El pasado miércoles tuvo lugar la entrega de los
premios Francisco Giner de los Ríos a la mejora de la calidad educativa, que en esta XXVIII edición, reconocieron la aportación de InnovArte Educación Infantil. Para nosotras fue la culminación de una apuesta hecha el 15 de octubre cuando decidimos concurrir a este prestigioso certamen educativo. Luego vinieron las dudas y las inseguridades, ya que, siempre decimos que presentarse a un premio entraña un gran riesgo, que va más allá del trabajo que supone, y que no es otro que el daño que se le puede ocasionar a la autoestima si las cosas no salen bien. Por suerte para nosotras, nos fue bien y a punto de finalizar el año, nos llegó
la buena noticia.
Ahora supimos que fueron ciento treinta y cinco las experiencias educativas presentadas, valoradas por un jurado integrado por miembros de la Real Academia Española (RAE), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte (MECD), y otras personalidades de reconocido prestigio en el campo de la educación entre las que se encuentran el Rector de la Universidad de Madrid, la historiadora Carmen Iglesias y la directora del IES Ramiro de Maeztu, Coral Báez Otermín. En palabras del presidente de la Fundación BBVA, cuanto mejor es el jurado, mayor garantía es de una buena selección.
En esta ocasión tan especial para nosotras, las dos hermanas Abelleira, quisimos estar acompañadas por nuestra madre y por nuestra pequeña Casilda. Tres sensibilidades y tres percepciones diferentes del hecho educativo: la de nuestros padres, que desde bien niñas nos enseñaron a respetar a los maestros y nos hicieron entender que la educación sería lo único que nos haría crecer rectamente, y así llegar a donde ellos no habían podido; la de nuestra hija/sobrina, que esperamos entienda las compensaciones de la dedicación y compromiso de su madre y de su tía para con la educación, a pesar de que esto le reste tiempo a ella; y la nuestra, que tras muchos años ilusionadas con nuestra profesión, después de muchos esfuerzos e inversiones propias, nuestros ánimos ya empezaban a debilitarse. Quien nos conoce, sabe/entiende lo especial que fue ese momento para nosotras.
Así mismo, estuvimos acompañadas por el Vicepresidente del Consejo Escolar de Galicia, que acudió en nombre de la Consejería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, gesto y elección que agradecemos, especialmente, por tratarse de un miembro del máximo foro educativo de reflexión, participación, expresión y aportación de ideas de los representantes de todos los sectores sociales de la Comunidad Autónoma de Galicia.
En los días previos, y con motivo de la recepción que nos dispensó
el regidor del ayuntamiento en el que trabajamos -y vivimos-, la noticia saltó a los medios de comunicación, que dieron en denominar este premio como el "
Óscar de la educación", para que así gente pudiera comprender el significado del mismo. En
todas las entrevistas que tuvieron lugar, también agradecimos que se hicieran eco de esta buena noticia, cuando por lo general, los medios sólo parecen interesarse por los incidentes escolares o por aquellos episodios que no reflejan la realidad cotidiana de la escuela, pero que llegan a empañar su imagen. De este modo, fueron muchas las personas que supieron de nosotras, del trabajo que se desarrolla en las escuelas, por lo que recibimos las felicitaciones de conocidos y de muchos desconocidos que se sintieron orgullosos de la educación pública gallega y de sus maestras/os. Nosotras añadimos que el día en que las noticias sobre la educación ocupen tanto espacio en los periódicos y en los medios como la moda o el fútbol –por poner un ejemplo-, tendremos otro país y otra ciudadanía.
Durante el acto, se proyectó uno vídeo con un resumen de cada experiencia para lo cual nosotros les aportamos el breve texto que podéis
leer aquí, en el que hacíamos una apuesta por la escuela pública, por la valía del profesorado y por la diversidad, para lo cual establecimos una comparación con un lugar emblemático en nuestra trayectoria profesional: Monte Louro en Muros.
En el que acabamos de contar habrá quien encuentre vanidad, quien haga lecturas ideológicas y otros desvaríos, por el contrario, a nosotras nos gustaría que se vise el orgullo de dos maestras fruto de la educación pública, que no somos más que una muestra de los miles de maestros que hay en las escuelas que día a día se desviven por sacar lo mejor de cada niño y niña, contribuyendo así al avance real de la sociedad gallega.
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