Solemos decir que hay que ser muy prudentes con las valoraciones de las intervenciones escolares realizadas por otros compañeros/as, yq que cuando leemos el trabajo ajeno, habitualmente, no disponemos de información de cómo surge, en qué contexto, con qué niños/as, o qué previos hay, y a veces los resúmenes o redacciones de dichas acciones no atinar en la justificación de lo que pretenden. Dicho esto, se puede entender que somos respetuosas con las realizaciones de los otros. Cosa bien distinta es cuando eso se convierte en una ejemplificación y se distribuye a todos los centros educativos. Aquí hay que valorar algo más que la buena intención.
No vamos a añadir nada más a lo ya dicho sobre las actividades alrededor de la celebración del Día de las Letras Gallegas, la fiesta más grande de nuestra lengua.
Es necesario aclarar que nosotras, estamos hablando de lo que nos afecta, las actividades para educación infantil del estilo de "lee y colorea", "recorta por la línea de puntos; pega en el cuadro de la página siguiente la fotografía de Xosé María Díaz Castro; pinta las letras de colores distintas; escribe el nombre y los apellidos debajo de la foto".
Nos da igual quien hizo esto, quien lo aprobó o quien lo difundió, pero a la vista está que ni saben de infantil ni saben de fomento de la lengua gallega. Pero somos así, y aquí parece que todo "lo que se hace por la lengua gallega" lleva patente de corso didáctica. Lo único que nos tranquiliza es pensar que, por lo general, quien echa mano de estas actividades, son aquellos que solo "celebran" la lengua gallega ese día.
Para quien quiera leer, he aquí nuestras reflexiones de los años 2013, 2012, 2011 y 2010.
Tras esto y viendo lo que nos ofertan no tenemos nada que añadir. O bien no nos entienden o bien nosotras no entendemos en qué consiste homenajear a los que tanto hicieron por nuestra lengua y por nuestra cultura.
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