Los recortes llevados a la práctica:
El lunes 30 de julio se abría el plazo de matrícula para los másteres oficiales en la Carlos III, previa reserva de plaza. Me senté frente a mi ordenador y comencé el proceso de matriculación: datos personales, selección de asignaturas y... ¡qué es esto! ¡5.850euros!, ¡pero si costaba 2.250 euros! ¿qué ha pasado? Lo que había sucedido es que ese mismo día se habían publicado en el BOCM las nuevas tasas.
Desde entonces intento que alguien me explique por qué los rectores de las universidades públicas de la Comunidad de Madrid han aceptado esta brutal subida, por qué nadie nos ha advertido de que ésta podría ser de tal magnitud, por qué se ha consentido que vaya acompañada de una importante reducción del número de becas y por qué nos han dejado malgastar nuestro tiempo pensando en qué queremos ser de mayores. Pero sólo he conseguido una respuesta: "están de vacaciones".
No pagar los 5.880 euros que cuesta el máster completo supone perder el importe de la reserva, un hipotético futuro laboral aceptable y la ilusión de vivir en un sistema democrático. Pagarlos implica olvidar la universidad de la excelencia y aceptar la de la sumisión. ¿Hacia dónde diablos caminamos?— Eva Fernández Martín.
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