Os dejo este vistoso experimento para realizar con los niños en el aula, les dejará con la boca abierta, ya que es muy llamativo. El proceso para hacerlo es muy sencillo, y se puede hacer como un trabajo individual de manera que al acabarlo, cada alumno se lleve su propia lámpara de lava a casa para enseñarla a los papás.
Para realizar este experimento necesitamos agua, aceite, pintura, un recipiente de plástico transparente (ideal una botella tipo coca-cola) y unas pastillas efervescentes.
El procedimiento es el siguiente: llenamos la mitad de la botella de agua, añadimos el colorante y agitamos para que el agua adquiera la tonalidad que hayamos elegido, entonces ya podemos acabar de llenarla con el aceite. El agua coloreada se irá hacia el fondo por que pesa más que el aceite. Entonces ya podemos agregar las pastillas efervescentes, con lo que inmediatamente se produce un desprendimiento de gases y unas burbujas que ascienden y descienden en el interior del aceite, provocando el efecto de lámpara de lava.
Para convertirla en una lámpara de verdad, podemos realizar un juego con linternas. Pedimos a los niños que traigan una linterna, y una vez todos con ella en las manos (linterna y lámpara de lava), apagamos las luces del aula. Entonces encienden sus linternas y hacen pasar la luz a través de sus lámparas. Se pasarán un estupendo rato jugando con las luces y sombras del aula, y encantados por las lámparas de lava de colores alegres.
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