear escuelas de padres en los que esta nueva mirada respetuosa hacia los niños también puedan entenderla y hagan los cambios necesarios en casa, que son imprescindibles para acompañar todos los procesos.
Afortunadamente son cada vez más las familias preocupadas por estos temas, padres que hacen seminarios de Montessori o se acercan a visitar escuelas alternativas para ver qué pueden aprender y llevar a cabo en sus hogares, pero esto debería generalizarse a la mayoría.
Si los padres no piden a los equipos directivos que se organicen estas escuelas de padres, o los AMPAS y AMIPAS no se mueven, todo queda en el vacío.
(6) Unión entre maestro/a y familia
Definitivamente hay que acabar con esa separación total que existe ahora entre maestro/a y familia. Es necesario que se hagan charlas, comidas, excursiones, reuniones informales…
Que las familias puedan hacer equipo real con el colegio.
Y para acabar…
¿Cómo sería vuestra escuela ideal?
Una escuela sin cemento en el patio. Con tierra, con césped y montículos para escalar. Donde haya un contacto directo y vivo con la naturaleza.
Espaciosa, luminosa, con cristaleras por todas partes, transparente.
Que contara con materiales no estereotipados, ni de plástico, materiales naturales de calidad, y ambientes bien preparados.
En la que haya tiempo, se hagan las cosas sin prisa, sin rutinas tan marcadas a golpe de timbre.
En la que no se unifique por edades, porque no tiene ningún sentido, y los grupos puedan enriquecerse de ser heterogéneos, mezclando edades de 0 a 6 y de 6 a 12 años pues son las dos principales etapas de desarrollo en la que los niños tienen necesidades diferentes que cubrir.
En la que los padres participen en la elaboración de materiales, en las actividades diarias del centro, como si la comunidad educativa fuese un hogar, una familia.
[Foto de La Pesta, escuela fundada por Rebeca Wild en Ecuador]
Cuánto he aprendido con ellas y si me ha quedado algo claro es que las familias tenemos mucho que aportar en este cambio, es nuestra responsabilidad.
Muchas gracias Sandra, Esther y Jana. Y nos vemos en las jornadas de educación consciente y coherente que organiza Fundació Es Niu el próximo 8, 9 y 10 de mayo en Mallorca…
<<Para educar a un niño hace falta la tribu entera - Proverbio africano>>
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario