Me voy a ahorrar los adjetivos:
Amordazar por ley al profesorado. Esta ha sido la respuesta del Gobierno balear, que preside José Ramón Bauzá, ante el creciente número de protestas contra los recortes y la ideologización de la enseñanza que propugna su gobierno.
Llevar una camiseta verde pidiendo una escuela de calidad o un lazo contra el tratamiento del catalán en la escuela como si fuese una lengua extranjera podría ser motivo de despido y de pérdida de la condición de funcionario. Será así si prospera -y prosperará porque el PP tiene mayoria absoluta en las Baleares- el anteproyecto de ley reguladora de la convivencia escolar y de la autoridad del profesorado de los centros educativos de las Baleares, cuyo borrador puede leerse en este enlace
En su artículo 2 reza lo siguiente:
"Son faltas muy graves aplicables al personal docente las siguientes: "Violación de la imparcialidad, objetividad y neutralidad en el ejercicio de sus funciones realizando actuaciones que expresen posiciones personales, familiares, corporativas, políticas, clientelares o de cualquier otro tiipo que, utilizando les facultades que tiene, pueda vulnerar este principio".
La falta muy grave puede castigarse con la pérdida del empleo y de la condición de funcionario. Entre el profesorado insular se han levantado multitud de interrogantes: ¿dónde queda la libertad de cátedra? ¿significa eso que deberemos dar igual rango a las teorías creacionistas que a las evolucionistas? ¿no es el objetivo principal de la clase de religión el adoctrinamiento?
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