Víctor Hugo está considerado como uno de los escritores más importantes del siglo XIX. Su vida estuvo marcada por la literatura, el compromiso social y la lucha contra las injusticias sociales. Pero la vida de Víctor Hugo, su vida personal estuvo plagada de desgracias, originadas en su mayor parte por las mujeres de su familia. Una madre dominante, una esposa infiel, una hija desaparecida prematuramente y otra perdida en la enfermedad mental. Esta fue Adèle Hugo, una mujer desequilibrada cuyo amor por un general desencadenó todo tipo de trastornos mentales.
Adèle Hugo nació el 28 de julio de 1830 en París. Era la quinta hija del escritor Víctor Hugo y su esposa, también llamada Adèle. La infancia de Adèle transcurrió relativamente tranquila en una Francia sumida en la Gloriosa Revolución. En aquellos años, Adèle era una bonita niña morena que tocaba el piano y posaba para los más prestigiosos artistas del momento mientras su padre escribía y estrenaba obras de teatro. Ya entonces, Víctor Hugo se mostró comprometido con los movimientos revolucionarios.
Cuando el 2 de diciembre de 1851, Luis Napoleón Bonaparte, Presidente de la República Francesa, dio un golpe de estado para convertirse en Napoleón III, emperador del Segundo Imperio, el escritor no dudó en exiliarse de manera voluntaria, primero en Bruselas y después en Guernsey, una isla situada en el Canal de la Mancha. Con él no viajaba toda su familia. Su hija Leopoldine había muerto ahogada en el Sena en 1843 mientras realizaba un paseo en barca con su esposo y su esposa hacía tiempo que se había negado a tener relaciones con él mientras mantenía una relación extraconyugal con un amante.
Obsesión por el oficial
Fue en aquel exilio de Guernsey donde Adèle conoció al amor de su vida y el detonante de sus desequilibrios mentales. Se trataba de un oficial de la armada británica llamado Albert Pinson quien en 1855 propuso matrimonio a Adèle. La joven rechazó en un primer momento aquella declaración de amor pero cuando quiso rectificar fue demasiado tarde. Pinson ya no quiso saber nada de Adèle y continuó su carrera militar.
Sumida en una profunda obsesión, Adèle siguió a su amado allá donde el oficial era destinado, aunque fuera la otra punta del mundo provocando el desconsuelo y preocupación de su familia que a menudo no podía seguirle el rastro.
En aquella desesperada búsqueda. Adèle se sumergió en todo tipo de trastornos mentales. Desde esquizofrenia y alucinaciones hasta una enfermedad mental conocida como erotomía, según la cual el enfermo mental está plenamente convencido de que otra persona está enamorada de ella.
Diario del exilio
El triste vagar de Adèle por el mundo en busca de un amor perdido quedaría plasmado en un diario que ella misma empezó en Guernsey y que tituló Diario del Exilio. El deterioro mental de Adèle tras más de diez años de vagar por medio mundo, la llevó a su destino final, un hospital mental. Tras la muerte de su padre fue trasladada a un centro psiquiátrico en Suresnes donde vivió hasta el día de su muerte, el 21 de abril de 1915.
Películas que hablan de ella
Diario íntimo de la vida de Adele Hugo
Director: François Truffaut
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