UniDiversidad. El blog de José R. Alonso. | |
Posted: 18 May 2014 12:53 PM PDT
El charlatán sacamuelas (P01635) Cronología: 1620 – 1625 Óleo sobre lienzo, 118 x 223 cm Escuela flamenca . El trabajo del sacamuelas es uno de los temas favoritos de los pintores flamencos del siglo XVII. Teniers, Dou, Van Bruggen, Van Ostande, Van der Borcht, Van Honthorst y el propio Rombouts, entre otros, trataron esta temática a menudo con un toque humorístico o sarcástico. En este cuadro, el dentista ha introducido un instrumento en la boca del paciente, que tiene atado un brazo a la silla con una cinta roja para que no se mueva demasiado. El protagonista se dispone a extraerle la pieza afectada, lleva un collar hecho de muelas, una muestra de los anteriores éxitos en su labor odontológica y sonríe al espectador con suficiencia. A su izquierda, un joven, posiblemente un ayudante, explica a otro paisano con turbante, con evidentes problemas dentarios, los distintos instrumentos que se sitúan sobre la mesa, donde también hay trapos, un albarelo y siete muelas recién extraídas. También se observan una serie de pergaminos con sus sellos de lacre, quizá falsos, que son mostrados como los títulos en las paredes de las clínicas odontológicas actuales como garantía de la competencia profesional del protagonista de la obra. Alrededor curiosos y clientes esperando su turno observan el desempeño del sacamuelas. Theodoor Rombouts nació en Amberes el 2 de julio de 1597 y estudió con Abraham Janssens y Nicolas Régnier. En 1616 viaja a Roma donde permanece nueve años, formando parte del grupo de artistas centroeuropeos que se asientan en Italia durante el siglo XVII y trabajando, entre otros, para Cosme II de Médici, Gran Duque de la Toscana. El cuadro está pintado con la técnica del claroscuro, no muy extremo, y es un evidente ejemplo de la influencia que tuvo Caravaggio en la obra de Robouts. La luz, que proviene de la derecha del paciente, ilumina su hombro derecho, su cuello y su mandíbula así como el cuello y la oreja del individuo que contempla la escena a través de unos quevedos. Hay varias copias de esta obra, una de ellas también autógrafa y que se encuentra en Praga. La posible pareja de este cuadro, "Los jugadores de cartas", procedente también de la colección real española, se conserva como la anterior en el Museo del Prado. La Odontología o Estomatología es el estudio, diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades, trastornos y condiciones del aparato estomatognático, definido como el conjunto de órganos y tejidos que permiten comer, hablar, pronunciar, masticar, deglutir, sonreír, respirar, besar y succionar. Las primeras evidencias de tratamientos odontológicos son de hace unos 9.000 años y se considera la primera especialidad en desgajarse del conjunto de la Medicina. Las primeras evidencias se han encontrado entre los precursores de la civilización del valle del Indo, en el yacimiento de Mehrgarh (Pakistán) donde se han encontrado once muelas en los esqueletos de nueve individuos perforadas con taladros con puntas de sílex. Los dientes son típicamente el material más duro del organismo. Es por eso que son los que mejor se conservan a lo largo de los siglos y en muchos casos los mejores fósiles que tenemos de una especie son sus piezas dentarias. Un diente roto es un serio problema para su poseedor. Algunos animales, como los tiburones y las rayas han desarrollado una estrategia de éxito, sus dientes se reemplazan continuamente, disponiendo siempre de dientes afilados. Sin embargo, no es la única táctica y un estudio reciente de Tom Geerinckx de la Universidad de Gante ha encontrado una sorprendente posibilidad: los dientes de un grupo de peces gato, los Loricaiidae, son capaces de doblarse. Estos animales comen algas pegadas a las rocas, un lugar donde es muy fácil dañar los dientes porque la superficie pétrea es irregular y pensando en morder un grupo de algas se pueden encontrar con un saliente rocoso. Al estudiar la estructura de los dientes de estos peces se ha visto que son largos y finos y que tienen una zona donde hay mucho más colágeno y menos sales minerales: calcio, fosfato y magnesio que en el resto del diente. Esa zona actúa como una bisagra y permite que el diente se doble al chocar con una superficie rígida evitando su fractura. Uno de los temas de mayor interés básico y aplicado en la investigación odontológica es poder desarrollar dientes naturales que suplan a las piezas perdidas y mejoren los resultados obtenidos con los actuales implantes artificiales. Ya en 2000, investigadores del NIH identificaron células madre en la cavidad dentaria. En 2002, un grupo del Instituto Forsyth de Boston fue capaz de hacer crecer treinta dientes de cerdo en la cavidad abdominal de ratas, un procedimiento que abría nuevas vías a la Odontología. Los investigadores aislaron los primordios dentarios y los sembraron en estructuras biodegradables hechas con polímeros de ácido glicólico. Estas estructuras se colocaron en el abdomen de ratas y se dejaron madurar durante 30 semanas, al término de los cuáles se obtuvieron molares claramente reconocibles a los que solo faltaban las raíces. Aunque en todos los casos eran muelas se cree que eso dependía de la forma del molde y se piensa que se podrían producir del mismo modo dientes de cualquier forma y tamaño. Duanqing Pei y su grupo de la Academia China de Ciencias en Guangzhou recogieron células madre de orina humana y las utilizaron para hacer crecer dientes bajo la cápsula del riñón de un ratón. Las células humanas se transformaron en un tejido dentario que dio lugar a la capa de esmalte y el resto de las capas del diente fue producido con células del ratón. No ha sido el único éxito a la hora de fabricar nuevas piezas. Takashi Tsuji y su grupo de la Universidad de Ciencias de Tokio extrajeron células mesenquimales y epiteliales, los dos tipos a partir de los que se originan los tejidos dentarios a partir de embriones de ratón. Tratando a las células consiguieron que se dividieran activamente y las inyectaron en una gota de gel de colágeno. A los pocos días, las células habían formado primordios dentarios, el primer estadio de la formación normal de los dientes. A continuación, los investigadores extrajeron dientes sanos de ratones adultos y trasplantaron los primordios dentarios en las cavidades resultantes. Esos primordios implantados se transformaron en dientes normales en estructura y composición. Además, los dientes "fabricados" desarrollaron una irrigación sanguínea normal así como una inervación adecuada por el sistema nervioso. Todo parece indicar que en no muchos años seremos capaces de generar piezas de repuesto terminando de manera feliz la historia de los charlatanes sacamuelas como el que pintó Rombouts. En la literatura también fueron "retratados" y uno de los comentarios más duros es el de Francisco de Quevedo y Villegas quien dice así:
"…En tanto vinieron unos demonios con unas cadenas de muelas y dientes haciendo bragueros, y en esto conocí que eran sacamuelas, el oficio más maldito del mundo, pues no sirven sino de despoblar bocas y adelantar la vejez."
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