Los "responsables" de la Educación en la Comunidad de Madrid siguen pergeñando su plan de formar borregos a gran escala y de paso dinamitar lo que queda de digno en la Escuela Pública:
Es muy preocupante el nivel de conocimientos pedagógicos que Ignacio González (presidente) y Lucía Figar (consejera de Educación) atesoran sobre este tema. Podríamos resumir su reforma pedagógica como "matar moscas a cañonazos" si es que sus ansias de privatización extrema no se oliesen a kilómetros, convirtiendo la formación de los ciudadanos en un mero negocio:
¿cómo se deciden los contenidos y el currículo oficial de la Comunidad? ¡Tras una reunión con la patronal de fabricantes de libros! Esto es demencial y repugnante a partes iguales, y aunque esté prevista una
reunión con los sindicatos para la semana que viene, ésta tiene pinta de haberse convocado para guardar mínimamente las formas: el bacalao ya está cortado.
Nada de consultar a los docentes, ni dialogar con federaciones de padres, ni tan siquiera analizar objetivamente qué problemas presentan los alumnos de la Comunidad de Madrid: aquí solo importa el beneficio privado, la renovación de libros para que las editoriales sigan forrándose, la obligatoriedad de modificar los textos (aunque solo sea cambiándolos de página) para que ni familias ni colegios puedan reutilizar los materiales... Lo que imponen como válido un año, no lo es al siguiente; los altos cargos de Santillana (grupo PRISA), SM (marianistas), Edebé (salesianos), Edelvives (maristas), Bruño-Salvat (hermanos de La Salle) o Anaya (Hachette-Livre) deben seguir viviendo a todo tren a costa de unas familias ahogadas ya hasta el límite.
Si analizamos las medidas que González-Figar van a tomar, no hay ni una que no sea un disparate pedagógico. Como buenos "cuñaos" (entiéndase como los que creen saberlo todo, generalmente con los argumentos más demagógicos y manipulados), piensan que echando más horas de Lengua y Matemáticas se va a arreglar la situación. Señores "responsables" de la cosa: ¿de verdad no se dan cuenta que desde hace varias décadas el problema radica en la eficacia de las clases y no en su duración? La clave está en los recursos insuficientes (los maestros seguimos en el siglo XXI dando clase igual que en el XIX), en los agrupamientos imposibles, en la creación de guetos educativos, en el reparto y la formación del profesorado, en la desigualdad de matrícula entre la enseñanza concertada y la pública... Hay que estar muy ciego o centrarse solo en los propios intereses (me inclino por lo segundo) para hacer lo que se está haciendo.
Dicen que pondrán el Inglés como área instrumental, a la altura de Lengua y Mates. Perfecto: como algo no funciona bien, lo subo de categoría sin más. ¡Qué mediocridad intelectual, qué insulto a la inteligencia! No dan ni una y eso que quedan unas cuantas, como es el retorno de las asignaturas de principios de los años 70: Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. ¿Para qué? Denme una razón, solo una, que no sea beneficiosa únicamente para las empresas de libros de texto: se demuestra que en este país importan más los dividendos de un puñado de empresas que la formación de una sociedad culta, moderna y avanzada.
Por último, hay que tener muy en cuenta que el aumento de todas estas áreas quitará tiempo al resto, principalmente a Educación Física y sobre todo a Educación Artística. Ya dijo Wert, nuestro sociólogo colocado como Ministro de Educación, que los alumnos deben estudiar lo que les dé trabajo y no lo que les guste, así que se corta de cuajo el fomento de las "no competitivas" Música o Plástica (curiosamente las asignaturas que desarrollan la creatividad, la imaginación, la iniciativa...) y las sustituimos por un coro que cante lo que y como el profesor diga. Ah, y la Educación Física la fomentamos fuera del horario lectivo, en actividades extraescolares o entidades con ánimo de lucro: al que le guste tocar un instrumento, pintar o practicar un deporte, que se lo pague. Auténtica #MarcaEspaña.
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