Ante las dudas e inquietud que algunas personas tienen sobre la posibilidad de que las señales de radio que emiten las estaciones base de la telefonía móvil, los mismos terminales (teléfonos), así como los router y ordenadores que emiten WiFi, sean nocivas para la salud, el Colegio de Ingenieros de Telecomunicación organizó una jornada sobre este tema el 6 de febrero de 2008 en la que intervinieron reconocidos especialistas del tema.
Asistimos a esa jornada cuyo resumen es:
Tratándose de una cuestión que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha recibido mucha atención por parte de numerosos organismos públicos en muchos países.
En España se ocupa el Comité Científico Asesor de Radiofrecuencias y Salud. Internacionalmente se ocupan organismos como el ICNIRP (Comisión Internacional sobre Protección de Radiaciones No-ionizantes), la Organización Mundial de la Salud, etc. (Todas tienen mucha información en sus portales de Internet)
El comportamiento de las radiaciones electromagnéticas varía mucho según su frecuencia. Las que nos ocupan aquí (servicios de telecomunicación) están muy alejadas de las radiaciones ionizantes y de las que producen efectos fotoquímicos. Sólo tienen efectos térmicos. Numerosísimos estudios serios realizados en diversos países han determinado que, efectivamente, producen un efecto de calentamiento en los tejidos del cuerpo humano, pero solamente si tienen suficiente energía. Hoy se conoce perfectamente a partir de qué nivel de energía puede producirse algún efecto en el cuerpo humano. En consecuencia, se han publicado normas especificando los niveles que no se deben sobrepasar y que, por prudencia, se han establecido, por lo menos, 50 veces inferiores al mínimo que puede afectar al cuerpo humano.
Las instalaciones que tenemos en España, aún sumando los efectos de todos los terminales, estaciones base, WiFi, etc. funcionando todos a la vez, sólo alanzan el 4% del máximo establecido que, como hemos dicho, ya de por sí es muy inferior al que puede percibir nuestro cuerpo.
Por otra parte, el cuerpo humano está adaptado a vivir en las condiciones reinantes en nuestro planeta. Entre otras cosas, a recibir radiaciones procedentes del sol, al campo magnético de la tierra, a su radiactividad natural, a la radiación cósmica, etc. La energía que difunden los sistemas de telecomunicación es muy inferior a la de las fuentes naturales.
Con todo, se han publicado notas alarmantes atribuyendo efectos nocivos a estas radiaciones, pero carecen de fundamento. Decir cosas es fácil. Y utilizar argumentos falaces también. Y publicar noticias alarmantes "vende" Pero lo que determina lo que pasa a nuestro organismo es la realidad, no la fantasía. Siempre hay que contrastar lo que leemos con otras fuentes de información y asegurarnos de que son fiables, serias y reconocidas universalmente.
Para quien quiera más detalles, hay amplia información en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario