UniDiversidad. El blog de José R. Alonso.

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Malcolm y los niños superdotados Posted: 07 Oct 2013 01:17 PM PDT Malcolm es una serie emitida por la cadena Fox en Estados Unidos. Allí se titulaba "Malcolm in the Middle" que significa Malcolm en el medio y que hacía referencia —supongo— a que Malcolm estaba en el medio de sus hermanos, en el medio entre sus padres y sus hermanos, en el medio en esa etapa de la adolescencia situada entre la alegría de la infancia y la responsabilidad de la madurez y en medio de todos los follones que esa familia organizaba sin parar. La serie se alargó durante siete temporadas y 151 episodios y recibió siete premios Emmy, un Grammy, un premio Peabody y fue nominada para siete Globos de Oro aunque de éstos no ganó ninguno. En España, la voz de Malcolm la ponía Sara Vivas, una actriz de doblaje que además de muchos otros personajes es también la voz de Bart Simpson. El protagonista principal de la serie es Malcolm, un joven que en unas pruebas escolares de inteligencia logra la puntuación de un genio. Malcolm se siente un chico normal pero el colegio le hace ir a clases complementarias para niños superdotados lo que le hace ser diana de las burlas de sus compañeros de clase y objeto del orgullo y esperanzas de sus padres. La familia está compuesta por su padre, Hal, cariñoso, infantil y superado por casi todas las situaciones, protagonista en un asombroso cambio de registro de Breaking Bad; Lois, su madre, temperamental, controladora y gritona, peleando siempre por tener una familia modelo y por mantener a sus hijos a raya; Francis, el hermano mayor, un rebelde que tras pasar por una academia militar se casa y sienta la cabeza; Reese, un descerebrado que piensa que él es el único que puede torturar a Malcolm por lo que le maltrata en casa y le defiende en el instituto; y el pequeño Dewey, un genio de la música, la víctima de todos, que ya no se asombra de nada en aquella familia. A mitad de la serie, llegó Jamie, un bebé y el quinto hijo de la familia que pronto muestra algo del carácter de la familia como hurtar dinero a su madre e incluso intentar asesinarla algo que al menos, en esa tierna infancia, no consigue. No es fácil definir lo que es un niño superdotado. Hay dos líneas de pensamiento que no tienen por qué coincidir ni en las personas designadas ni en los criterios aplicados y que, de hecho, a menudo dan resultados contrapuestos. Para algunos, un superdotado es aquel que está muy por encima de sus compañeros en una habilidad determinada. Algunos niños destacan en áreas amplias y variadas (arte, filosofía, deporte…) mientras que otros son tan solo excepcionales en un apartado muy concreto. En la otra línea, un superdotado es aquel que en los test de inteligencia, como el hecho por Malcolm, tiene un cociente de inteligencia (CI) superior a 160. En general, estos muchachos son precoces en su formación, capaces de enseñarse a sí mismos y pueden intuir la solución a un problema sin seguir un razonamiento lógico paso a paso. También suelen tener una gran capacidad de concentración, demostrando a menudo un gran interés en un tema en el que se centran de tal manera que llegan a perder el contacto con el mundo exterior pero en el que alcanzan un llamativo dominio. La vida de un niño superdotado no es fácil y pueden sufrir acoso, esperanzas desmedidas o ser víctima de sistemas educativos diseñados para un estudiante tipo. Tampoco hay que esperar que hagan todo de una forma perfecta, son niños de su edad y a menudo es tan solo que tienen alguna habilidad especialmente desarrollada. En el sexto episodio de la primera temporada Malcolm tiene el siguiente diálogo con un policía Malcolm: Le han robado la silla de ruedas a mi amigo. Policía: ¿Qué aspecto tiene? Malcolm: Es una silla…. Tiene ruedas. Las tendencias modernas sobre los niños superdotados consideran que la medida de CI es una aproximación muy limitada y que el perfil de uno de estos muchachos incluye otros aspectos como creatividad, autoestima o motivación que las pruebas habituales para medir la inteligencia no valoran. También hay quien considera que no deberíamos hablar de individuos superdotados sino de una asincronía en el desarrollo que hace que estos niños alcancen hitos significativos mucho antes que sus compañeros de clase. El carácter especial de ese muchacho estaría determinado por una habilidad superior en el desempeño de una tarea, un compromiso en su desempeño y una creatividad especial en su abordaje. En general todas las definiciones, incluyendo algunas legales que requieren que los niños tengan un tratamiento especial en las escuelas al igual que los niños que presentan una discapacidad, suelen coincidir en tres aspectos: Las áreas tan diversas en las que un niño puede destacar (intelectual, creativa, artística, liderazgo, académica…) La comparación con un grupo que marca una media (normalmente los de su mismo nivel educativo, su misma clase, similar experiencia, ambiente parecido tanto familiar como educativo) La presencia de términos que implican que ese don o habilidad necesita desarrollarse o corre el riesgo de malograrse (tener capacidad, tener potencial…) Aunque podamos pensar que estos niños tienen un carrera de éxitos por delante, la realidad desmiente esa imagen. Su excepcionalidad les hace particularmente vulnerables y necesitan modificaciones en la forma de criarlos, enseñarlos y aconsejarlos para que consigan un desarrollo óptimo. La mayoría de los niños superdotados no se convierten en adultos de gran brillantez y casi ningún adulto de los que llamaríamos genios fue un niño superdotado en su infancia. Además, algunos niños son calificados por superdotados por sus padres cuando un estudio serio determina que no es así, lo que hace que los niños vayan de fracaso en fracaso, no porque ése sea su destino, sino porque jamás pueden satisfacer las expectativas de sus progenitores. Joan Freeman, experta en estos niños, contaba el caso de una madre convencida de que su hijo era un superdotado y que no hacía más que quejarse en la escuela de que no le hacían suficiente caso ni valoraban su excelencia. Freeman realizó distintos estudios al niño, que estaba siempre deprimido, encontrando que su inteligencia estaba en la media. Finalmente aquel muchacho se escapó de casa durante la adolescencia y terminó llevando un bar en España donde al parecer ahora es feliz. La evolución de los niños superdotados es diferente en unos casos y otros. En general sus resultados son mejores que los de la media de los niños pero va a depender de su estabilidad emocional, personalidad, educación, circunstancias socioeconómicas, apoyo familiar y suerte. Malcolm, en el episodio piloto dice "¿Sabes qué es lo mejor de la infancia? Que en algún momento se acaba". Muchos sienten algo así. La infancia de un niño superdotado suele ser particular, más brillante en algunos casos, recibiendo los elogios de todos los que tienen alrededor o más dura en otros, estando sometidos a presiones y exigencias de todos los que le rodean, que esperan de él que sea capaz de cosas sorprendentes. Otro ejemplo de Malcolm hablando con sus hermanos: Reese: Eh, ¿Qué estoy pensando en este momento? Malcolm: Soy inteligente, no un mentalista. Dewey: ¿Puedes entender lo que están diciendo los perros? Malcolm: No. Dewey: Yo sí puedo. El impulso y estímulo  que los padres dan a sus hijos superdotados también varían mucho. Las madres suelen empujarles más hacia las disciplinas artísticas: teatro, pintura, música…, mientras que los padres lo hacen hacia el deporte, las matemáticas o el ajedrez. También es llamativo cómo en algunos casos los padres abandonan parte de su propia vida o su propia trayectoria profesional para impulsar las carreras de sus hijos. Al igual que en el caso de niños o niñas especialmente dotadas para el deporte como las hermanas Serena y Venus Williams, el padre de Ruth Lawrence, una niña que fue considerada un prodigio de las matemáticas, dejó su trabajo para acompañarla y ser su tutor cuando ella entró a los once años en la Universidad de Oxford. Hay países, como Gran Bretaña, donde a los niños superdotados se les permite superar varios cursos en uno según van demostrando que tienen los conocimientos académicos requeridos. Ruth es ahora profesora de Matemáticas aunque se alejó de su padre y juró que nunca educaría a sus hijos como había hecho él con ella. Un problema frecuente es que son mucho más pequeños que sus compañeros por lo que no participan normalmente en las actividades deportivas o sociales con lo que su vida personal se puede resentir. Stevie: ¿Qué demonios te pasa? Los últimos dos días te estás portando como un idiota. Malcolm: No, durante los dos días, he sido alguien que está feliz y relajado.  Algunos de los riesgos de los niños superdotados se solucionan yendo a un centro especial para ellos, pero en ese caso  surgen otros problemas como no vivir con sus familias, ambiente ultracompetitivo, una especialización demasiado temprana en su vida, unas decisiones que son tomadas en su nombre… Siempre es bueno recordar que se trata de un niño y no de un robot especializado en el aprendizaje. Ante esas presiones los niños superdotados reaccionan de maneras diferentes. Algunos compiten con sus compañeros, hermanos o consigo mismo como cuando Malcolm dice de Dewey, el pequeño de la familia "No lo puedo creer. Aquí se supone que el genio soy yo y me está superando alguien que no es capaz de atarse los zapatos." En algunos muchachos, la presión de los padres puede causar una depresión mientras que otros muestran rebeldía al verse abrumados, separados de sus compañeros, tratados de una manera que ellos viven como desigual e injusta. Es relativamente normal suspender algún examen como señal de ese hartazgo y de su enfrentamiento más o menos soterrado pero hay casos extremos como el de Sufiah Yusof, que entró en Oxford a los 13 para estudiar Matemáticas, se escapó tras terminar los exámenes finales a los 17 y fue encontrada de camarera en un cibercafé. Finalmente se convirtió en una prostituta de alto standing declarando a la prensa que "llevaba una buena vida, tenía el control de ella y no sentía ningún remordimiento". No sabemos mucho sobre qué sucede en su cerebro para que un niño sea superdotado. La mayoría de ellos son primogénitos o hijos únicos y se cree que sus conexiones cerebrales son más numerosas, más complejas y más activas. El desarrollo también es diferente, y con técnicas de neuroimagen se han encontrado variaciones tanto en la sustancia gris (cuerpos neuronales) como en la blanca (conexiones neuronales a larga distancia). Por poner algún ejemplo, la corteza cerebral es más delgada a los 6 años en los superdotados y alcanza su mayor grosor mucho más tarde (a los 12 en los niños superdotados frente a los 8 o 9 para los niños normales) mientras que varias áreas de la corteza están más diferenciadas que las de sus compañeros, en particular en el lóbulo frontal. El hipocampo, por su parte, se ha visto que no está tan compartimentado como en otros compañeros que no alcanzan tan altas puntuaciones en test de inteligencia. Con respecto a la sustancia blanca, se ha visto un mayor nivel de organización, en concreto en el cuerpo calloso, lo que puede significar una transferencia de información entre los dos hemisferios cerebrales más eficaz lo que sería crucial para su mayor capacidad intelectual. También se han visto una estructura más organizada en las vías que conectan los lóbulos frontales con los ganglios basales y las regiones parietales en niños que destacan en matemáticas o una conectividad superior entre el fórceps minor y el esplenio que puede estar involucrada en la fluidez del razonamiento, la memoria de trabajo visuoespacial y la creatividad de estos niños. Como siempre en estos casos no sabemos si son superdotados porque tienen esa organización cerebral especial o si la mayor actividad cerebral del superdotado genera cambios en la estructura cerebral. Como en cualquier otro niño, pero quizá de forma especial en estos casos, estos muchachos necesitan respeto a su condición especial, respeto a sus opiniones e ideas, respeto a sus sueños, respeto a poder tener un futuro propio y no ser una extensión de las ambiciones de sus padres. Los padres deben responder a las demandas especiales de estos muchachos, deben ser flexibles con ellos, deben darles la infancia que merecen y al mismo tiempo deben estar pendientes de los posibles desajustes que van a experimentar, sin que ello signifique que deban mezclarse con la masa en contra de su propia naturaleza. Ese mensaje de "encajar", de "ser uno más", de "formar parte del grupo" no debe convertirse en un molde que los oprima y limite. En su hogar deben tener claro que su naturaleza única es valorada y que ellos mismos son queridos precisamente por ser como son y que conseguirán triunfar si suman su inteligencia y su esfuerzo para avanzar en sus carreras. En la serie televisiva así lo muestran: en el último episodio de la última temporada titulado "Graduación" se ve como Malcolm ingresa en la Universidad de Harvard mientras que Reese trabaja de conserje en la escuela donde ambos estudiaron. Para leer más: Fisher T. (2010) What Brain Imaging Shows Us About Gifted Learners. Education Week Teacher 9 de febrero. http://blogs.edweek.org/teachers/unwrapping_the_gifted/2010/02/what_brain_imaging_shows_us_ab.html Iskandar I. (2001) Genius: The Neurobiology of Giftedness. http://serendip.brynmawr.edu/bb/neuro/neuro01/web2/Iskander.html Navas-Sánchez FJ, Alemán-Gómez Y, Sánchez-Gonzalez J, Guzmán-De-Villoria JA, Franco C, Robles O, Arango C, Desco M. (2013) White matter microstructure correlates of mathematical giftedness and intelligence quotient. Hum Brain Mapp. 2013 Sep 3. doi: 10.1002/hbm.22355. [Epub ahead of print] http://www.nagc.org/

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