Este verano nos regalaron un libro que nos dio para mucho pensar en el sentido de nuestra profesión, en la labor que desempeñamos, en el alcance de nuestra huella y en el valor nunca bien cuantificado de aquello que producimos en la sociedad.
Se titula "
Memorias de la pizarra. Enseñanzas de hoy de los maestros de ayer", escrito por Carmen Guaita, docente con responsabilidades sindicales que le posibilitaron la participación en diversos foros educativos. El libro contiene las memorias de nueve profesionales de la enseñanza que se formaron y dieron clase desde la Guerra Civil hasta la década de los setenta. Son personas enamoradas de la educación y del hecho de enseñar, además comparten que todos ellos vivieron momentos difíciles y grandes cambios en las costumbres, en la escuela y en la sociedad. Tras las conversaciones, la autora extrae unas anotaciones que la llevan a reflexionar, entre otras cuestiones, de la vocación docente, de la dignidad profesional, de los valores, del tándem familia/escuela, de la profesionalidad, o del valor del tiempo.
En tiempos difíciles, como está siendo el momento actual para nuestra profesión, una lectura de este tipo puede resultar hasta reconfortante. Recomendamos ir leyéndolo despacio, deteniéndonos en los contextos, en la descripción de la falta de libertad, en la sospecha sobre los que transmiten conocimiento, y como no, en la felicidad que se siente cuando uno ve que sus desvelos se traducen en el crecimiento de los niños y niñas.
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