Este simple acto puede contribuir al tratamiento de la depresión, dolores de cabeza, hiperactividad y el déficit de atención.
Puede parecer algo un tanto loco o una cosa de hippies, pero los beneficios generados a nuestro salud por la simple acción de abrazar a un árbol y entrar en contacto con él, se han demostrado científicamente. Este fue uno de los temas tratados por Matthew Silverstone, en su libro "Cegados por la ciencia".
En esta publicación, Silverstone explica cómo el acto de abrazar a los árboles impacta sobre el cuerpo humano. Según varios estudios académicos utilizados por él, es una cuestión de vibración. Todo vibra con diferentes intensidades y formas,lo que afecta a todos los sistemas biológicos, incluidos el nuestro.
Para entender mejor cómo funciona esto, el autor usa el ejemplo del agua. Al beber un vaso de agua, que tiene una vibración de 10 Hz, la vibración de la sangre se ve afectada inmediatamente. Lo mismo se aplica al contacto con la naturaleza, en especial por el tacto.
Los estudios han demostrado que esta influencia contribuye a mejorar la salud y puede contribuir al tratamiento de enfermedades comunes, tales como la depresión, dolores de cabeza, hiperactividad y déficit de atención.
Este intercambio de vibraciones también parece ser una explicación muy plausible para la influencia positiva que ejerce el caminar en el parque o dedicarse a cuidar el jardín o plantar un huerto, en el estado de animo de las personas.
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