Cada vez más detectamos en nuestro alumnado la disminución de su vocabulario relacionado con el mundo natural. Hace muchos años leímos "
El pensamiento salvaje" de Claude Leví-Strauss, y ahora recordamos en muchas ocasiones uno de sus descubrimientos antropológicos: en las sociedades primitivas sólo le daban nombre a aquellos que les era de utilidad; las plantas que usaban para comer o para curar tenían nombre, el resto, todas las demás, eran hierbas. Pues algo similar ocurre ahora con las generaciones criadas en medios artificiales y urbanitass, que poco a poco van perdiendo palabras de elementos de la flora y fauna porque apenas tienen contacto con ella. Para nuestro alumnado todo bicho que vuela, tiene alas, plumas y pico, son pájaros.
El CEIP Amaía lleva el nombre de un hermoso valle fluvial, el
Val da Amaía regado por docenas de regatos que desembocan en el río Sar, con un elevado valor ecológico con especial importancia como zona de paso y de reproducción de aves. Sin embargo, la mayor parte de los pequeños no serían capaces de decir más de 2 o 3 nombre de pájaros en gallego, pese a la alegría que siempre les supone ver a los pajaritos en los árboles del patio. Por ello quisimos dedicarle un tiempo.
Dado que estamos con un grupo de 3 anos, tras la conversación sobre este tema (inducido), y ante la escasez de pájaros reales, hicimos casitas, cada una de ellas para una variedad de pájaro, de la que se pegó una fotografía con el nombre por detrás. Ahora acompañan
el nido de palabras del Peizoque Roque que aun conservamos en el centro desde el pasado curso.
Herreruelos, alondras, verderones, golondrinas, petirrojos, urracas, pegas, lavanderas, mirlos, y otros muchos llenaron nuestro centro con sus cantos, dichos e información que encontramos en la
web ogalego.eu .
Al tiempo , fuimos apuntando algunas preguntas sobre la utilidad de las aves, para lo que echamos mano del magnífico libro de Antonio Sandoval Rey, "
¿Para qué sirven las aves?", publicado en Tundra no 2013.
Tras aprender algunos poemas y dichos relacionados con las aves, dimos paso a la segunda fase: atraer los pájaros a nuestro patio, invitándolos a quedarse con nosotros o a visitarnos con frecuencia. Pero, cómo conseguirlo. Ofreciéndole alimento. Pero no queríamos echarle migas de pan en el suelo, pues eso solo podría suceder en los días y horario lectivo. De modo que ideamos hacer comederos para pájaros.
Comederos y bebederos reutilizando botes y botellas, llenos de semillas, granos y alpiste colgados de los árboles del colegio.
Ahora llega el momento de esperar las "visitas" tratando de identificar alguna de esas pequeñas aves que viven en nuestros bosques, en las riberas de los ríos y el los parques del Val da Amaía.
Lengua gallega y naturaleza de la mano.
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