Ayer llevaba bajo el brazo un libro que llamaba la atención de todas las compañeras, incluso hubo quien me dijo que hay libros que tan solo viendo su portada ya sabes que va a ser del gusto de los niños y niñas. No se equivocaba. "
Un amor de botón" es uno de esos preciosos, aunque cuando lo empezamos a leer con nuestra contaminada mirada didactista le hicimos alguna que otra objeción que por suerte pronto obviamos si recordamos que las historias tienen que gustar pese a que no sean "politicamente correctas". Ya se sabe, a veces, más de las deseadas, caemos en lo ridículo y absurdo.
"La señorita Enriqueta es una joven muy coqueta. El señor Gabriel va siempre como un pincel. Ambos estrenan abrigo y salen a pasear. Pero…, ¡ay, qué desventura! ¡Un botón se ha dado a la fuga! Y lo salen a buscar. Quién sabe adónde los llevarán los hilos del destino… Dos libros bajo un gran corazón, dos botones cosidos con mucho amor." Dos historias paralelas de dos amantes de los abrigos con un texto lleno de rima y de musicalidad, que nos permitirá pasear por diversos establecimientos comerciales conociendo sus especialidades, y sobre todo gozar con una adjetivación tan hermosa, tan rica y tan certera como las ilustraciones.
Para prolongar el juego, estas son las tres propuestas que realizamos:
1º Ofrecerle una gran variedad de botones para que jueguen a clasificarlos, ordenarlos, seriarlos, etc., negociando con los compañeros de otras mesas para conseguir los que precisan.
2º Jugar a buscar la pareja. Darle a cada uno un botón que nadie puede ver. A continuación saldrán a buscar su pareja describiendo las características de ese botón y aquellos que piensen que coincide con el suyo, responderán al llamamiento.
3º Hacer composiciones artísticas con los botones, tras el visionado de algunas de las imágenes de esta
presentación o de las acuarelas de Günter Grass en las que los botones son los protagonistas.
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