La educación emocional es de suma importancia para el desarrollo del niño. Es importante que les hagamos capaces de mostrar sus emociones sin reservas, que puedan explicar como se sienten, sus sentimientos, de manera libre y sobre todo tranquila. Verbalizar los sentimientos, ponerles nombre y gesto es básico para lograr que los niños aprendan a canalizar sus emociones de manera positiva.
Para lograr todo esto os proponemos un juego sencillo pero que les ayuda precisamente a poner "boca" a los sentimientos que tienen en determinados momentos. Para realizarlo, necesitamos preparar unos dibujos con bocas diferentes: bocas contentas, bocas enfadadas, bocas burlonas, bocas tristes, etc. Les colocaremos un palito a modo de antifaz. Una vez preparado el material sentaremos a los niños en asamblea y plantearemos una situación inicial. Podemos aprovechar un pequeño conflicto en el aula y a partir de ahí empezar una conversación con los niños a los que pediremos que nos muestren como se sienten cuando estaban enfadados. Ellos deben identificar la boca que simboliza el enfado y ponérsela delante. Entonces debemos preguntarles que si les gusta estar así, y que cómo prefieren estar. Seguramente eligirán la boca contenta. Hemos de mostrarles diferentes situaciones con las que podamos cubrir todas las emociones básicas, de manera que los niños identifiquen la emoción de la que hablamos con la boca correspondiente, y además expliquen lo que sienten cuando están contentos, o tristes, o felices, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario