sábado, 21 de enero de 2017

El (otro) Desván





El (otro) Desván


Posted: 20 Jan 2017 09:49 AM PST
Al cruzar la puerta vislumbé una estancia vacía y comprobé de dónde venía el llanto. Era un llanto desconsolado, rabioso, estridente, atronador. Lo había escuchado desde el pasillo. Era imposible no hacerlo. Tampoco era raro, en una guardería es habitual escuchar ese sonido a primera hora.


Supuse que al entrar encontraría a una compañera de mi hija llorando; sola o junto a la profesora. Por una caída, por una pela, por un juguete. Porque su mamá se había ido, porque su papá la había dejado, porque tenía sueño, hambre, dolor de barriga, ganas de llorar... lo normal.

Entre esa mañana y el resto de mañanas que he entrado ese aula y alguien lloraba sólo había una diferencia: quién lloraba y lo que pasaba al rededor de quien lloraba. Lloraba Manuela.

Manuela estaba tumbada en las colchonetas, donde sus compañeros juegan, trepan, saltan... Manuela suele tumbarse ahí. Manuela tiene parálisis cerebral. Manuela reparte el día entre su silla, la colchoneta y los brazos de las educadoras.

La diferencia entre que llore Manuela y cualquier otro niño no es su llanto. Es lo que se produce alrededor de Manuela cuando llora. El resto de niños estaban alrededor de Manuela. Uno le tocaba el xilófono. Otra la pandereta (la navidad se resiste a salir del cole). Otro cantaba. Otra le acariciaba la barriga.

Mi hija, al entrar en clase, fue directa a tumbarse junto a Manuela. No dejó la mochila en su lugar, no saludó al resto de compañeros a los que no veía desde hace una semana. Corrió a ayudar a quien más lo necesitaba.

A los dos años, los niños no son "muy hijos de puta". No hacen bullying. No maltratan. No insultan. No dan palizas. No son crueles. Más tarde sí. Algo pasa en medio. Somos nosotros, los padres, los amigos, los periodistas, los políticos, los actores, los vecinos. La sociedad

Te pido una cosa: la próxima vez que pienses que "los niños pueden ser muy hijos de puta", que normalices la evolución de un niño hacia el mal, que normalices la "crueldad de los niños", que creas que "son cosas de niños" ... la próxima vez que haga cualquiera de esas cosas plantéate en qué te has convertido tú.

Pero, sobre todo, sobre todo, piensa en qué puedes hacer para que los niños de hoy no se conviertan en adultos como tú.

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