sábado, 13 de julio de 2013

Déficit de atención/inatención



Déficit de atención/inatención


Posted: 13 Jul 2013 10:16 AM PDT

 

Manuel Rodríguez G.

fracasoEl siguiente artículo recogido de la página web del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado nos habla de las peculiaridades y problemáticas en las diversas etapas educativas del alumnado con TDA/H.
Dada mi experiencia y teniendo en cuenta las sufridas por un excesivo número de familias, sólo me cabe decir que sería muy adecuado que las autoridades educativas de este país hicieran un sistemático, control, seguimiento e incluso examen de conocimientos teóricos y prácticos a todos y cada uno de los que se dedican a vivir de la enseñanza – que no a enseñar –.
Parece kafkiano y esperpéntico comprobar cómo la tesis queda plasmada en documentos como el que sigue, disfrazada, pero muy lejos de la praxis diaria en una inmensa mayoría de colegios, donde el alumnado con  necesidades educativas específicas es ninguneado, marginado y olvidado por quienes se denominan conductores de este nuestro "sacrosanto" sistema educativo. Olvidado y excluido conscientemente, no sólo por la supuesta falta de medios materiales, sino por una cínica ignorancia voluntaria ante estos temas de quienes se dedican a este menester, pues la formación del profesorado es muy escasa y parece ser, poco motivadora; tanto que si es preciso el profesorado y direcciones de centros, apoyados por las propias inspecciones falsearan realidades si cabe y afirmarán que estos alumnos discriminados son atendidos eficazmente, con todos los mecanismos para su supuesta inclusión y aprendizaje efectivos. Mientras tanto el abrumador fracaso escolar y desidia social y escolar hará mellas en afectados y familiares, comprobando que las instituciones educativas en este caso, ni cumplen ni atienden las necesidades de este alumnado que irremediablemente, en demasiados casos se verá empujados al fracaso escolar para convertirse en el día de mañana en candidatos a parias sociales, debido a la desidia sistemática de violaciones de derechos fundamentales no verificados: Principio de igualdad, discriminación positiva, normalización, inclusión efectiva, amoldamiento del sistema educativo a las características del alumno y no al revés, cual si esas peculiaridades pudiesen ser aparcadas fuera del aula para luego ser recogidas, cual vulgar paraguas.
Malos tiempos para la enseñanza. Tormentoso  presente de una nefasta política  de parcheo y desvinculación hacia alumnos desfavorecidos sin una apuesta de inversión a medio plazo, que fiscalizará la vida de muchos infantes en un futuro inmediato y cuya factura social e incluso económica quedará secuelas en esta injusta sociedad. Así nos va Triste 


