En el poema de Antonio Rubio para el mes de septiembre -en "
Almanaque musical" - se hablaba de una sinfonía de mermeladas, lo que nos dio la idea de aprovechar frutas del otoño para conocer sus usos, propiedades dietéticas, conservación y consumo más allá de la temporada con nuestro alumnado de 4 y 5 años.
El proceso lo reducimos a lo más básico y elemental, nada de recetas laboriosas ni mucha precisión en la proporción del azúcar, baste recordar que nosotras no estamos para hacer cursos de cocina, sino para sacarle provecho educativo.
Por ello, les pedimos que nos trajesen frutos del otoño, que olimos, tocamos, degustamos, etc. Más tarde los troceamos y maceramos con igual cantidad de azúcar. Es muy interesante hacer las comparaciones de volumen/peso, así como los cambios que se producen con el paso del tiempo en la mezcla -paso de sólido a líquido-. No dejamos pasar la oportunidad de proponer un problema: la cantidad de mermelada que obtendremos será igual al peso de la fruta y del azúcar?
Cocemos, dejamos enfriar, le damos respuesta el problema y ya podemos hacer todas las comparaciones que queramos: con la fruta al natural (dozor, textura, olor ...), o entre otras semejantes por el color (fresas-tomate, naranja doce-naranja amarga, calabaza-caqui, uvas-moras, etc).
Al tiempo es una manera de acercarlos al consumo de un producto sano y energéticodel que que no suelen ser muy devotos.
Terminamos con la lectura de
"Mermelada de fresa" de Daniel Nesquens en Anaya, en la que este alimento es el nexo que le permite al ratón Papas Fritas sentir el goce de los desayunos del sábado.
Ver presentación de la apetitosa actividad.
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