Las aulas de infantil son lo que son, 50 metros cuadrados y en ese espacio tenemos que acomodar a 25 niños/as y propiciarles oportunidades para su desarrollo físico, afectivo, cognitivo, autonomía y relación. No es cuestión fácil, máxime atendiendo a que a veces su estructura limita muchas posibilidades.
En las escuelas italianas nos insistían en la idea del espacio y su configuración física como elemento educador, así que nunca paramos de reorganizar el aula en la búsqueda de un mejor aprovechamiento. (
Ver fotografías)
Hace dos cursos habíamos publicado las imágenes de cómo estructuráramos el aula para acoger a niños y niñas de
3 años, ahora con 5 las necesidades son distintas por lo que volvemos a darle una vuelta; si bien antes disponíamos de más zonas de juego, ahora precisamos más zonas de trabajo.
Se eliminaron las mesas y se sustituyeron por dos tableros que son mucho más funcionales, zona de biblioteca, zona de ordenador, un espacio para escuchar música y cantar, un rincón tranquilo de descanso e intimidad (un armario de obra reconvertido), zona de pintura y de trabajo plástico, todo a su acceso autónomo; incluso en el cuarto de baño hay una organización pensada para un mejor aprovechamiento, hasta para el almacenaje de las botas de goma que este curso les pedimos para así poder disfrutar mejor de los recreos incluso en los días de lluvia.
No es una cuestión de decoración, no se puede confundir decorar con organizar entendiendo el aula como un espacio de aprendizaje.
Sabemos que no es la definitiva; no puede serlo porque las necesidades van cambiando, los niños/as van creciendo y con los proyectos que vamos desarrollamos surgen nuevos requerimientos. Siempre debemos estar analizando y evaluando la adecuación del ambiente de aprendizaje para que les proporcione experiencias ricas de sentido.
Para saber más recomendamos la lectura de:
Aula de 4 años
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