El expárroco de Can Picafort (Mallorca) Pere Barceló ha admitido ante el tribunal que lo juzgaba haber abusado sexualmente y violado de manera continuada a una monaguilla de su parroquia desde que la niña tenía 10 años y se ha conformado con una petición de condena de 6 años de prisión
El expárroco de Can Picafort (Mallorca) Pere Barceló ha admitido ante el tribunal que lo juzgaba haber abusado sexualmente y violado de manera continuada a una monaguilla de su parroquia desde que la niña tenía 10 años y se ha conformado con una petición de condena de 6 años de prisión, tras el acuerdo alcanzado con la Fiscalía y la acusación particular, que solicitaban 42 años de cárcel.
En el juicio celebrado este lunes en la Audiencia de Palma, las acusaciones (Fiscalía y el abogado de la víctima) y la defensa del expárroco han llegado a un acuerdo de conformidad por el que el acusado ha confesado todas las acusaciones y ha admitido la petición de condena de 6 años, así como 5 de alejamiento de la víctima.
En vista del reconocimiento de los hechos, la Fiscalía y la acusación particular han calificado finalmente lo ocurrido como un delito continuado de agresión sexual con penetración bucal y acceso carnal a menor de 12 años y han apreciado las atenuantes de confesión y reparación del daño, por lo que han rebajado la petición de condena de 42 a 6 años.
Durante el juicio, el expárroco ha admitido que los abusos los llevó a cabo en 1997 y 1998. En un primer momento, tal y como relata la Fiscalía en su escrito, Barceló sentaba a la menor en sus piernas, aprovechando el visionado de unas diapositivas para tocarle el pecho por encima de la ropa, así como las piernas y los muslos con la excusa de enseñarle a conducir. Cuando la llevaba en coche a su casa, la obligaba a practicarle felaciones hasta en 20 ocasiones. Más adelante la violó varias veces en su habitación de la parroquia.
En las ocasiones en que la pequeña lo rechazaba, el párroco insistía sin soltarla, sujetándola fuertemente de los brazos para que no pudiera moverse ni escapar. En verano de 1997, señala el fiscal, el cura fue sorprendido cuando en el sofá de la parroquia abusaba de la menor, aunque no se presentó ninguna denuncia, por lo que ante "una inmensa sensación de impunidad" y al transcurrir el tiempo sin consecuencias, a principios de 1998 llevó nuevamente a la monaguilla a su habitación, violándola hasta en diez ocasiones.
La Fiscalía abrió una investigación a raíz del episodio del sofá, mientras Barceló advertía a la niña que "si decía algo lo pagaría caro", motivo por el que en la declaración que prestó el 20 de julio de ese año la menor negó los hechos. Finalmente, estos fueron denunciados más de cuatro años después, en noviembre de 2012, ante la Guardia Civil de Santa Margalida. En marzo de 2011, el Obispado de Mallorca suspendió cautelarmente a Barceló después de que conociera el caso de otra mujer de Cala Ratjada que denunció que el sacerdote había abusado de ella cuando era párroco de la localidad.
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