Características por etapas educativas

Características que pueden ocasionar dificultades en las diferentes etapas educativas por las que pasa el alumnado con TDAH
Educación infantil (de 0 a 5 años)
  • Les cuesta permanecer sentados y tranquilos.
  • Tienen dificultad para aguardar su turno.
  • No siguen las instrucciones.
  • Interrumpen o se inmiscuyen en las actividades ajenas.
  • Son generalmente demandantes de atención en su interacción social.
  • Pueden llegar a tener una conducta agresiva.
  • Debido a sus características conductuales, sufren rechazo y aislamiento por parte de sus iguales.
Enseñanza Primaria (de 6 a 12 años)
  • Al no prestar atención, desoyen lo que se está explicando en clase.
  • Responden sin pensar, sin haber terminado de escuchar la pregunta o de leer el enunciado.
  • No planean lo que van a hacer.
  • No reflexionan antes de actuar lo que hace que no piensen en las consecuencias de sus actos.
  • Sus dificultades con la memoria de trabajo impiden que aprendan de sus errores o experiencias previas.
  • Dejan las tareas escolares sin finalizar.
  • Les falta organización, método y hábito de estudio.
  • Su conducta y actitud puede variar, dependiendo del tipo de actividad y de las personas con las que interactúe.
  • Funcionan mejor en situaciones novedosas, atractivas y que conlleven una gratificación inmediata.
  • Su comportamiento puede llegar a alterar la actividad escolar de la clase.
  • Presentan inseguridad, dependencia de los adultos y baja autoestima.
Enseñanza Secundaria Obligatoria (13 a 16)
  • No planean ni organizan sus tareas o el tiempo de estudio.
  • Pueden tener serias dificultades en el aprendizaje.
  • Suelen carecer de autonomía, necesitando supervisión frecuente.
  • Continúan teniendo problemas de atención e impulsividad.
  • Su conducta es irresponsable e inmadura.
  • Pueden presentar un comportamiento rebelde y desafiante, ignorando las reglas.
Formación Profesional y Bachillerato (de 16 años en adelante)
  • La hiperactividad se interioriza, permaneciendo su déficit de atención y la impulsividad.
  • A nivel conductual, las dificultades neurobiológicas propias del TDAH se unen a las características típicas de la adolescencia.
  • Inmadurez emocional, escasa autonomía, planificación y organización de las tareas insuficientes, y pobre rendimiento académico, que no se corresponde con el esfuerzo invertido.
  • Siguen siendo habituales las distracciones y los descuidos, la baja autoestima, la desmotivación, las respuestas emocionales inadecuadas y los problemas a la hora de relacionarse con los demás. Sin un tratamiento multimodal adecuado, propensión a caer, tanto en adicciones de sustancias nocivas, como en el abuso de internet, de juegos, etc. En el caso de las estudiantes son frecuentes los problemas alimentarios.
  • Frecuente fracaso, aversión por la escuela y deserción escolar.
Las dificultades de aprendizaje que presente el alumnado con TDAH se verán influidas por diversos factores, como la edad, el ambiente familiar o el del nivel de exigencia del entorno escolar. Estos factores pueden potenciar o minimizar las dificultades propias del trastorno y sus consecuencias sobre los niños, niñas y adolescentes con TDAH.
En la etapa de Educación Infantil, los niños/as con altos niveles de hiperactividad e impulsividad son los que destacan y se detectan con mayor facilidad. Los problemas de atención pasan más desapercibidos por el tipo de enseñanza impartida a estas edades: dinámica participativa, con predominio del juego, con gran estimulación sensorial y menores exigencias conductuales y atencionales.
En los cursos de Educación Primaria (especialmente de 1º a 3º), las exigencias escolares se van incrementando: los alumnos y alumnas deben permanecer sentados y atentos más tiempo, con horarios más estructurados y rígidos, se les pide mayor autonomía y tendrán menor supervisión de las y los docentes. Ya no tienen tanta movilidad por el aula y los espacios de distensión se reducen al recreo y a las clases de educación física. La impulsividad y las dificultades atencionales se van incrementando por las características del entorno. Las consecuencias se traducen en un pobre rendimiento escolar y características en las y los alumnos que se interpretan como desmotivación y ausencia de interés: despistes al anotar los deberes, olvidos de útiles y materiales, dificultades con la ortografía y la caligrafía, errores de cálculo, respuestas y tareas incompletas, etc.
Con la edad, la hiperactividad tiende a interiorizarse, traduciéndose en una sensación interior de inquietud más o menos intensa que, de la misma manera, requiere de movimiento. Por el contrario, la impulsividad y la inatención persisten.
En la etapa de Educación Secundaria, es cierto que un porcentaje de las y los pacientes con TDAH a estas edades pueden llegar a controlar el trastorno (recordemos que es crónico), como resultado de la aplicación de un tratamiento multidisciplinar individualizado (terapia farmacológica -si corresponde-, psicoeducación y adaptaciones escolares) y de la óptima madurez neurológica del sistema nervioso. Sin embargo, lo más probable es que las exigencias escolares y las características propias de la adolescencia agudicen severamente los síntomas de este trastorno. Como consecuencia, es habitual el fracaso escolar e incluso el abandono de los estudios cuando los niños, niñas y adolescentes lo perciben como algo insuperable para sus capacidades.
En la Educación Secundaria se les supone ya personas adultas, con autonomía suficiente y capacidad plena de organización y responsabilidad. Conviene recordar que las personas con TDAH presentan un retraso madurativo de entre 2 y 4 años.
Este periodo educativo implica un mayor número de profesores y profesoras y de asignaturas, los temarios son densos e implican unas habilidades organizativas de las que no siempre disponen. El alto nivel de esfuerzo invertido y los pobres resultados que pueden obtener, facilitan la aparición o incremento de la frustración, desmotivación y desánimo.
Como veremos más adelante, desde el aula, podemos evitar dicho deterior escolar y personal ajustando las exigencias educativas y el entorno a las posibilidades reales e individuales que tiene el alumnado con TDAH.
A la hora de interactuar con alumnas y alumnos con TDAH debemos recordar que:
  • Son estudiantes con un retraso madurativo, es decir, un paciente con TDAH se comportará con lo haría una persona de entre 2 y 4 años menor.
  • No son niños, niñas y adolescentes problemáticos. Son personas que tienen un trastorno.
 
Fuente:
http://www.ite.educacion.es/
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