Os dejo este espectacular experimento en el que podemos observar el proceso de cristalización. Si decidís realizarlos en el aula tened en cuenta que debéis supervisar todo el proceso, sobre todo si los alumnos son pequeños. Es más adecuado para niños más mayores pero me ha parecido tan bonito que he pensado que os gustaría verlo y saber como se realiza.
Para hacerlo necesitamos los siguientes materiales:
Polvo de alumbre de potasio. Es una sal cristalina, soluble en agua. Para crear una docena de "piedras preciosas", necesitas unos 900 gramos. (Se puede conseguir en farmacias).
Mitades de cáscaras de huevos reales o de plástico.
Pegamento o cola blanca. Necesitas bastante, como para recubrir la superficie interna de las cáscaras de los huevos.
Pincel, para colocar el pegamento.
Una caja para colocar los huevos.
Un bol y una cuchara.
Una taza, para medir el alumbre.
Colorante alimentario.
El proceso es el siguiente:
Vaciamos un huevo de gallina de color blanco al que habremos realizado dos agujeros en los extremos soplando por uno de estos dos orificios, y una vez vacío lo dividimos por la mitad longitudinalmente ayudándonos de unas tijeras. Nos aseguramos de que el interior de la cáscara esté limpia y seca.
Con un pincel pequeño, aplicamos pegamento blanco en el interior y los bordes rotos de cada mitad de la cáscara del huevo y espolvoreamos con polvo de alumbre hasta que esté completamente cubierto. Lo dejamos secar durante la noche.
Al día siguiente, preparamos una solución en un recipiente de vidrio o plástico mezclando el polvo de alumbre con dos tazas de agua caliente (casi hirviendo) y removemos bien con una cuchara de madera, hasta que se disuelva por completo. Una vez bien mezclado, añadimos el colorante a la solución. Asegúrese de usar guantes de látex para proteger sus manos de la tintura.
Si utilizamos colorante líquido se puede utilizar para teñir la geoda unas 30 a 40 gotas. Con esta cantidad se satura adecuadamente la solución.
Dejamos enfriar la solución ligeramente (durante unos 30 minutos) y luego sumergimos la cáscara de huevo seca, con la parte hueca donde hemos pegado el alumbre hacia arriba, cubriéndola por completo. La dejamos reposar toda la noche dejando el recipiente en un lugar seguro. De esta manera los cristales crecerán durante el tiempo que esté en reposo. Mientras más tiempo esté la cáscara del huevo en la solución, más grandes serán los cristales de la geoda. Por lo general, con unas 12 a 15 horas obtendremos una geoda perfecta.
Al día siguiente, retiramos la geoda de la solución con mucho cuidado (son muy frágiles), asegurándonos de usar guantes de látex para evitar que el tinte manche las manos. Si no han quedado lo suficientemente grandes, solo hemos de volver a colocar el huevo dentro de la solución y esperar otro día. Mientras más agua se va evaporando de la solución, más alumbre se deposita en su geoda, y por consiguiente, el tamaño de los cristales será mayor.
Para acabar, la colocamos sobre papel de diario o papel de secado, para que se seque completamente antes de manipularla. Si el recipiente es grande podemos hacer varias a la vez.
Todo este proceso es observado por los niños que pueden ver durante el día como conforme pasan las horas los cristales se van haciendo mayores.
El resultado de este experimento es un objeto precioso que decorará vuestra aula, o, si os animáis y hacéis uno con cada uno de vuestro alumnos, los niños podrán llevarlo a casa para decorar algún espacio en su hogar.
Un taller muy bonito de hacer.
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