El desarrollo del lenguaje es uno de los objetivos más importantes de la educación. Desde un enfoque comunicativo de la enseñanza y el aprendizaje de la educación, y siguiendo las directrices marcadas en el currículo tanto de educación infantil como primaria, los maestros/as deben de programar y desarrollar estrategias y actividades de lenguaje oral desde un enfoque plurimetodológico, que favorezca la interiorización de los códigos propios de la lengua.
Diversos autores han estudiado el proceso de la adquisición del mecanismo de la lectura, y han observado varias fases en el mismo. Os dejo la clasificación de Frith, que ha determinado las siguientes etapas:
FASE LOGOGRÁFICA.
Esta fase comienza cuando el niño empieza a mostrar interés por el universo escrito, se caracteriza por el reconocimiento global de algunas configuraciones gráficas. Durante este periodo se aprende a reconocer algunas palabras escritas como son el propio nombre, los logotipos de algunos productos utilizados, títulos de cuentos muy familiares para él, etc.
El niño en esta etapa no puede descifrar palabras que no le son conocidas, pero reconoce aquellas cuyo significado le es conocido. Además recurre con frecuencia al establecimiento de hipótesis a partir de los dibujos, el contexto en el que ha sido creado el texto, etc. Es frecuente, en esta fase, que el niño/a imite el acto de leer, pase las hojas, "relea" un texto ya memorizado, pase el dedo por las palabras al mismo tiempo que hace como que lee, etc.
FASE ALFABÉTICA.
La característica fundamental de esta fase es la adquisición de la concepción fonológica que hará posible la descodificación de los signos escritos. En esta etapa es fácil que los niños/as confundan palabras como sapo y sopa, y que confundan las formas parecidas de las letras como la d y la p. Con el desarrollo de la conciencia fonológica, se reorienta la atención y empiezan a resultar llamativas distinciones que no lo eran en la etapa anterior. Un momento especialmente atractivo para el niño ocurre cuando descubre el mecanismo para descifrar los textos y ve que puede leer oralmente los escritos que encuentra.
La etapa alfabética representa la adquisición de un grado muy elevado de autonomía por parte del niño, puesto que ya no dependerá del adulto para realizar la descodificación de los textos.
FASE ORTOGRÁFICA.
No basta sólo con saber leer sino que en esta etapa el niño/a aprende a guiarse por los contextos sintácticos y semánticos y por las características de las palabras, dejando las relaciones individuales letra-sonido. La estrategia ortográfica capacita al lector para reconocer instantáneamente los morfemas. Ahora lo que importa es la identidad y el orden de las letras, agrupadas en unidades de sentido. La búsqueda de significado es el motor que empuja al lector.
En conclusión podemos decir que las teorías del desarrollo que proponen la existencia de estadios sostienen que para que los niños lleguen a adquirir la habilidad lectora han de seguir una secuencia evolutiva en el curso de la cual atraviesan varias fases, y que cada una de estas fases servirá de base para la consecución de la siguiente.
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