Carta emocionada que escribo a un compañero profesor de Educación Física:
Querido Pedro, recuerdo con emoción las Gymkanas que organizabas en las que participaba todo el Instituto, las excursiones al campo, las jornadas de convivencia, los juegos de orientación en el parque de Pradolongo, las olimpiadas escolares del barrio de Usera, las campañas de prevención de la drogodependencia y de educación para la salud, la brillante acción tutorial que surgía de la convivencia en el juego y en la actividad física. Actividades físicas que incluían a chicas y chicos discapacitados y que hacían de la Educación Física una materia excepcional para la integración y la compensación educativa .... Tantas cosas que hacen de la educación una profesión digan y bella, con altura moral.
Esperanza y Figar no saben lo positivo que es contar en un centro educativo con profesores de Educación Física implicados con la educación, profesores que se relacionan de una manera emocional con sus alumnos y sus familias, que trabajan en equipo con sus compañeros y que se implican con su entorno, interpretando el contexto educativo en el que trabajan.
Esperanza y Figar, además de ignorantes de lo que es la educación de verdad, ¡son unas canallas! porque siempre perjudican a los mismos. Añado más: Los directores y los inspectores cómplices de estos diparates ilegales, tienen una responsabilidad solidaria con sus promotores.
Pongo una foto (de las muchas que tengo) que me traen hermosos recuerdos de una época anterior, cuando la educación madrileña aún no había sido destruida por el Biligüismo.
Angel
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