GEA EDUCADORES: Rv: Hacia una escuela inclusiva - AYER TERMINÉ DE VER LA EDUCACI�"N PROHIBIDA

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Rv: Hacia una escuela inclusiva - AYER TERMINÉ DE VER LA EDUCACI�"N PROHIBIDA

Hacia una escuela inclusiva

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AYER TERMINÉ DE VER LA EDUCACIÓN PROHIBIDA

Ayer terminé de ver La Educación Prohibida, una película documental en la que, a lo largo de casi dos horas y media, se analiza el modelo educativo actualmente imperante en el mundo entero, con sus sombras (no se destaca ninguna luz) y se proponen experiencias (que no modelos) alternativos que se basan en la libertad. Libertad del alumnado para desarrollarse a su ritmo, libertad de las familias para decidir la forma en la que quieren educara sus hijos e hijas, libertad de las y los docentes para enseñar sin las presiones que el sistema educativo formal ejerce sobre ellas y ellos.

En estas experiencias alternativas de educación se ponen en práctica numerosas ideas que, por supuesto, en el modelo de escuela inclusiva que defendemos, tendrían total cabida:

<---[if !supportLists]-->- Educación de los sentimientos.

<---[if !supportLists]-->- Educación de las emociones.

<---[if !supportLists]-->- Participación de la familia.

<---[if !supportLists]-->- Aprendizaje activo.

<---[if !supportLists]-->- Respeto por los diferentes ritmos de aprendizaje.

<---[if !supportLists]-->- Potenciación de la creatividad.

<---[if !supportLists]-->- Cooperación.

Sin embargo, el visionado de la película que, por otro lado, puede presumir de una factura impecable en lo audiovisual, me produce una sensación un tanto agridulce. Os lo explico:

Las experiencias que se muestran, las entrevistas que se han seleccionado a lo largo del documental, corresponden a personas que trabajan únicamente en el ámbito universitario o en instituciones educativas que nada tienen que ver con el sistema educativo formal. Fundaciones, escuelas libres, centros de titularidad privada… copan las más de dos horas de documental. Desde la idea que se defiende en la película, son estas instituciones las que hacen una auténtica educación centrada en el alumno o la alumna y, por lo tanto, se convierten en una alternativa al modelo educativo formal que, ni por asomo, se acerca a este modo de enseñar.

Pero cabría preguntar ¿no hay experiencias educativas que, desde el interior del sistema educativo formal, público y universal promuevan y pongan en práctica los mismos principios que se defienden en la película? Desde mi punto de vista (es una opinión estrictamente personal) esta película cae en el error de considerar que la educación formal no está respondiendo a las verdaderas necesidades educativas del alumnado, generalizando una actitud negativa que en nada beneficia al sistema. Por el contrario, se difunde la idea de que son estas instituciones alternativas las que pueden lograr que cada alumno y cada alumna se desarrollen como personas más allá de un simple currículo de contenidos. Pero, ¿cuál es la titularidad de estas escuelas alternativas? ¿Acaso no son instituciones privadas a las que se accede previo abono de los honorarios correspondientes? En tal caso, ¿quién tendrá acceso a este modelo de educación? ¿No estará contribuyendo a la segregación social? ¿No estará haciendo la misma distinción que realizan, por ejemplo, los centros religiosos?

La Educación Prohibida es una película interesante y, por supuesto, recomiendo su visionado pero, no puedo obviar que en los centros educativos públicos hay personas y equipos completos que buscan diariamente nuevas formas de enseñar para nuevas formas de aprender, que educan los sentimientos, las emociones, que trabajan la creatividad, que ponen en práctica estrategias de cooperación en el aula… (¿conocen ustedes algún ejemplo?) Y lo más importante: lo hacen para todo el alumnado, sin distinción alguna. Por lo tanto, insisto, vean La Educación Prohibida, pero tengan en cuenta que, por encima de modelos alternativos que, sospecho, sólo podrían ir dirigidos a una ciudadanía informada, formada y con un nivel cultural alto, la educación pública es la única que puede garantizar la formación de todo el alumnado. Por supuesto, hay que introducir muchísimas mejoras en las formas de hacer las cosas dentro de la educación pública para convertirla en una educación, no sólo universal, sino también de excelencia. Pero no es muy aconsejable pensar que la educación pública, la educación institucional, simplemente no sirve.