lunes, 27 de febrero de 2012

Rv: PLATAFORMA CATALUÑA INCLUSION


 

PLATAFORMA CATALUÑA INCLUSIÓN

Ser padre/madre es una de tarea ardua, pero, ¿cómo aprender a serlo? La mayoría de las cosas que se aprenden normalmente se hacen observando a los demás. Por lo general esto funciona sin problemas, pero, según los especialistas, cuando se tiene un hijo con síndrome de Asperger (SA) puede ser difícil saber cómo actuar. Los niños con SA representan todo un desafío y, tal vez por eso, los progenitores de niños con SA tienden a entenderse entre ellos, porque sus experiencias son similares. Pero es casi imposible que alguien les entienda de verdad y eso significa que pueden acabar sintiéndose muy solos. Entre los consejos, es necesario ayudar al niño a sentirse querido y aceptado, poner en práctica ideas para aumentar la comprensión, construir la autoestima y reducir la ansiedad. Y sobre todo es fundamental que reciban una educación adecuada por lo que se hace imprescindible la comunicación entre el centro escolar y la familia.
Las aulas de infantil, primaria y secundaria acogen a alumnado con distintas características. El alumnado que se atiende en las aulas de los centros públicos no es homogéneo, en absoluto. El profesorado debe intentar conocer y trabajar con delicadeza los perfiles más complicados, entre los cuales se encuentran los alumnos con Síndrome de Asperger . No hay, por supuesto, unas normas fijas para todos. No obstante, dentro de la flexibilidad que se debe adoptar ante este alumnado, sí se pueden tener en cuenta unas consideraciones: En líneas generales, los alumnos con Síndrome de Asperger son muy trabajadores e inteligentes, de ahí que puedan pasar desapercibidas sus necesidades. Cabe destacar que tienen dificultades en comunicación y relaciones sociales.
Aún hoy en día no hay unanimidad ni criterios para diagnosticar el síndrome de Asperger, normalmente se diagnostica al identificar en el individuo un patrón básico de comportamientos no antes de los 3 años de edad. Son necesarios equipos multidisciplinares en el que intervienen neurólogos, psiquiatras, logopedas y psicólogos tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Tampoco existe un tratamiento único y específico, se utilizan programas diseñados para el aprendizaje de habilidades para controlar las emociones, en destrezas motoras, en conversación y en terapia ocupacional. 
A veces se puede pensar que son personas maleducadas o arrogantes; no es así. Hay que explicarles qué es apropiado y qué no lo es.Comúnmente, estos alumnos tienen buenas habilidades y seguramente seguirán bien las clases. Muchos cuentan con una memoria prodigiosa; aunque también hay que matizar algunos aspectos para ayudarles: 
•Piensan de forma muy literal y concreta y necesitan orientaciones precisas.
•Les resulta complicado plasmar sus ideas en un papel.
•Tienen poca empatía.
•Cualquier materia que precise de la imaginación les dará problemas.
•También tendrán problemas con las materias que requieran pensamiento abstracto.
Sea como sea, son alumnos que pueden seguir los contenidos académicos y vivir su proceso de escolarización de manera positiva, siempre que se tengan en cuenta sus características y se sepan enfocar bien estas cuestiones. De ahí que convenga que el profesorado esté enterado desde el principio para poder trabajar adecuadamente y, sobre todo, conozca algunas estrategias para entender a los alumnos con Asperger.
No es infrecuente que los alumnos con Aspergen sufran de acoso los primeros días por sus especiales características. Hay que estar muy atentos a ello. Ahí el docente, sobre todo, el tutor, tiene un papel importante para tratar de que todos los incidentes de acoso queden bien resueltos. El acoso escolar puede ser una de las causas por las que el alumnado con Asperger suele preferir las clases a los recreos. 
Les gustan las rutinas. De ahí que las clases de Educación Física o todas aquellas que impliquen cambios (representaciones teatrales, recitales poéticos…) les resulten muy difíciles. Por otro lado, también pueden tener problemas con la puntualidad y la organización.
El profesorado ha de tener en cuenta las dificultades de estos alumnos en torno a la organización. Por lo tanto, conviene que sepa que:
•Pueden necesitar más de una mochila o estuche.
•Deberían tener una taquilla para poder guardar su material.
•Al final de la clase suelen requerir más tiempo para copiar los deberes o las directrices que han de seguirse.
•Necesitarán más tiempo al final de la clase para recoger sus cosas e, incluso, pueden enfadarse si han de ir deprisa y guardar sus cosas de cualquier manera.
•Se les puede ayudar dándoles una fotocopia ampliada con su horario para que lo cuelguen en casa y les sirva de orientación.
Como ya se ha dicho a este alumnado le gusta las rutinas y cualquier cambio puede afectarle. Así, habría que tener en cuenta que:
•Siempre que fuera posible habría que comunicarle cualquier cambio de aula o de profesorado. Eso evita que se ponga nervioso.
•Se debe anotar en su agenda cualquier acontecimiento con antelación.
•Hay que tener un método de comunicación con la familia.
•No hay que sobrecargar de información al alumno. Es contraproducente.
El síndrome de Asperger se caracteriza por una notable dificultad en la interacción social con cierto retardo motriz. Hoy en día no se conoce la verdadera causa que lo produce, presenta cierto componente genético aunque se desconoce el gen o los genes que están implicados. Lo realmente significativo del síndrome de Asperger es que estas personas no presentan alteración en su desarrollo cognitivo ni en su inteligencia pudiendo incluso cuidar de si mismos. 
Sus problemas sociales residen en acciones tan elementales como no saber cambiar el volumen de su voz en diferentes escenarios de conversación, no reaccionan a los comentarios de otras personas, no entienden el sentido del humor y tienen problemas con la comunicación no verbal, con las expresiones faciales y con el contacto visual. Por el contrario, no se aíslan del mundo como ocurre en el caso de las personas que sufren autismo.
Los alumnos con Síndrome de Asperger pueden tener problemas a la hora de comunicación. No obstante, también cabe que hablen de manera fluida, empleando palabras cultas, pero con un discurso complicado de entender, que, incluso, puede provocar la risa en sus compañeros. Normalmente solo quieren hablar de cosas que les interesan. Se obsesionan con ciertos temas. Además, no siempre hablan de manera adecuada y su tono de voz puede ser demasiado alto.
El profesorado ha de seguir estos consejos:
•Fomentar los saludos sociales y hacer que los responda.
•Evitar meterle prisa.
•No esperar contacto visual.
•Evitar el sarcasmo y las bromas puesto que los interpretarán de forma literal.

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