Nunca habíamos pintado al óleo con el alumnado, pero un niño que va a clases de pintura trajo a clase un lienzo pintado lo que que despertó el deseo de todos de hacer como él.
Ahora, el día que hicimos la cata de cerezas encontramos un motivo para retratar con diversas variaciones sobre el color rojo, por ello nos pusimos manos a la obra. Tiene su punto de dificultad porque hay que emplear aguarrás, pero los resultados son espectaculares, y los niños entienden que pintar sobre un lienzo con óleos es como entrar en otra dimensión de con sus representaciones plásticas. A sus ojos parece que le confiere otro valor.
Con las cerezas delante, fuimos tratando de conseguir las distintas tonalidades de rojo de cada una de las variedades, añadiendo, mezclando, comprobando... Previamente hicieron un boceto en papel con ceras brandas, para entender muy bien el tamaño y la ubicación. Se perfiló sobre el lienzo, se pintó el fondo y se dejó secar un día; luego, capa a capa se fueron pintando las cerezas. Entendieron muy bien la aplicación final de luz con el color blanco. Firmaron y fecharon el cuadro. Capa de barniz y exposición en el centro.
Un recuerdo de la deliciosa cata.
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