Ahora que está abierto el plazo de matrícula, puede que sea momento de ir abordando un tema que en algunos centros es como un destapar la caja de los truenos, los criterios para hacer los agrupamientos del alumnado. Incluso se hace necesaria una revisión para quien ya los tiene establecidos.
Decimos que es un tema delicado porque por hipocresía o por no llamar a las cosas por su nombre, hay quien, luego, tiene que actuar con subterfugios o buscando rodeos para eludir las complicaciónes En los centros hay diversidad. Sabemos de la corrección de los discursos de la riqueza de la diversidad, pero también sabemos de la complejidad de algunas situaciones, máxime cuando estamos hablando de alumnado con necesidades educativas especiales. Y no hace falla ser cínico, pues casi nadie se ponen a dar saltos de alegría cuando le toca un grupo muy, muy "diverso". De modo que es un asunto que requiere de tiempo, profesionalidad y rigorosidad en su tratamiento.
Somos de las que pensamos que los grupos heterogéneos son más enriquecedores que los homogéneos, pero distribuciones por orden alfabético o procurando la equidad en el número no nos parece a más adecuada. La equidad tiene que ver con otras cuestiones en las que a veces el número no significa nada o es de suma injusticia.
Si se hace una averiguación por la red se encuentran gran número de documentos con criterios, entre los que incluso podríamos hacer una diferenciación de los centros públicos y los privados, loándose éstos de tener grupos homogéneos: por fecha de nacimiento, por rendimiento académico, etc.
Dejamos aquí algunas propuestas con el ánimo de que sirvan de punto de partida en cada centro para que en base a su autonomía organizativa adopten aquellos que más puedan adecuarse a su idiosincrasia, siempre y cuando eso no suponga ningún tipo de discriminación y/o exclusión:
-Según los
datos facilitados por el Ministerio en el 47% de los centros se emplea el criterio orden alfabético, y en el 50% la paridad. Para quien sabe de apellidos, entiende del sesgo de esta distribución.
-El
Gobierno de Canarias, estipuló en un documento cómo realizar los agrupamientos, dando indicaciones precisas de cómo formar los grupos de 3 años, cómo proceder en el caso de pérdida o creación de una unidad, con el alumnado con NEAE, o con el alumnado de nueva matrícula a lo largo del curso. En cualquiera caso, añaden un criterio que debe prevalecer sobre los sugeridos: la propuesta del equipo docente, del departamento de orientación y de la Comisión de Coordinación Pedagógica.
-
En este documento se proponen agruparlos en 3 años en base a dos criterios principales: la paridad y el trimestre de nacimiento, atendiendo también a una distribución equitativa de los casos conocidos de antemano como pueden ser NEAE o en el dominio de las lenguas oficiales, contemplándose la posibilidad de reajustes al final del nivel.
-
En este apuntan claro la distribución del alumnado en función de su diversidad.
-
Y en este le dan a los grupos la consideración de provisionales durante el primero mes de curso, mientras no se pueden apreciar las circunstancias reales que concurren y que fueron detectadas/manifestadas en el momento de matrícula.
Creemos que de todos ellos se pueden extraer ideas interesantes.
Como punto de partida de este debate que tiene que darse en el centro, consideramos muy recomendable la lectura de este artículo de Carme Oliver Vera, publicado en Aula de Innovación Educativa, 35, titulado "
Agrupar la los alumnos ¿Ilusión el realidad?"
No queremos cerrar sin insistir en la idea de que cada centro tiene que establecer sus propios criterios en función de la población que acoge y de que la equidad no consiste en darle a todos lo mismo.
WordPress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario