En 1865 tuvo lugar la noche de San Daniel. Los estudiantes de Madrid se lanzaron a las calles para protestar por la expulsión de su cátedra al profesor de Hª Emilio Castelar. Este tipo de cosas, que creíamos desterradas podrían volver a producirse, tanto lo primero como lo segundo. El PP tiene muy claro que una de las claves para que triunfe su modelo social es controlar la Escuela. Los docentes no sólo enseñan unos contenidos a sus alumn@s, también a reflexionar, a pensar. Si en clase no vamos a poder hablar de temas actuales con nuestro alumnado, la educación dejará paso a la instrucción. Quieren trabajadores fieles al capitalismo y todo eso empieza por tener una escuela amordazada y sometida. Lo que enriquece al alumnado es poder escuchar diversas reflexiones y posturas. Si sólo escuchan una versión y no hay una visión crítica y reflexiva en las aulas, ese alumnado recibirá una educación castrada y empobrecida.
Una vez más es el docente el que sufre una caza de brujas; se busca acallarlo y amordazarlo para que nuestro alumnado no tenga opción a pensar otra cosa. Los profesor@s no obligan a sus alumn@s a pensar como ellos, eso lo hacen otros. Ahora bien, les explican su postura y la postura de los demás para que sean ellos los que elijan con qué se quedan. Si sólo van a poder explicar la versión del régimen, ¿qué tipo de sociedad es la que estamos creando? La población debe ser consciente de que este nuevo ataque va a suponer un deterioro de la pluralidad que pondrá en peligro la educación democrática y crítica que recoge nuestra normativa. Lo que está haciendo el PP en Castellón roza el totalitarismo, por lo que pedimos una disculpa pública y una rectificación inmediata.
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